“Boicot político” y gritos de dimisión al vicepresidente de Madrid por las residencias

La izquierda en bloque ha reprochado las declaraciones del consejero de Educación y Universidades, Enrique Ossorio, sobre el sinsentido de crear una comisión de residencias en la Asamblea cuando las familias “ya lo han superado”. Los grupos políticos de la izquierda pidieron a gritos la dimisión de Ossorio golpeando sus escaños en el Pleno de la Asamblea y, por si esto fuera poco, Ossorio fue abroncado por cada uno de los portavoces y diputados de la izquierda, que tomaron la palabra en la Cámara y que aprovecharon para pedir su dimisión de manera incesante. El PSOE escenificó su rechazo abandonando el hemiciclo. Luego, el portavoz socialista, Juan Lobato, anunció que su grupo parlamentario no intervendrá en ningún acto político en el que el vicepresidente represente a los madrileños, hasta que acabe la legislatura, y exigió a Ossorio que pida disculpas a los ciudadanos porque “es lo que pide toda la sociedad, no es digno de representarlos(...) Ponemos en tela de juicio su capacidad para representarlos”.

Además de pedir la reprobación del vicepresidente madrileño Ossorio, Lobato también anunció que registrará una comisión de investigación conjunta, a la que pedirá que se sumen todos los grupos de la Cámara, para tratar de esclarecer lo ocurrido sobre las residencias y las 7.921 personas fallecidas “sin revanchismos”.

Alejandra Jacinto, la portavoz de Podemos, anunció que, al igual que el PSOE, pedirá su reprobación y lamentó la “declaraciones miserables” de Ossorio que, lejos de pedir perdón, “se regodeó en sus palabras. (…) la presidenta debería cesarle de manera inmediata”.

Quien salió en auxilio de Ossorio fue Vox, quien sí vio en las palabras del vicepresidente una rectificación de sus palabras cuando quiso abundar en el sentido de sus declaraciones. “Las ha aclarado”, sentenció Rocío Monasterio. “Quien tiene que ser reprobada es la ministra Montero por las palabras sobre los niños”.

La portavoz de Más Madrid, Mónica García, también tachó de “miserables” las declaraciones de Ossorio. Sin embargo, el enfrentamiento alcanzó el máximo punto de ebullición cuando le correspondió hablar a la diputada de Más Madrid Raquel Huerta, que preguntaba sobre el protocolo de control de esfínteres en las escuelas infantiles. Fue entonces cuando Ossorio replicó en el hemiciclo: “Estoy harto de que cambien lo que digo para hacer política cutre”, sentenció.

El asunto generó tal enfrentamiento que la presidenta de la Cámara, Eugenia Carballedo, tuvo que llamar al orden a los diputados.