Cultura
El desembarco de Pérez Simón en Madrid: del Triángulo al Rectángulo del Arte
El Paisaje de la Luz sumará un nuevo vértice que, además, de otorgar prestigio a la ciudad, supondrá un nuevo foco turístico
Hace una semana, en el palacio de Cibeles, se escribía el «prólogo» de lo que el alcalde de la capital definía como «el gran acontecimiento cultural de Madrid durante los próximos años». La exposición «Setenta grandes maestros» de la Colección Pérez Simón desembarcaba en CentroCentro. Los artistas expuestos –entre ellos El Greco, Murillo, Goya, Cézanne, Munch, Frida Kahlo, Picasso, Dalí...– permanecerán en la capital hasta el próximo 12 de enero. Sin embargo, lejos de ser un final, el cierre de esa muestra será un prometedor punto y seguido. Algunos de los tesoros de la colección tendrán Madrid como hogar permanente.
José Luis Martínez-Almeida no exageraba. La elección de la capital como sede de la Fundación Pérez Simón le permitirá a la ciudad de Madrid sumar un vértice más al actual Triángulo del Arte de la capital. Todos aquellos que paseen por el Paseo del Prado desde Cibeles se toparán, por orden, con el Thyssen-Bornemisza, el Museo del Prado, el Reina Sofía... y ahora, entre los dos últimos, en la paralela calle de la Alameda, la Serrería Belga, que será sede esta colección permanente.
Como explican a LA RAZÓN desde el Área de Cultura que preside Marta Rivera de la Cruz, el hecho de estar rodeado de tres de los museos más prestigiosos del continente ha sido clave en la decisión de Juan Antonio Pérez Simón de elegir Madrid como sede de su colección. Asturiano nacido en 1941 pero emigrado a México, Pérez Simón supo que su camino estaría dedicado al coleccionismo de arte cuando, durante los años sesenta, visitó los grandes museos europeos. Apenas contaba con ocho dólares diarios de presupuesto para aquel periplo. Hoy, el patrimonio artístico de Pérez Simón en México es incalculable, con más de un millar de piezas de pintura, escultura, dibujo, artes decorativas y manuscritos, la mayor parte nunca vistas en España... hasta ahora.
Zona Unesco
Del mismo modo, no hay que olvidar que este futuro Rectángulo del Arte de la capital estará emplazado en el Paisaje de la Luz, el único punto de Madrid capital distinguido como Patrimonio Mundial de la Unesco. Y entre otros motivos para dicha consideración, pesó el legado museístico de la zona que, próximamente, contará con una nueva parada obligada.
Por otro lado, además del prestigio, está el impacto económico que una colección de esta envergadura puede tener para la ciudad. Tres de los cuatro museos más visitados en 2023 corresponden al Triángulo del Arte: el Museo del Prado congregó a 3,3 millones de personas, superando así su propio récord; el segundo, el Reina Sofía, sumó 2,5 millones de visitas; y el cuarto –por detrás del Guggenheim de Bilbao–, el Thyssen-Bornemisza, superó el millón de personas. Cuantificar el retorno económico para la ciudad siempre es complicado. En el caso del Prado, cerró su ejercicio de 2023 con un resultado positivo de 33,4 millones de euros, cifra a la que habría que restarle los 16,4 millones de gasto ya comprometido para el Salón de Reinos, lo que deja un superávit final de 17 millones de euros. Los ingresos propios del museo superaron en 14,5 millones de euros las previsiones del año.
En todo caso, dentro de esa estrategia, marcada por el Ayuntamiento de Martínez-Almeida, de apostar por un «turismo de calidad», los museos son una pieza indispensable. Sumando sólo las tres salas antes mencionadas, se superan los siete millones de visitantes en un sólo año.
Ahora bien, ¿para cuándo está previsto? Como explican desde el Ayuntamiento, por el momento sólo se puede confirmar el inicio de las obras en la Serrería Belga, fechado, previsiblemente, para el segundo semestre de 2025. «Los equipos del Ayuntamiento de Madrid estamos trabajando junto con los representantes del señor Pérez Simón para que la colección tenga su sede en Serrería Belga lo antes posible. Es prematuro anunciar una fecha puesto que, además de la tramitación propia de un proyecto de esta envergadura, en los edificios de Serrería y su entorno hay importantes obras de adaptación a realizar. Los arquitectos Langarita-Navarro ya están trabajando en ello», afirman desde el Área de Cultura.
Si bien el acuerdo se plasmó el pasado noviembre, con el apretón de manos entre Martínez-Almeida y el propio Pérez Simón, lo cierto es que los contactos con el coleccionista comenzaron durante la pasada legislatura.
4.000 metros cuadrados
«Por su ubicación y características», se consideró el espacio de la Serrería Belga como el idóneo para albergar la sede. Además, se da la circunstancia de que el año que viene cumplirá cien años desde su construcción. Edificio de carácter industrial, cesó su actividad a finales de los años setenta. Ya en el 2000, el Ayuntamiento adquirió el inmueble con vistas a su reconversión como espacio cultural. Finalizada su rehabilitación en 2013, a día de hoy funciona como centro polivalente abierto a todo tipo de iniciativas culturales. Ahora, dentro de sus 4.000 metros cuadrados podrán verse en torno a 200 obras de la Fundación Pérez Simón. Algunos de los nombres de los artistas presentes, barajados el pasado noviembre, son El Greco, Renoir, Van Gogh, Picasso, Dalí, Andy Warhol, Gauguin, Pisarro y Sorolla, entre muchos otros.
El acuerdo entre la Fundación y el Ayuntamiento tendrá una duración que se fijará en función de los compromisos adquiridos por las partes y consistirá en la cesión de este espacio municipal a cambio de una prestación: el acceso, a disposición de los madrileños y los visitantes, a un conjunto de destacadas obras de la historia del arte.
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