Explorando Lanzarote

El universo del vino blanco canario es inagotable. Se ha ido construyendo un imaginario de tipicidades donde no cabe otra alternativa la autenticidad. Frente a elaboraciones más vulgares, en las Islas todo sabe a verdad. El entorno atlántico, la reflexión temporal distinta, ayudan para que haya producciones siempre pequeñas y con nombre propio. Una de las más interesantes se llama Akaet.

Una pareja de enólogos encuentra razón de ser en el Valle del Malpaso. Podría parecer un vino de Western por su nombre, y aquí los enólogos tiene el aire de Clint Eastwood oyendo silbar los vientos. En Lanzarote es todo simbólico. Desde el viñedo hasta lo que se consigue imaginando esa “montaña que arde”, y que es telón de fondo para un blanco que alfombra muchos sueños.

Hay una combinación de la evidente malvasía volcánica, la muy sugerente diego y algo de listan blanca. Su complejidad aromática pero al mismo tiempo su discreción, animan un simpático disfrute gustativo.

Este blanco tiene una nota de cata que pueden plancharse como una servilleta, porque ningún descriptor alcanza a señalar esa limpieza y esa redondez amable que le da el hormigón. Con ánfora o sin ella, en esfera o en cualquier otra superficie de crianza leve, este blanco incita a un nuevo y largo paseo por la isla conejera. Con su blanca singularidad.

Bodega: Titerok-Akatek.

Vino: Valle de Malpaso Blanco seco 2021.

D.O.: Lanzarote

PVP.: 24 euros