Alimentación
Tomar fritos aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca grave
La ingesta semanal alta de alimentos fritos se asocia con un 28% más de riesgo de eventos cardiovasculares
Abusar de los fritos no es bueno para la salud, hasta el punto de que tomar alimentos fritos está relacionada con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca grave y accidente cerebrovascular, tal y como demuestra un metaanálisis publicado en línea en la revista científica Heart dirigido por el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Shenzhen (China). Y el riesgo aumenta con cada porción adicional semanal de 114 gramos, tal y como advierte el análisis. En concreto, la ingesta semanal alta de alimentos fritos se asocia con un 28% más de riesgo de eventos cardiovasculares importantes; un 22% más de riesgo de enfermedad coronaria; y un 37% más de riesgo de insuficiencia cardíaca.
La dieta occidental no promueve una buena salud cardiovascular, según demuestra la investigación, pero no está claro exactamente qué contribución podría hacer la comida frita a los riesgos de enfermedad cardíaca grave y accidente cerebrovascular. Para arrojar algo de luz sobre esto, rastrearon bases de datos de investigación, buscando estudios relevantes publicados hasta abril de 2020, y encontraron un total de 19. Recopilaron los datos de 17, con 562,445 participantes y 36,727 eventos cardiovasculares importantes, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral, para evaluar el riesgo de enfermedad cardiovascular. Y combinaron los datos de seis, que involucraron a 754.873 participantes y 85.906 muertes durante un período de monitoreo promedio de 9,5 años, para evaluar el vínculo potencial entre el consumo de alimentos fritos y las muertes por enfermedades cardiovasculares y por cualquier causa. Tras este profundo análisis los investigadores han demostrado que la ingesta semanal alta de alimentos fritos se asocia con un 28% más de riesgo de eventos cardiovasculares importantes; un 22% más de riesgo de enfermedad coronaria; y un 37% más de riesgo de insuficiencia cardíaca.
Estas asociaciones se mantuvieron estables cuando se estratificaron según diversas características del estudio y de los participantes. Además, surgió una asociación lineal entre el consumo de alimentos fritos y los principales eventos cardiovasculares, la enfermedad coronaria y la insuficiencia cardíaca. En concreto, estos riesgos aumentaron sustancialmente en un 3%, 2% y 12%, respectivamente, junto con cada porción adicional de 114 g semanales. Varios estudios incluyeron solo un tipo de alimento frito, como pescado frito, patatas o bocadillos, en lugar de la ingesta total de alimentos fritos, lo que puede haber subestimado las asociaciones encontradas, tal y como sugieren los investigadores. En cualquier caso, no se encontraron asociaciones para las muertes por enfermedades cardiovasculares o por cualquier causa, pero esto podría deberse al número relativamente pequeño involucrado, según apuntan los investigadores.
Ahora, la pregunta del millón es saber cómo influyen exactamente los alimentos fritos en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, una cuestión que no está del todo claro, reconocen los investigadores, pero sugieren varias explicaciones posibles. Los alimentos fritos aumentan la ingesta de energía debido a su contenido de grasa y generan ácidos grasos trans nocivos a partir de los aceites vegetales hidrogenados que a menudo se utilizan para cocinarlos. Además, comprueban que freír también aumenta la producción de subproductos químicos involucrados en la respuesta inflamatoria del cuerpo, mientras que los alimentos, como el pollo frito y las patatas fritas, generalmente, tienen un alto contenido de sal agregada y, a menudo, se acompañan de bebidas endulzadas con azúcar, particularmente cuando se sirven en restaurantes de comida rápida.
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