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Amanda Redfern, oftalmóloga: “Estos hábitos pueden arruinar tu vista”
La experta ofrece recomendaciones clave tras años de experiencia atendiendo a pacientes

El ojo humano es, sin duda, una maravilla biológica. Solo superado en complejidad por el cerebro, se compone de más de dos millones de estructuras diferentes que trabajan en conjunto para captar el mundo que nos rodea. Su papel es tan fundamental que se estima que aproximadamente el 80% del aprendizaje depende del sentido de la vista.
En este sentido, mantener los ojos en buen estado requiere de más atención de la que solemos prestarle. Para abordar cómo cuidar adecuadamente de nuestra salud ocular y qué hábitos evitar, la oftalmóloga Amanda Redfern, profesora en la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón (Estados Unidos), ofrece recomendaciones clave tras años de experiencia atendiendo a pacientes.
Errores comunes
Uno de los hábitos más peligrosos, según la doctora Redfern, es dormir con las lentillas puestas. "Es realmente una temeridad. Ni siquiera deberíamos echarnos una siesta con ellas", advierte. El motivo es claro: el riesgo de desarrollar una úlcera corneal, una infección potencialmente grave causada por la proliferación de bacterias bajo la lente. Aunque no ocurre siempre, las consecuencias pueden ser devastadoras y en los peores casos, llega a perderse el ojo afectado.
Pero dormir no es la única actividad de riesgo. Exponer las lentillas a agua corriente, ya sea lavándose la cara, duchándose, bañándose en una piscina o, peor aún, nadando en lagos, puede facilitar la entrada de microorganismos. "Si una bacteria queda atrapada entre la lente y la córnea, puede desencadenar infecciones con complicaciones graves", señala Redfern. Por ello, recomienda evitar cualquier contacto de las lentillas con agua que no sea la solución estéril destinada al uso específico.
Ante la pregunta de qué hacer si se olvida la solución durante un viaje, la oftalmóloga es tajante: "En ese caso, es preferible deshacerse de las lentillas y pasar unos días con la vista algo borrosa antes que arriesgarse a una infección".
La protección ocular
Redfern destaca otro aspecto esencial y menos considerado: la protección física de los ojos. Para trabajos domésticos o actividades que impliquen riesgo de impacto, aconseja utilizar gafas protectoras. "La cantidad de lesiones oculares que vemos en consulta es sorprendente y, la mayoría de las veces, totalmente evitables con simples medidas de prevención", apunta.
En caso de accidente, como la entrada de un objeto extraño en el ojo, advierte de no manipularlo uno mismo, ya que puede causar daños internos irreparables. Lo ideal es cubrir el ojo con un objeto limpio y rígido, como un vaso de papel, y acudir de inmediato a urgencias.
Mitos sobre el cuidado ocular
Redfern también desmiente creencias comunes que generan preocupación injustificada: por ejemplo, leer con poca luz no perjudica la vista permanentemente, aunque pueda cansar los ojos. Respecto a las 'moscas volantes', esos filamentos o manchas que a veces vemos pasar por el campo visual, explica que suelen ser inofensivos, pero deben vigilarse si aparecen súbitamente o aumentan bruscamente, ya que podría indicar problemas más serios.
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