Alimentación
El aperitivo de los bares españoles que podría reducir el riesgo de depresión en un 17%
Un estudio llevado a cabo por científicos de nuestro país, que analizó a 13.504 personas durante más de cinco años, concluye qué frutos secos debemos tomar para alejar este trastorno
Todo el mundo la conoce: la depresión es uno de los trastornos mentales más comunes del mundo. Afecta a 279,6 millones de personas en todo el planeta, según cifras de 2019, aunque probablemente se trate de una estimación un tanto "conservadora", ya que el complejo cuadro clínico de la depresión da lugar a una elevada proporción de casos no diagnosticados.
Aunque los tratamientos basados en el uso de antidepresivos pueden mitigar los síntomas, no todos los pacientes con depresión pueden mantener la remisión utilizando solo fármacos. El estilo de vida es un marco fundamental y, por ello, la ciencia apunta a que es un factor importantísimo y debemos cuidarlo como estrategia para prevenir esta afección.
En especial, escoger con mimo lo que comemos y bebemos ha recibido especial atención como una de las estrategias más factibles y sólidas para contribuir a una vida adulta saludable y, específicamente, como un factor de riesgo modificable para la depresión. Estudios y ensayos clínicos respaldan el papel de una buena alimentación para mantener alejada la depresión y para mejorar sus síntomas.
Pero, ¿qué alimento destaca para paliar la depresión? Los frutos secos, que se incluyen con frecuencia en las directrices dietéticas como un alimento con potencial actividad antidepresiva, preventiva y de apoyo. No es de extrañar: se trata alimentos ricos en nutrientes, que incluyen una amplia variedad de tipos, como nueces, almendras, nueces de Brasil, anacardos, avellanas y pistachos. Los cacahuetes, que son legumbres, también se integran entre los frutos secos porque comparten un perfil nutricional similar.
Y ahora, un estudio liderado por investigaciones españoles de la Universidad de Castilla-La Mancha y Navarra, sugiere que todos estos aperitivos típicos en los bares de nuestro país podrían reducir el riesgo de depresión en un 17%.
Según los científicos, los antioxidantes de este aperitivo ayudan a proteger el cerebro. "Los frutos secos comparten propiedades nutricionales esenciales (es decir, sustancias bioactivas como fenoles o fitoesteroles, micronutrientes esenciales, fibra y proteínas de alta calidad) que podrían desempeñar un papel beneficioso en la salud mental ", explica el estudio.
"En concreto, los frutos secos proporcionan una rica variedad de fitoquímicos biodisponibles que podrían estar asociados a diversos mecanismos, como actividades antiinflamatorias o antioxidantes, implicados en la progresión de procesos patogénicos", remarcan.
Según Bruno Bizzozero-Peroni, de la Universidad de Castilla-La Mancha, coautor de la investigación, "nuestros hallazgos ponen de relieve otro beneficio más del consumo de frutos secos. Esto proporciona una razón aún más sólida para que la gente se entusiasme con el consumo de frutos secos".
En los últimos años, hemos visto cómo las enfermedades de salud mental han pasado a ser asunto de todos. Según el informe de Fundamed (2021), casi 3 millones de personas tienen un diagnóstico de depresión en España (más del 5% de la población), lo que la convierte en la enfermedad mental más prevalente en nuestro país.
Según la investigación existente, las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrir depresión que los hombres, pero son más propensas a buscar tratamiento. Estudios anteriores han demostrado que la dieta puede influir mucho en la depresión, y que los alimentos vegetales ricos en antioxidantes, como las bayas, son beneficiosos.
¿Cuántos frutos secos comían al día para evitar la depresión?
En el estudio español, publicado en la revista Clinical Nutrition de Elsevier, se analizó cómo influía el consumo de frutos secos en las probabilidades de padecer depresión. Los investigadores analizaron los datos de 13.504 británicos de 57 años de edad de media durante más de cinco años.
En ese tiempo se les hizo un seguimiento y también se les preguntó por su dieta entre 2007 y 2012.Los frutos secos que comían incluían almendras sin sal, saladas y tostadas, anacardos, pistachos y cacahuetes.
¿El resultado? Las personas que comían un puñado de 30 gramos de frutos secos al día tenían menos probabilidades de sufrir depresión que las que no comían nada. En palabras del Sr. Bizzozero-Peroni: "Los efectos antiinflamatorios y antioxidantes asociados a la composición nutricional de los frutos secos podrían desempeñar un papel importante en la reducción del riesgo de depresión".
"Además, los frutos secos son ricos en aminoácidos, entre ellos arginina, glutamina, serina y triptófano, y los niveles más bajos de estos aminoácidos se han asociado con la depresión". Además, se observó claramente un menor riesgo de depresión en los adultos con un control de peso adecuado, un estilo de vida saludable y un mejor estado de salud que en sus homólogos .
En conclusión, el consumo de frutos secos de bajo a moderado (>0 a 1 ración de 30 g/día) se asoció con un riesgo de depresión un 17% menor durante un seguimiento de 5,3 años en comparación con la ausencia de consumo de frutos secos en una amplia muestra de adultos británicos de mediana edad y mayores. Esta asociación protectora aumentó en ausencia de otros factores de riesgo conocidos de depresión.
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