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¿Es malo tumbarse en la playa? Consejos para evitar que el dolor de espalda arruine tu verano

Alejandro Blanco, especialista en fisioterapia, anima a no descuidar la postura durante las vacaciones y resuelve las dudas más comunes a la hora de escoger silla de playa

Silla playa verano
Consejos de fisioterapeuta para evitar que el dolor de espalda arruine tu veranoFreepik

Llega el verano, el buen tiempo y los largos periodos tumbados bajo el sol en la playa o en la piscina. Sin embargo, lejos de poder descansar, en numerosas ocasiones nos levantamos con dolor de espalda, lumbares o cuello. La playa puede ser el sitio ideal para descansar, pero si no hacemos las cosas bien, podemos salir más perjudicados que beneficiados.

Alejandro Blanco, fisioterapeuta de la clínica madrileña AzRecovery —en colaboración con Colorbaby, propietaria de la marca de productos para el ocio, deporte y tiempo libre Aktive— anima a no maltratar el cuerpo con posturas que, con el tiempo, pasarán factura.

¿Qué podría pasar? "Si estás mucho tiempo sentado, estás ejerciendo presión continua sobre ciertas zonas duras de tu cuerpo, en las que se pueden generar dolores por compresión, se te pueden dormir las piernas e, incluso, generar úlceras", explica.

Para evitarlo, resolvemos con él algunas dudas y resumimos en 7 los consejos importantes para cuidar de la espalda este verano, como qué debemos tener en cuenta a la hora elegir una silla de playa para tomar esos anhelados baños de sol o si estar tumbado es malo para la columna vertebral.

1. En la arena, ¿tumbarse o sentarse? ¿Qué es mejor?

"Un buen fisioterapeuta siempre te dirá que 'depende'. Cada cuerpo es un mundo y, por lo general, cada persona suele saber qué es lo que le conviene más, aunque la recomendación más general sería sentarse", afirma. Pero, ¿qué pasa si la persona tiene dolor de lumbares, lordosis o escoliosis? "Más que en problemas estructurales, a la hora de realizar generalizaciones, yo me centraría la actividad que realiza", revela.

"Si es poco activa físicamente, tendrá predisposición a problemas de espalda. En ese caso, yo lo que haría sería sentarme y buscaría una silla reclinable. Si es muy activa... que haga lo que quiera. Estar tumbado bocarriba, bocabajo... Lo más importante, en cualquier caso, es cambiar de posición", señala.

2. ¿En qué debes fijarte a la hora de comprar una silla de playa?

Existe una gran cantidad de modelos y tipos de silla en el mercado y, aunque lo parezca, no todas son iguales. Es importante tener en cuenta el material que sea resistente a la humedad, al calor y que se seque rápidamente; su resistencia (el peso que pueden soportar), su comodidad y los extras que la acompañan, como reposacabezas o un respaldo acolchado. Para Alejandro Blanco es básico que la silla de playa sea reclinable.

"Esto potencia el cambio de posición. Existe el mito de 'cómo sentarse bien' o de que hay posturas buenas para los huesos. Realmente, no existen posturas malas, sino posturas sostenidas en el tiempo. Podrías hacer una posición de contorsionista, que no te va a pasar nada, pero si estás 15 minutos así, sí. Pero no hace falta que sea complicada. Con una posición normal, como tumbarse o estar sentado, pasa lo mismo. Por ello, lo recomendable es cambiar de vez en cuando, ir pasando de una postura a otra. Por ello, recomiendo adquirir una reclinable, con opción a ir cambiando el grado de inclinación de la espalda", explica.

Dos sillas de playa regulables, multiposición y con reposacabezas de Aktive
Dos sillas de playa regulables, multiposición y con reposacabezas de AktiveColorbaby

3. ¿Hay que comprar una silla para cada edad?

"Podríamos decir qué sí puesto que hay sillas más pequeñas y estrechas y sillas más grandes y anchas, cada una enfocada más en un rango de edad", comenta el fisioterapeuta. Por ejemplo, debemos evitar situaciones en las que los niños no llegan con los pies al suelo. Pero, en cualquier caso, es clave elegir la silla según nuestra comodidad y preferencias, por lo que no está de más probarla y no elegirla solo por su aspecto.

4. ¿Alta o baja?

Las sillas de playa clásicas tienen una altura de unos 50 cm desde el suelo, pero ahora hay muchos modelos bajitos que rozan casi la arena y que son geniales para leer o disfrutar del paisaje. Sin embargo, debemos tener en cuenta que son menos cómodas para sentarse y levantarse, así que no serán la mejor elección para los más mayores o para personas con movilidad reducida. No obstante, según Alejandro Blanco, "no son mejores ni unas ni otras, en general".

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5. ¿Silla hamaca o tumbona?

De nuevo entran en juego las condiciones físicas de cada persona. Para aquellas con un alto grado de movilidad cualquiera es una buena opción. "Sin embargo, para las personas con dificultades en la movilidad, recomendaría una silla regulable para evitar caídas o imprevistos con las hamacas y/o tumbonas", subraya.

6. Los extras importan

El mercado exhibe una amplia variedad de modelos que incluyen reposacabezas, pequeñas sombrillas que protegen del sol en la cara, cojines para las lumbares y hasta posavasos o mini neveras... El fisioterapeuta indica que "cualquier tipo de soporte para la cabeza, para los brazos, piernas, columna lumbar, preferiblemente acolchados, son una muy buena opción para generar bienestar y comodidad, evitando rozaduras sobre esas zonas en las que el choque mantenido de la silla contra una superficie ósea pudiera generar algún tipo de estrés".

"Sí que recomiendo, para las personas con dolor en las lumbares, que las sillas de playa lleven algún tipo de cojín o soporte lumbar, almohada o algo para que la zona descanse". Y, en general señala que la silla debe contar con "un respaldo cómodo, acolchado si es posible, y con algún tipo de reposacabezas que asegure un mejor descanso del cuello".

7. Y para las embarazadas...

Sillas altas y anchas en las que descansar cómodamente es un buen punto de partida. También hay que considerar la estabilidad, por lo que es clave que tengan las patas anchas que se hundan lo justo en la arena. "Son muy importantes los soportes acoplados a la silla para que las diferentes posiciones en las que se sienten, sean cómodas. Por ejemplo, un buen soporte lumbar y un cojín cómodo que permitan controlar ambas zonas, son unos complementos perfectos".

Si ya has decidido que este verano no puedes pasarlo sin tu silla de playa, Aktive te ofrece un buen número de modelos de todo tipo. Alejandro Blanco anima sobre todo a "buscar lo más cómodo" y a disfrutar del verano: "Eso es lo más importante".