Salud
La verdad sobre si la sauna ayuda a perder peso y retrasa el envejecimiento, a estudio
La ciencia responde: ¿aplicar calor nos ayuda a perder grasa o sólo líquidos? ¿Las saunas tienen beneficios para el envejecimiento en las mujeres?
Las saunas se anuncian en ocasiones como un método eficaz para perder peso y ralentizar los signos del envejecimiento. Sin embargo, ¿hay algo de cierto en ello? Es normal cuestionarse si su atractivo puede ir más allá del calor reconfortante y la relajación. ¿Podemos adelgazar de verdad metiéndonos todos los días en una sauna o lo que pasa realmente es que sólo perdemos el peso del agua que desprendemos? En cualquier caso, ¿reduce la grasa y el perímetro abdominal?
Todas estas preguntas sobre los beneficios de las saunas para adelgazar y para mejorar los procesos biológicos relacionados con el envejecimiento se responden ahora en un nuevo estudio científico. Sus hallazgos se presentaron ayer en Nutrition 2024, la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición, que este año se ha celebrado en Chicago.
Entre los resultados más fascinantes del trabajo, destaca la conclusión de que la aplicación regular de calor mejora la salud metabólica. Lo hace tanto, que puede imitar los efectos de la quema de calorías y la pérdida de grasa en personas adultas mayores. Además, los investigadores indican que tomar una sauna diaria podría ayudar a prevenir el aumento de peso relacionado con la menopausia en las mujeres.
La nueva investigación realizada en ratones envejecidos y con menopausia sugiere que pasar algo de tiempo diario en un ambiente cálido, como una sauna, podría ayudar a los adultos mayores, especialmente a las mujeres, a combatir la obesidad relacionada con la edad. También resalta su capacidad de esquivar la resistencia a la insulina, ayudando a controlar el azúcar en sangre. Por todo ello, el estudio muestra el potencial de los tratamientos con calor (las saunas) como una forma sencilla de promover un envejecimiento más saludable.
Cuánta sauna provocó pérdida de peso
En las mujeres los resultados fueron más significativos. Los investigadores descubrieron que los ratones hembra de más edad que recibían un tratamiento diario de calor de 30 minutos en todo el cuerpo engordaban menos y mostraban un mejor uso de la insulina. No solo eso, los científicos también identificaron el por qué de todo ello y cuáles fueron los procesos biológicos responsables de estos efectos beneficiosos.
«En comparación con los hombres, las mujeres tienen más probabilidades de padecer obesidad o sobrepeso», explica el Dr. Soonkyu Chung, jefe del equipo de investigación y profesor asociado del Departamento de Nutrición de la Universidad de Massachusetts Amherst (Estados Unidos). «Esto es especialmente cierto después de la menopausia, debido a la pérdida de estrógenos en el organismo. Nuestro estudio sugiere que la terapia de calor corporal podría ser una solución eficaz y no invasiva para controlar el aumento de peso y la resistencia a la insulina asociados a la menopausia», concreta.
Por su parte, el científico Rong Fan indica que «la terapia de calor podría ser una opción práctica para quienes tienen un aumento de grasa abdominal y un mayor riesgo de enfermedades metabólicas desencadenadas por los cambios hormonales de la menopausia». En su opinión, «podría integrarse fácilmente en las prácticas rutinarias de atención sanitaria mediante sesiones regulares en saunas, baños calientes o con envolturas térmicas especializadas».
Beneficios de la sauna para el envejecimiento
Para el estudio, se extirparon los ovarios de ratones hembra de edad avanzada con el fin de modelar las condiciones posmenopáusicas. Para inducir el aumento de peso, los ratones recibieron una dieta occidental que contenía un 45% de calorías procedentes de grasas. Un grupo de ratones recibió 30 minutos diarios de tratamiento térmico en una cámara de calor a 40 °C durante 12 semanas, mientras que el otro grupo no recibió tratamiento térmico.
Los ratones que recibieron el tratamiento térmico no mostraron daños en los tejidos y mostraron niveles significativamente reducidos de lactato deshidrogenasa, lo que indica un menor daño tisular relacionado con el envejecimiento. La terapia también mitigó eficazmente el aumento de peso inducido por una dieta rica en grasas.
En comparación con los ratones que no recibieron el tratamiento, los que se sometieron a la terapia de calor mostraron mejoras significativas en la sensibilidad a la insulina y en la señalización de la insulina, así como una menor acumulación de grasa en zonas clave como el hígado y en la grasa parda.
Por qué el calor mejora la pérdida de peso
La principal hipótesis del estudio es que el calor activa la grasa parda o 'grasa buena'. ¿Pero qué es, exactamente? Mientras que el tejido adiposo (la grasa blanca de toda la vida) almacena energía, la grasa parda o marrón es un tipo de grasa metabólicamente activa que ayuda al organismo a quemar más energía y adelgazar. Las investigaciones han demostrado que las personas tienden a perder grasa parda con la edad y al entrar en la menopausia, lo que contribuye a ralentizar el metabolismo.
Además, los científicos también encontraron otra explicación aún más específica. Al estudiar los mecanismos moleculares implicados en los efectos beneficiosos de la terapia con calor, descubrieron que el calor desencadena varios procesos moleculares que ayudan al organismo a utilizar la energía de forma más eficiente y a quemar grasas.
Un actor clave es una proteína conocida como TRPV1, que funciona como canal de iones de calcio en la membrana celular. Cuando el calor la activa, la TRPV1 pone en marcha un proceso conocido como ciclo fútil del calcio, en el que el organismo consume energía (en forma de ATP) para bombear iones de calcio a través de las membranas celulares. Este proceso contribuye a aumentar la cantidad de energía que quema el organismo.
La activación del TRPV1 (y el subsiguiente ciclo del calcio) también estimula la descomposición y la quema de grasas. Esto reduce la acumulación de grasa en tejidos como el hígado y ayuda a mejorar la sensibilidad del organismo a la insulina, que es crucial para la salud metabólica general.
«Esta serie de acontecimientos sugiere que la aplicación regular de calor puede imitar los efectos de la quema de calorías y la pérdida de grasa», afirma Fan. «Podría ser especialmente ventajoso para las personas a las que las actividades físicas les suponen un reto, ya que proporciona una forma relajante de mejorar la salud metabólica», concluye.
Como siempre suele suceder con los estudios científicos, los investigadores señalan que hay que seguir investigando para determinar la duración y la intensidad óptimas de la exposición al calor en las saunas y en ensayos con personas para obtener beneficios para la salud y confirmar su seguridad y eficacia en diversas poblaciones.
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