Bienestar
Cinco grupos de personas para los que el café podría ser perjudicial y deberían evitar su consumo
Aunque el café puede tener numerosos beneficios para la salud, es esencial ajustar su consumo a las condiciones individuales de cada persona
Existe una opinión más o menos consensuada entre la comunidad médica de que un consumo moderado de cafeína se sitúa entre 100 y 300 mg, lo que vienen a ser hasta tres tazas al día, siendo 400 mg la cantidad diaria máxima. A lo largo de los años han surgido multitud de estudios, así como otras suposiciones menos científicas, que nos hablan de que cuando tomamos esta cantidad de café podemos aprovechar todos los efectos positivos, como antioxidantes que combaten el envejecimiento y proporcionan protección contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares, estimula la activación mental, promueve el mejoramiento de la memoria, reduce el riesgo de diabetes tipo 2, provoca la dilatación de los bronquios, mejora los síntomas del asma, disminuye la inflamación hepática, acelera el metabolismo y la quema de grasas, y mejora de la circulación y la elasticidad cutánea, etc.
Sin embargo, superar estas dosis consideradas prudentes (sobre todo si lo hacemos de forma exagerada) puede causar graves problemas de salud como trastornos del sueño, hiperactividad, dolor de cabeza o alteraciones del ritmo cardíaco. Pero ojo, el consumo excesivo no es la única contraindicación para un consumo saludable de café. Hay algunos grupos de personas que deberían limitar el consumo de café y otras bebidas estimulantes, porque su ingesta podría tener efectos secundarios perniciosos para su salud.
1. Personas con trastornos de ansiedad
La cafeína puede tener un impacto significativo en aquellos que ya están lidiando con trastornos de ansiedad. Debido a su naturaleza estimulante, la cafeína puede amplificar los síntomas de la ansiedad, lo que puede llevar a episodios más agudos y a un mayor riesgo para estos individuos. Por lo tanto, es importante que las personas que ya sufren de ansiedad consideren moderar su consumo de cafeína o, en algunos casos, evitarla por completo.
2. Mujeres embarazadas
A pesar de que la investigación sobre el impacto del consumo de cafeína durante el embarazo sigue siendo un tema en constante evolución y desarrollo, la mayoría de las autoridades de salud y los profesionales médicos aconsejan limitar la ingesta de cafeína durante este período. Un consumo elevado de cafeína puede potencialmente aumentar el riesgo de experimentar complicaciones durante el embarazo. Estas complicaciones pueden incluir, pero no se limitan a, situaciones como el parto prematuro y el bajo peso al nacer, y ambos escenarios pueden tener efectos a largo plazo en la salud y el desarrollo del niño.
3. Personas con problemas de insomnio
La cafeína es conocida por su capacidad para dificultar el sueño, por lo que aquellos que tienen dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche deben ser cautelosos con el consumo de café durante todo el día, pero especialmente en las horas de la tarde y la noche. Esto puede resultar inconveniente, porque las personas que padecen insomnio son las que creen que más necesitan el consumo de café y otras bebidas estimulantes para poder funcionar correctamente. Sin embargo, pueden ser muy contraproducente en el largo plazo.
4. Personas con problemas gastrointestinales
El café puede resultar muy irritante para el sistema gastrointestinal. Y puede causar muchos problemas en personas que ya están lidiando con la gastritis, el reflujo ácido o las úlceras pépticas, entre otras afecciones gastrointestinales. Después de consumir café, las personas que padecen estas condiciones pueden notar un incremento en sus molestias y un empeoramiento de sus síntomas. Por lo tanto, sería recomendable que consideren evitar o reducir su consumo de café para prevenir cualquier agravamiento de sus síntomas.
5. Personas con sensibilidad a la cafeína
Antes decíamos que una cantidad de café es que no supere los 400 miligramos diarios de cafeína, pero es una cantidad que debe ajustarse a la respuesta individual de cada persona a la cafeína. Porque está determinada por variables como el sexo, la edad o el peso corporal, pero también por factores genéticos que afectan la capacidad del hígado para metabolizarla y la sensibilidad del sistema nervioso central a sus efectos. Las personas con alta sensibilidad pueden experimentar efectos estimulantes con pequeñas cantidades de cafeína. Es por ello que experimentan efectos secundarios, como nerviosismo, insomnio y dolores de cabeza, incluso con cantidades moderadas de cafeína. Para ellos, evitar el café es a menudo la mejor opción.
En conclusión, aunque el café tiene numerosos beneficios para la salud, es esencial conocer nuestros límites y ajustar el consumo de café a nuestras necesidades y condiciones individuales. Si tienes alguna preocupación específica sobre cómo el café podría afectar tu salud o bienestar, siempre es aconsejable que consultes con un profesional de la salud. Este puede proporcionarte orientación personalizada basada en tu historial médico y tus necesidades de salud actuales.
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