Cómo limpiar los dientes manchados por café: las mejores alternativas según los expertos

El café es una de las bebidas más populares a nivel global. Para muchas personas, es un elemento esencial en su rutina diaria, y su consumo moderado puede ofrecer diversos beneficios para la salud. Aunque es parte del día a día de muchos y ofrece ciertos beneficios para la salud, es importante ser consciente de sus efectos en la salud dental y tomar medidas para minimizar sus impactos negativos.

El amarillamiento dental por esta bebida varía según la cantidad consumida y las características del esmalte de cada persona. Aquellos con esmalte debilitado, ya sea por erosiones, piezas dañadas o bruxismo, son más propensos a desarrollar manchas. Por eso, mantener una buena higiene bucal y visitar al dentista regularmente es clave para disfrutar del café sin comprometer la estética de la sonrisa.

¿Qué le pasa a mis dientes si tomo café?

El café, una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, es un alimento con un bajo nivel de PH, lo que lo convierte en una opción altamente ácida. Esta acidez, sumada a la alta concentración de un tanino, puede provocar el desgaste del esmalte dental y la pérdida del color natural de los dientes.

El consumo excesivo puede dar lugar a otros problemas. Uno de los problemas más comunes es la halitosis, o mal aliento. Esto ocurre porque el café se adhiere no solo a los dientes, sino también a la lengua, lo que puede dejar un olor desagradable en la boca. Otro riesgo asociado es la erosión dental. Cada sorbo puede desgastar el esmalte de los dientes, favoreciendo la acumulación de bacterias en la boca.

Si el café forma parte de tu rutina diaria, es crucial prestar atención a la salud de tus dientes para evitar problemas a largo plazo. Además, el café es ácido y contiene cafeína, lo que lo convierte en un potencial contribuyente a las caries y enfermedades de las encías. Un consumo elevado del café negro, puede resultar en complicaciones dentales que van más allá de una simple decoloración.

Cómo blanquear los dientes después de tomar café

Evitar las manchas de café en los dientes no necesariamente implica renunciar a esta popular bebida. Desde varias clínicas dentales, ofrecen varias recomendaciones para mantener una sonrisa brillante mientras disfrutas de tu café.

• Mantenerse hidratado. Enjuagarte la boca con agua después de beber café ayuda a eliminar los residuos y a combatir el mal aliento. También se sugiere optar por el café con leche, ya que la leche puede mitigar el efecto del café en el esmalte dental. Si prefieres el café negro, usar una pajita puede limitar el contacto con tus dientes.
• Rutina de higiene bucal. Es recomendable esperar unos minutos después de tomar café antes de cepillarse los dientes, ya que hacerlo inmediatamente puede ser agresivo para el esmalte. Limpiar tu boca de manera adecuada tras cada taza de café ayudará a prevenir la acumulación de manchas.
• Reducir el consumo de azúcar. No solo es bueno para la salud general, sino que también ayuda a prevenir caries. Para asegurar la salud de tu sonrisa, programar limpiezas dentales profesionales y revisiones regulares es una de las mejores prácticas que puedes adoptar.
• Utilizar hilo dental. Sirve para eliminar cualquier partícula de café que pueda haber quedado entre tus dientes.

Además, es mejor limitar el consumo a dos tazas al día. Si en este caso es un café helado, se recomienda usar una pajita para reducir el contacto con tus dientes. Por otro lado, en lugar de sorberlo, intenta disfrutar de tu café de una sola vez, de esta manera ayudarás a disminuir la proliferación de bacterias en la boca. Sin embargo, si no puedes cepillarte los dientes en ese momento, una opción es consumir alimentos ricos en fibra como manzanas, peras, zanahorias o apio.

¿Que mancha más los dientes, té o café?

El té y el café son bebidas populares que pueden manchar los dientes, pero el té suele ser aún más propenso a dejar marcas debido a sus niveles elevados de taninos. Estudios sugieren que el té, especialmente el té negro y el té verde, contiene más taninos que el café, lo cual aumenta la probabilidad de manchas más persistentes y visibles en los dientes.

Ambos son ligeramente ácidos, lo que contribuye al desgaste del esmalte con el tiempo, facilitando que los pigmentos se adhieran. Este desgaste, combinado con los taninos presentes en el té, lo convierte en un agente más agresivo para la decoloración dental en comparación con el café.