Investigación

Confirman los beneficios para la salud de hacer ayuno prolongado y cuánto tiempo hay que hacerlo

Un nuevo estudio publicado en "Nature Metabolism" demuestra que hay respuestas positivas del organismo para la salud, pero también indeseadas

Algunos sostienen que el ayuno intermitente es un método más efectivo para perder peso que el déficit calórico constante
Algunos sostienen que el ayuno intermitente es un método más efectivo para perder peso que el déficit calórico constantelarazon

Reducir la ingesta al máximo por decisión propia se ha convertido en una actividad cada vez más frecuente. El ayuno, ya sea para adelgazar o como una manera de ''desintoxicar'' el organismo, es cada vez más habitual y la ciencia también se hace eco de ello.

Una buena prueba es que ahora nuevos hallazgos revelan que el cuerpo sufre cambios sistemáticos significativos en múltiples órganos durante períodos prolongados de ayuno. Los resultados demuestran evidencia de beneficios para la salud más allá de la pérdida de peso, pero también muestran que cualquier cambio que pueda alterar la salud parece ocurrir solo después de tres días sin comer. Así, el estudio, elaborador por la Universidad Queen Mary de Londres y publicado hoy en Nature Metabolism, mejora nuestra comprensión de lo que sucede en todo el cuerpo después de períodos prolongados sin comer.

En concreto, al identificar los posibles beneficios para la salud del ayuno y su base molecular subyacente, investigadores del Instituto de Investigación Universitaria Precision Healthcare (PHURI) de la Universidad Queen Mary de Londres y la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte proporcionan una hoja de ruta para futuras investigaciones que podrían conducir a intervenciones terapéuticas incluso para personas que pueden beneficiarse del ayuno, pero que no pueden someterse a una restricción prolongada o a propuestas que imitan el ayuno, como las dietas cetogénicas.

¿Cómo actúa el ayuno?

Durante milenios, los humanos han desarrollado la capacidad de sobrevivir sin alimentos durante períodos prolongados de tiempo. Millones de personas en todo el mundo practican el ayuno con diferentes fines médicos y culturales, incluidos beneficios para la salud y la pérdida de peso. Está escrito que desde la antigüedad se ha utilizado para tratar enfermedades como la epilepsia y la artritis reumatoide. De hecho, durante el ayuno, el cuerpo cambia su fuente y tipo de energía, pasando de las calorías consumidas a utilizar sus propias reservas de grasa. Sin embargo, más allá de este cambio en las fuentes de combustible, se sabe poco sobre cómo responde el cuerpo a períodos prolongados sin alimentos y los impactos que esto pueda tener en la salud, beneficiosos o adversos. Las nuevas técnicas que permiten a los investigadores medir miles de proteínas que circulan en nuestra sangre brindan la oportunidad de estudiar sistemáticamente y con gran detalle las adaptaciones moleculares al ayuno en humanos. Y ese ha sido el objetivo de este nuevo trabajo.

En concreto, los investigadores siguieron a 12 voluntarios sanos que participaron en un ayuno de siete días únicamente con agua. Los voluntarios fueron monitoreados de cerca diariamente para registrar los cambios en los niveles de alrededor de 3.000 proteínas en la sangre antes, durante y después del ayuno. Al identificar qué proteínas están involucradas en la respuesta del cuerpo, los investigadores podrían predecir los posibles resultados de salud del ayuno prolongado integrando información genética de estudios a gran escala.

Como era de esperar, los investigadores observaron que el cuerpo cambiaba las fuentes de energía (de glucosa a grasa almacenada en el cuerpo) dentro de los primeros dos o tres días de ayuno. Los voluntarios perdieron una media de 5,7 kg tanto de masa grasa como de masa magra. Después de tres días de comer después del ayuno, el peso se mantuvo: la pérdida de masa magra se revirtió casi por completo, pero la masa grasa se mantuvo.

Así, por primera vez, los investigadores observaron que el cuerpo experimentaba cambios distintos en los niveles de proteínas después de aproximadamente tres días de ayuno, lo que indica una respuesta de todo el cuerpo a la restricción calórica completa. En general, una de cada tres de las proteínas medidas cambió significativamente durante el ayuno en todos los órganos principales. Estos cambios fueron consistentes entre los voluntarios, pero hubo firmas distintivas del ayuno que iban más allá de la pérdida de peso, como cambios en las proteínas que forman la estructura de soporte de las neuronas en el cerebro.

“Por primera vez, podemos ver lo qué sucede a nivel molecular en todo el cuerpo cuando ayunamos. El ayuno, cuando se realiza de forma segura, es una intervención eficaz para perder peso. Las dietas populares que incorporan el ayuno (como el ayuno intermitente) afirman tener beneficios para la salud más allá de la pérdida de peso. Nuestros resultados proporcionan evidencia de los beneficios del ayuno para la salud más allá de la pérdida de peso, pero estos sólo fueron visibles después de tres días de restricción calórica total, más tarde de lo que pensábamos anteriormente”, reconoce Claudia Langenberg, directora del Instituto de Investigación Universitario de Salud de Precisión de Queen Mary (PHURI).

Por su parte, Maik Pietzner, presidente de datos de salud de PHURI y codirector del grupo de medicina computacional del Instituto de Salud de Berlín en Charité, destaca que “nuestros hallazgos han proporcionado una base para algunos conocimientos antiguos sobre por qué se utiliza el ayuno para ciertas condiciones. Si bien el ayuno puede ser beneficioso para tratar algunas afecciones, muchas veces el ayuno no será una opción para los pacientes que padecen problemas de salud. Esperamos que estos hallazgos puedan proporcionar información sobre por qué el ayuno es beneficioso en ciertos casos, que luego pueda usarse para desarrollar tratamientos que los pacientes puedan realizar”.