Entrevista

«Para el destete hay que reducir poco a poco las tomas y ser paciente»

"Entre el 30 y 40% de las madres lactantes sufren grietas, pese a que puede prevenirse", explica a la sección "10 preguntas" Antonio Rivera, coordinador del Servicio de Matronas del Hospital Quirónsalud Córdoba

Antonio Rivera
Antonio RiveraQuirónsalud

1. El Hospital Quirónsalud Córdoba ha obtenido la acreditación de la segunda fase, denominada fase 2D, de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN). ¿En qué consiste?

La fase 2D busca garantizar que todos los procedimientos hospitalarios apoyen activamente la lactancia materna y el nacimiento respetado. Para lograr esta acreditación, el hospital debe cumplir con una serie de criterios exigentes, como la formación de los profesionales en lactancia, la implementación de protocolos basados en evidencia y la promoción del contacto piel con piel inmediato tras el parto. En esencia, se trata de ofrecer un entorno que fomente el bienestar de la madre y el bebé, respetando sus necesidades y derechos.

2. ¿Cuáles son los problemas más frecuentes de la lactancia materna?

Las grietas y dolor en los pezones, generalmente por un mal agarre; congestión mamaria, que ocurre cuando el pecho no se vacía adecuadamente; mastitis, una inflamación del tejido mamario, a veces acompañada de infección; frenillo lingual corto en el bebé, que puede dificultar la succión, y dudas o falta de confianza de la madre, lo cual afecta el inicio o continuidad de la lactancia. Es fundamental que las madres reciban apoyo profesional desde el principio para prevenir y abordar estas dificultades.

3. ¿Cuántas mujeres que dan el pecho acaban teniendo grietas dolorosas?

Se estima que alrededor del 30-40% de las madres lactantes experimentan grietas o alguna complicación en algún momento, sobre todo durante las primeras semanas. Sin embargo, este problema puede prevenirse con un correcto asesoramiento sobre la postura y el agarre.

4. ¿Cómo debe agarrar el bebé para evitar grietas?

Un buen agarre es clave para evitar grietas. Hay que asegurarse de que el bebé abra bien la boca, con los labios evertidos (hacia afuera); tome no solo el pezón, sino también una buena parte de la areola, especialmente la parte inferior; la lengua del bebé quede colocada debajo del pezón y el mentón esté en contacto con el pecho, y que el cuerpo del bebé esté bien alineado con el de la madre, evitando giros incómodos. Una vez colocado, el agarre no debería causar dolor continuo.

5. ¿Cómo aliviar las grietas?

Además de las cremas de lanolina y aceite de oliva, se pueden utilizar parches hidrogel, que calman el dolor y favorecen la cicatrización; leche materna o calostro sobre el pezón tras cada toma, ya que tiene propiedades regenerativas, y revisar y corregir el agarre con ayuda de un profesional, ya que es la solución más efectiva a largo plazo. En casos muy graves y previo asesoramiento, puede ser necesario reducir temporalmente las tomas directas y usar un sacaleches.

6. Sí, los parches de hidrogel son «mágicos». ¿Cómo hay que situarse para facilitar las tomas?

Durante las primeras semanas, la posición más cómoda suele ser la posición tumbada o acunada, tanto para la madre como para el bebé, dependiendo del tipo de parto y las preferencias personales. Más adelante, cuando el bebé tiene más control de su cuello (a partir de 2-3 meses), las madres suelen preferir otras posiciones como la fisiológica. Lo importante es que ambas estén cómodas y el bebé tenga un buen agarre.

7. ¿Qué hacer en caso de mastitis leve? ¿Cuándo ir al médico?

En una mastitis leve, siempre diagnosticada por un profesional experto matrona IBCLC (International Board of Lactation Consultant Examiners), se recomienda seguir amamantando para vaciar el pecho; aplicar calor local antes de las tomas y frío después para reducir la inflamación, y masajear suavemente la zona afectada desde la base del pecho hacia el pezón. Debe acudir al médico si tiene fiebre alta o síntomas gripales; el dolor persiste o empeora tras 24-48 horas, o si nota un bulto duro que no disminuye con el vaciado.

8. ¿Se puede amamantar, aunque la leche sea de color marrón, por ejemplo?

Sí, el color de la leche no afecta su calidad ni su seguridad para el bebé. Una leche marrón, rosada o con trazas de sangre puede deberse a pequeñas fisuras en el pezón o al síndrome del conducto oxidado. Aunque puede ser alarmante para las madres, generalmente no representa ningún peligro y no requiere interrumpir la lactancia. Ante cualquier duda se recomienda acudir a un profesional experto como una matrona IBCLC.

9. ¿Cuántos colores puede tener la leche? y ¿a qué se deben?

La leche materna puede variar en color. Así, puede ser amarilla o dorada por el calostro, rico en anticuerpos; blanca o azul claro en el caso de leche madura inicial; blanca cremosa, que es la leche al final de la toma, más rica en grasas; rosa, roja o marrón: por trazas de sangre (fisuras o conducto oxidado), y verde, por influencias de la dieta, como alimentos con colorantes naturales o suplementos. Estas variaciones son normales, aunque si persisten y generan dudas, se debe consultar con la matrona.

10. ¿Cómo facilitar el destete, especialmente después de los dos años?

El destete, especialmente tras los dos años, debe ser gradual: introducir cambios en la rutina para que el bebé asocie otros momentos con el consuelo, como leer un cuento o cantar una canción antes de dormir; reducir poco a poco las tomas, empezando por las menos importantes para el bebé, y ofrecer alternativas como un vaso con leche o alimentos sólidos. Hay que estar preparada para momentos de resistencia emocional, y mantener una actitud calmada y consistente. La clave es la paciencia y la comunicación con el niño, entendiendo que es un proceso que requiere tiempo y amor.