Dietas
¿Qué hay que comer para tener una buena salud visual?
Nuevas evidencias científicas apoya el uso de nutracéuticos capaces de enlentecer algunos problemas oftalmológicos
El sentido de la vista es, probablemente, el que más impacto tiene en la calidad de vida de una persona, de ahí que cuidar de él a través de revisiones periódicas sea imprescindible para evitar algunas de las patologías visuales más comunes. Sin embargo, a diario también podemos poner un granito de arena en este desafío, con gestos tan sencillos como nuestra dieta. «La alimentación influye de manera directa en la visión. Es recomendable seguir una dieta sana y equilibrada a cualquier edad para promover una buena salud visual y tener menor riesgo de desarrollar patologías oculares», asegura María Rodrigo, óptico-optometrista especializada en el efecto de la nutrición en la visión.
Y así lo ratifica Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), quien asegura que «la nutrición afecta a todas las partes del organismo, desde las uñas hasta la retina, pero en relación con la salud visual hay dos ejes fundamentales: los procesos de envejecimiento que afectan a las estructuras del ojo y su entorno y en el que los alimentos ricos en antioxidantes serían imprescindibles, y, por otro, la repercusión que tienen en el ojo patologías sistémicas que mejoran con una dieta saludable, como la obesidad, la hipertensión o el colesterol alto».
Tal y como advierte Rodrigo, «los problemas de visión más susceptibles a la dieta son principalmente aquellas enfermedades oculares asociadas con el estrés oxidativo, la inflamación y el envejecimiento, como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), las cataratas y el glaucoma». Por ello, los expertos coinciden en que «llevar una alimentación saludable disminuye el riesgo de padecer enfermedades oculares o, en caso de tener ya cierto desarrollo, nos puede ayudar a ralentizarlo», asegura Rodrigo. En este sentido, el presidente de la SENC es rotundo: «Debemos comer alimentos con una función antioxidante: frutos rojos, sandía, bayas de goji, uvas... Son ricos en polifenoles y flavonoides con un gran impacto antioxidante y la recomendación sería una ración diaria».
También ayudan la luteína y la zeaxantina, pigmentos de color amarillo, solubles en grasa, que se concentran en la mácula, que es la parte central de la retina, la que nos permite tener visión aguda. «Resultan fundamentales frente a la degeneración macular y están presentes en alimentos de tonos anaranjados y amarillos, como el maíz, las naranjas, el mango, las semillas de trigo...», detalla Aranceta. Por último, para fortalecer las estructuras de las membranas visuales «hay que hidratarse bien e incorporar ácidos grasos omega 3, presentes en pescados azules como salmón, anchoas, sardinas... Y si se considera oportuno también se puede suplementar», recomienda Aranceta. Y es que «se ha suscitado un gran interés por investigar el papel de los antioxidantes en la dieta y los potenciales efectos terapéuticos beneficiosos de la suplementación con vitaminas y minerales como estrategia para la prevención y control de los problemas visuales», avanza el presidente de SENC. Sin embargo, la óptica-optometrista aclara que «sería recomendable optar por esa suplementación en personas cuyos niveles puedan hallarse reducidos para asegurar un aporte mínimo diario, ya sea por padecer alguna patología, por la edad o por una mala dieta».
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