Opinión
Ultraprocesados: una bomba para la salud (2)
Un amplio estudio realizado a lo largo de 19 años demostró una mortalidad un 31% mayor entre los que más consumen estos alimentos
Los alimentos procesados son más densos en nutrientes que los ultraprocesados y, por lo general, están menos refinados, tienen pocos o ningún aditivo y suelen ser más sanos. Ejemplos de alimentos procesados son el pan integral, el aceite de oliva virgen extra y el tofu.
El ultraprocesamiento provoca problemas de salud y las consecuencias son nefastas. Un amplio estudio realizado a lo largo de 19 años demostró una mortalidad un 31% mayor entre los mayores consumidores de estos alimentos. Las enfermedades relacionadas incluyen un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y demencia.
Su consumo está muy extendido. Según datos recientes, el 57% de la ingesta calórica de los adultos procede de los ultraprocesados. En el caso de los niños, el porcentaje es aún mayor: el 67% de sus calorías diarias. Estas alarmantes estadísticas explican en gran medida la prevalencia sin precedentes de obesidad o diabetes tipo 2.
Estos productos son la tormenta perfecta para fomentar el consumo excesivo y el aumento de peso: están diseñados en laboratorio para maximizar su atractivo, son densos en calorías y tienen poca o ninguna fibra u otros nutrientes saludables. Los problemas son aún más graves para las personas con menos renta económica, ya que las limitaciones de asequibilidad de alimentos nutritivos conducen a su consumo elevado.
La etiqueta de estos alimentos lo dice todo: suelen contener una larga lista de ingredientes, la mayoría de los cuales no se utilizan en la cocina casera y resultarían más familiares en un laboratorio de química. Algunos ejemplos son muchos tipos de aperitivos envasados, cereales de desayuno, comidas preparadas y bebidas azucaradas.
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