Salud mental
El 15% de los adolescentes se autolesiona de manera habitual
Los sistemas sanitarios no están preparados para dar respuesta a los menores y jóvenes con este problema. Un informe de "The Lancet Commission" pone el foco en una conducta en constante aumento
La autolesión se define como un daño intencional sobre uno mismo, en forma de cortes, quemaduras o pinchazos. Se trata de una conducta y no un diagnóstico, y son muchas y variadas las causas subyacentes. A nivel global, se producen al menos 14 millones de episodios de lesiones actualmente, con una ratio de 60 por cada 100.000 habitantes al año.
Las cifras más preocupantes se observan en adolescentes y jóvenes, con al menos un 15% de este colectivo autolesionándose sin intención suicida de modo habitual, es decir, uno de cada 6. Unos datos sin duda a la baja, debido a la falta de informes y de sistemas de vigilancia rutinarios para monitorizar esta conducta.
Además, el 16% de los que informan de un episodio de autolesión ya lo había hecho anteriormente, y la mitad de las personas que se suicidan tiene un historial previo de autolesiones.
El problema es de tal calado que ha merecido la atención de "The Lancet Commission", el "comité de sabios" internacional de la famosa revista científica con mayor autoridad en sus recomendaciones, para muchos países por encima incluso de las de la Organización Mundial de la Salud.
En España, 1 de cada 4
En España, la situación es aún peor. Según un estudio reciente realizado con población universitaria (entre 18 y 30 años) en Cataluña, el 30% de los participantes habían tenido algún episodio de daño autoinfligido en los últimos 12 meses, es decir, uno de cada 4. La pandemia de covid no es la responsable del aumento de esta conducta. Ya en 2015 especialistas de siete hospitales de Cataluña empezaron a organizarse ante la avalancha de casos de autolesiones que llegaban a Urgencias.
En 2016 formaron el grupo Greta para avanzar en el conocimiento de la Autolesión no Suicida (ANS).
"Hay dos grandes motivos para autolesionarse. El primero y más frecuente es el intrapersonal, en el que la autolesión me va bien como estrategia para manejar las emociones negativas», explica Juan Carlos Pascual, psiquiatra de las unidades de Trastorno Límite y de Adicciones Comportamentales en el servicio de Psiquiatría del Hospital de Sant Pau, en Barcelona, y miembro de Greta."El segundo, menos frecuente, es el interpersonal, es decir, que el comportamiento autolesivo se usa como modo de comunicar a los demás tu malestar. Puede ser o bien una manera de pedir ayuda o de manifestar tu dolor ante algo que ha sucedido (una discusión fuerte de pareja, por ejemplo)".
El experto señala que en estudios de seguimiento han visto que, en la mayoría de las ocasiones, la conducta es esporádica, "igual que han empezado a hacerlo dejan de hacerlo", explica. "Los que nos preocupan, obviamente, son los que lo hacen habitualmente, porque a medio y largo plazo, experimentan consecuencias negativas (como el estigma). Cuando empiezan a verlas, ya sea que las ven por sí mismos o reciben apoyo familiar, de amistades o psicosanitario, el mecanismo de alivio que les produce la autolesión deja de compensar», detalla.
Según los especialistas, los adolescentes imitan este comportamiento de sus pares o de lo que ven en Internet porque "funciona", ya que les permite liberarse del dolor psicológico en una etapa de la vida en la que lo experimentan de un modo muy intenso.
"Lo que no sabemos es por qué estamos viviendo este aumento tan llamativo de casos de esta conducta. La única forma de entender ese crecimiento es que es algo que se disemina por las redes sociales y el boca a boca", afirma Víctor Pérez, psiquiatra y presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental.
Acceso al sistema sanitario
El informe de "The Lancet Commission" hace 12 recomendaciones para los Gobiernos, las administraciones sanitarias, los medios de comunicación y la sociedad en general. Si se implementan podrían, a su juicio, transformar las vidas de las personas que se autolesionan.
Entre ellas se encuentran algunas como una mejor integración de servicios y dotación de personal que garantice que las personas que se autolesionan repetidamente reciban la ayuda que necesitan o formar a los profesionales de la salud y la atención social en la evaluación y el manejo compasivo de las autolesiones.
"Una de las recomendaciones más importantes que hace la Comisión es que tenemos que dejar de ver esto como algo caprichoso que debe ser contestado de forma punitiva y verlo desde la necesidad abrir los servicios sanitarios para que estas personas tengan acceso rápido y adecuado a ayuda y soporte", explica Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid.
En opinión de Pascual, "en España estamos en pañales en lo que es una óptima atención a los problemas de salud mental de los adolescentes y jóvenes. No hay una red de atención que pueda darles apoyo. Nos están pidiendo ayuda y no tenemos un sistema adaptado a ellos, que conecte con sus necesidades".
Más amigos reales y menos redes sociales
Algo que se ha visto en los estudios de seguimiento es que uno de los factores protectores más importantes frente al comportamiento autolesivo es puntuar alto en apoyo social percibido. "Este concepto se refiere a la cuadrilla, mis amigos de toda la vida, mis pares que me apoyan cuando estoy mal", explica Pascual.
Está demostrado que los perfiles que más se autolesionan puntúan mucho más bajo en apoyo social percibido. Por ello, los especialistas recomiendan a los padres estar atentos a estas redes de apoyo. "Si tu hijo se pasa el día solo y encerrado en su habitación, jugando o chateando con amigos virtuales, hay que tomar partido".
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