¿Tus hijos tienen muchas pataletas? Esta es la receta para acabar con ellas, según la ciencia

Un estudio de la Universidad de Cambridge publicado en la revista “People and Nature Journal”, reunió a 376 familias con niños de entre tres a siete años para realizar un seguimiento sobre la frecuencia e intensidad de las rabietas de los pequeños, y sobre las rutinas y hábitos que podían favorecerlos. Asimismo, se les preguntó si durante los episodios se dirigían con frecuencia hacia otros niños, o si robaban, engañaban o mentían.

Curiosamente, aquellos niños más interesados en pasar más tiempo en la naturaleza, tenían menos problemas emocionales y de comportamiento que aquellos que no pasaban mucho tiempo jugando al aire libre, en parques o en jardines.

Trastorno por déficit de naturaleza

Samantha Friedman, la directora del estudio y profesora de la Universidad de Cambridge, explicó que “el acceso y el compromiso con la naturaleza se asocia a una amplia gama de beneficios en niños y adultos, incluida la reducción de los niveles de ansiedad y depresión, así como una reducción del estrés”. Los niños que pasan más tiempo al aire libre (y menos frente a una pantalla) son más felices, prestan más atención y son menos ansiosos que aquellos que se quedan en casa.

En los juegos al aire libre hay mucha menos estructura, por lo que es una actividad que fomenta la creatividad y la imaginación. Y además, tienen más posibilidades de practicar el manejo de sus propias acciones, enseñándolos a ser responsables y cuidadosos al interactuar con otros niños. Y sobre todo, esta es la única forma de evitar que los niños tengan una vida sedentaria.

Algo tan simple como dar un paseo en los alrededores de nuestra casa o sentarse en un banco durante diez minutos al día, puede ser suficiente para ayudar a los niños a conectar más con la naturaleza, y en consecuencia, a eliminar ansiedades innecesarias, según apunta la doctora Friedman.

Consejos para volver a la naturaleza

Hay algunas recomendaciones que debes tener en cuenta cuando salgas a pasear con los niños:

1. Confía en ellos

Es importante dar autonomía a los niños para que aprendan a ser autosuficientes (dentro de unos límites, claro). Es normal sentir el impulso de acompañarlos constantemente para vigilar que están a salvo, pero también deben aprender a sufrir las consecuencias de sus actos.

2. Elige rutas donde podáis aprender

Caminos sencillos, con pocos obstáculos y, sobre todo, trayectos donde los pequeños puedan encontrar cosas que les llamen la atención. Si conseguimos que los niños disfruten de un paseo, conseguiremos que quieran repetirlo. También es una buena oportunidad para explicarles las cosas que nos vamos encontrando (o aprenderlas nosotros).

3. Sin prisas

Si salimos a disfrutar de la naturaleza, es precisamente eso lo que debemos hacer; dejando de lado cualquier otra distracción, como las preocupaciones del trabajo, por ejemplo. Es importante que planifiquemos nuestro día para no ir con prisas mientras paseamos. Deja que los niños se tomen su tiempo y se paren a observar lo que les interesa.

4. Enséñale a respetar la naturaleza

Los niños mostrarán curiosidad por los pájaros, los peces y los insectos de forma natural, sin que tengas que hacer nada para procurarlo; y ese es un buen momento para aprender porqué es importante que respetemos de la naturaleza y que cuidemos de todos los seres que viven en ella.

5. Trae la naturaleza a casa

A medida que pasa el tiempo, los niños cada vez están más y más alejados de la vida natural. Cuando llegamos a casa, los pequeños van automáticamente a por la primera pantalla que se cruza en su camino. Y es algo normal, los aparatos electrónicos tienen la capacidad de atraparnos a todos... independientemente de nuestra edad.

Pero deberíamos ser prudentes con el tiempo que pasan nuestros hijos delante del televisor, del ipad o del móvil. Una buena alternativa es preparar con ellos comederos de pájaros, macetas, terrarios o peceras.