La primera mascarilla que mata al COVID-19

Parece que, poco a poco, la nueva normalidad va haciendo acto de presencia. Lo acabamos de notar, tras la reapertura de las fronteras y el éxito de las reservas hoteleras en España. Sin embargo, uno de los mayores temores es la posibilidad de que se produzca un rebrote. Ya se está viendo en algunas ciudades chicas, de ahí que los distintos mecanismos de protección se hayan vuelto esenciales en nuestras vidas. Ese es el caso de las mascarillas, con las que vamos a tener que convivir durante un tiempo. Así lo puso de manifiesto el Consejo de Ministros el pasado 9 de junio, cuando aprobó el decreto de medidas para la nueva normalidad que establece que el uso de las mismas será de caracter obligatorio hasta que se encuentre una vacuna o tratamiento efectivo. De ahí que muchas empresas estén intentado dar con la fórmula perfecta. La de Livinguard, en ese sentido, se acerca bastante.

Su mayor virtud es neutralizar el COVID-19. Sí, la principal función de esta mascarilla no es evitar su entrada o la salida de un organismo, sino directamente acabar con él. Tal y como recoge el portal Express Computer, lo hace con una precisión del 99,9%, lo que reduciría al mínimo la capacidad de propagación del virus. Para conseguirlo, este invento, que ha sido desarrollado por el empresario indio Sanjeev Swamy, cuenta con una tela de fabricación especial.

¿En qué consiste? Se trata de un tejido con carga positiva que, cuando entra en contacto con el coronavirus, lo elimina directamente por su carga negativa. Según la propia empresa, las pruebas ya se han realizado con éxito y se ha llevado a cabo por investigadores de la Universidad Libre de Berlín y del Instituto de Higiene Animal y Salud Ambiental. “Estas máscaras pueden desactivar continuamente los virus exhalados y pueden hacer que su uso sea más seguro”, aseguran. A diferencia de otras mascarillas anteriormente reseñadas, la de Swamy no sólo conseguiría frenar su expansión, sino que además llegaría a acabar con el SARS-CoV-2.

La mascarilla está compuesta de tres capas, de las que la más importante es la externa: se llama Tripellent y es la encargada de eliminar el virus. Otras de sus virtudes es que esta fabricada en su mayoría con algodón, lo que aumenta su vida útil considerablemente y mantiene intactas sus propiedades. En concreto, durante 210 usos. Muchísimo, si tenemos en cuenta que los protectores quirúrgicos tan sólo pueden utilizarse una única vez. Está previsto que llegue primero a India, de donde es su creador, y posteriormente se expanda al resto de países.