IFA: Este reloj soporta las condiciones del espacio, aunque tiene problemas terrenales

Un año atrás hablamos del T-Rex Pro, de Amazfit, como uno de los relojes inteligentes más duros del mercado. Y ahora en IFA tuvimos la oportunidad de entrar en contacto con el último miembro de la familia, el T-Rex 2. En lo estético hay pocas novedades respecto a la versión Pro y al primero de la serie: es un dispositivo hecho para enfrentarse a las situaciones más exigentes (al menos a casi todas), con una resistencia de 10 ATM (se puede descender hasta los 100 metros de profundidad) y un cuadro muy similar con los cuatro botones característicos y unos colores y correas muy similares.

Las diferencias están en la pantalla (AMOLED de 1,39 pulgadas contra AMOLED de 1,3 pulgadas) y en la batería (500 mAh contra 390 mAh). Precisamente esta última característica es una de las propiedades más interesantes de este reloj: su batería tiene el potencial para durar, tranquilamente, dos semanas como mínimo y con un uso exigente. Si a eso le sumamos que se carga por completo en una hora, las prestaciones en este apartado, son muy buenas.

De acuerdo con el manual del T-Rex 2, el reloj ha pasado el protocolo de resistencia MIL-STD-810G, al menos en 15 de las 29 pruebas. Pero no sabemos cuáles exactamente. Lo que sí se sabe es que resiste temperaturas de hasta 70ºC y de -40ºC. Y que sigue funcionando sin problema después de haber ascendido hasta los 35 km sobre el nivel del mar, a bordo de un globo y con una cámara en la que se controlaban todas sus funciones. Resiste la abrasión de ciertos materiales, la exposición a elementos que pueden resultar corrosivos… Parece indestructible pero pese a su viaje al espacio tiene algunos problemas muy terrenales. En el apartado 12 de sus especificaciones se puede leer: “es resistente a salpicaduras, nieve, ducharse, nadar o practicar deportes acuáticos de alta velocidad. Ha superado las pruebas externas realizadas por el SGS, y el número de informe es SWT2204-36. Quítate el reloj cuando vayas a darte una ducha, un baño caliente o entrar en una sauna, dado que la gran cantidad de vapor puede afectar el sellado y hacer que se deteriore el nivel de impermeabilidad en el futuro”. Si bien la conjunción de vapor y altas temperaturas puede perjudicar diferentes aspectos de un pegamento, llama la atención que ocurra esto en un reloj con estas cualidades. Si sucede algo parecido en otros, no lo sabemos ya que ni Suunto ni Garmin mencionan este problema.

Otro aspecto digno de analizar es el sistema operativo. Tiene compatibilidad con la mayoría de las aplicaciones de uso más frecuente, pero se hace un lío con algunos deportes (probablemente por poner tantos en el catálogo, en total 150) y le cuesta diferenciar entre algunos de ellos. Permite leer mensajes y escuchar las llamadas, pero no responder a ninguna.

Al igual que la mayoría de relojes en el mismo segmento que el T-Rex 2, sus sensores necesitan de una ubicación bastante específica para funcionar correctamente: llevarlo suelto o en el espacio entre la mano y la muñeca puede alterar los resultados. Debe estar justo por encima de la articulación y ajustado a la piel. Lo bueno es que podemos cambiar la correa si nos apetece personalizarlo.

Otros aspectos positivos son la pantalla y su muy buena capacidad para actuar en entornos de luz directa. También hay que destacar el trabajo en el GPS del reloj: su compatibilidad con cinco sistemas de posicionamiento por satélite, lo convierte en un referente.

Las funciones más vinculadas a la salud, como la medición de oxígeno en sangre, la frecuencia cardíaca y demás, son bastante buenas… siempre que ubiquemos el reloj en el sitio correcto. Y la idea de utilizar la detección automática para 8 deportes distintos (carrera al aire libre, caminata, cinta de correr, caminata en interior, ciclismo, natación en piscina, máquina de remo y elíptica) es un acierto. Sobre todo si lo comparamos con la detección de otros deportes, que puede ser algo compleja.

Muy profunda también es la cantidad de información que recibimos del GPS (ruta, velocidad, tiempo completo o parcial, altitud, etc.) y se vuelca directamente en la app propia. Es un reloj que no está concebido para la vida urbana, le gusta más el contacto con la naturaleza que con las redes sociales y quienes busquen lo primero tendrán un aliado interesante.

Está disponible en verde, negro y arena por €229,90.