Invasión

Rusia moderniza su lanzallamas termobárico TOS-1A, capaz de vaporizar cuerpos humanos, para “causar más daño”

Este arma fue diseñada como un vehículo de apoyo, pero la experiencia demuestra que va a la vanguardia y, tras cumplir la misión de combate asignada, las tropas van más allá

Moscú moviliza lanzacohetes pesados TOS-1A capaces de disparar una de las armas más destructivas
Moscú moviliza lanzacohetes pesados TOS-1A capaces de disparar una de las armas más destructivasLa Razón

Al inicio de la invasión de Ucrania, su presencia fue muy comentado por tratarse de una de las armas más destructivas del arsenal del Ejércirto ruso: el lanzallamas TOS-1, un lanzacohetes de varios cañones montado en el chasis de un tanque, capaz de disparar misiles termobáricos y desencadenar una pared de fuego que absorbe el oxígeno del espacio cerrado y mata mediante la onda de expansión o por asfixia a los ocupantes de los objetivos alcanzados.

Sin embargo, conforme fueron pasando los meses, y tal y como le ha ocurrido a otras armas anunciadas a bombo y platillo por el Kremlim, su presencia se fue diluyendo hasta casi habernos olvidado del TOS-1, calificada por algunos expertos militares como el arma no nuclear más poderosa de Rusia,

Quizás porque no había un número suficiente de estos lanzallamas, quizás porque no dio los resultados previstos, el caso es que Rusia está trabajando para aumentar el alcance y la precisión de fuego del sistema TOS-1A Solntsepek (”Sol ardiente” en español). Según el canal de televisión Zvezda, Denis Petrov, especialista jefe de la planta de ingeniería de transporte de Omsk (Omsktransmash), ha explicado que “el objetivo es aumentar el campo de tiro y su precisión, así como en simplificar el proceso de apuntar al objetivo y completar la tarea. Fundamental se trata de aumentar el daño”.

Según el especialista jefe, durante una operación militar especial en Ucrania, el TOS-1A se utiliza en la vanguardia. “Inicialmente, la máquina fue diseñada como un vehículo de apoyo, pero la experiencia demuestra que, por regla general, está a la vanguardia. Y después de cumplir la misión de combate asignada, las tropas van más allá”, explicó. Y es que, tal y como explica Petrov, se ha tomado esta decisión porque una de las claves del TOS-1A es que, una vez que este sistema lanzallamas pesado dispara un misil termobárico, “es imposible esconderse: su efecto penetra en todas partes”.

Así es la lanzallamas más letal de Rusia
Así es la lanzallamas más letal de RusiaLa Razón

El pasado mes de septiembre, un lote de TOS-1A Solntsepek fue entregado al Ministerio de Defensa. Como parte de la modernización desarrollada en Omsktransmash, los TOS-1A reciben equipos de lanzamiento modernos, protección dinámica incorporada mejorada, un sistema de navegación GPS/Glonass y otras mejoras de las que no se quiso dar más detalles, aunque una de ellas podría ser la instalación de un nuevo sistema y equipo de comunicación para un segmento cerrado de transmisión de datos, que permita la integración de TOS en sistemas de control automático (ACS) del nivel táctico.

Katyusha (TOS-1)
Katyusha (TOS-1)La Razón

Dado que el alcance de destrucción de estos sistemas es de solo seis kilómetros, los sistemas de artillería funcionan bajo la protección de los carros de combate principales, ya que no pueden disparar desde una distancia segura. Conscientes las Fuerzas Armadas rusas que el ejército ucraniano busca específicamente la destrucción de estos sistemas de lanzallamas, tras una salva de disparos, el vehículo cambia rápidamente de posición y se va a recargar.

El rasgo fundamental de esta arma es la munición de explosión volumétrica, que libera una nube de aerosol sobre el objetivo quemando el oxígeno atmosférico. También se conocen como bombas de aerosol o bombas de vacío. Es especialmente eficaz para destruir al enemigo en refugios (las paredes de un búnker no son un obstáculo para el aerosol) y en las montañas, donde las ondas explosivas reflejadas por las rocas se superponen, intensificándose.

El TOS-1 se usó por primera vez durante la guerra soviética en Afganistán, también se desplegó en Chechenia y la guerra civil siria. En 2003, el entonces secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, confirmó en una intervención ante el Congreso que durante la guerra de Irak EEUU empleó misiles modelo Hellfire “termobáricos”.

Este mortífero lanzallamas puede lanzar dos tipos de ojivas: explosivos incendiarios y de combustible y aire. Estos últimos, también llamados cohetes de vacío o termobáricos, funcionan utilizando el oxígeno del aire circundante para generar una explosión de alta temperatura.

El sistema es extremadamente eficaz contra enemigos atrincherados, también para derribar edificios y búnkeres. Son mucho más destructivos que los explosivos convencionales ya que tienen la capacidad de generar un efecto de calor y presión masiva, con una gran precisión en un solo punto, garantizando la completa eliminación del blanco. Otras fuentes expertas en temas militares aseguran que las armas termobáricas pueden vaporizar cuerpos humanos y aplastar órganos internos.