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Así es el dron de época soviética Tu-141 Strinzh que habría usado Ucrania contra las bases aéreas rusas

De confirmarse, esta aeronave no tripulada cargada con explosivos habría recorrido cientos de kilómetros saltándose los controles rusos

Imagen de archivo de un Tu-141 Stenzh
Imagen de archivo de un Tu-141 StenzhWikimedia Commons

La noticia saltaba ayer: dos aeropuertos militares de Rusia sufrían sospechosas explosiones que podrían ser consecuencia de ataques del Ejército ucraniano. Poco después el Ministerio de Defensa ruso emitía un comunicado en el que aseguraba que había derribado drones ucranianos “de fabricación soviética” que habrían atacado estas dos bases aéreas y que tres soldados rusos murieron entre los escombros en los ataques. Otros cuatro militares rusos resultaron heridos por fragmentos de los drones que fueron interceptados en las bases de las regiones de Saratov y Ryazan, según la misma fuente. Los drones, según fuentes rusos podrían ser del modelo Tu-141 Strinzh.

El ministerio agregó que dos aviones rusos resultaron levemente dañados por fragmentos de aviones no tripulados, refiriéndose probablemente a los dos Tu-95 que podrían estar cargados con misiles de crucero y bombas y preparados para llevar a cabo ataques sobre territorio ucraniano.

Más allá de los daños causados, en Moscú saltaban todas las alarmas por el mero hecho de que Ucrania hubiese sido capaz de atacar dos importantes bases aéres sobre territorio ruso. Analistas militares consideran que después de la explosión en el puente de Crimea y de estos dos ataque, no existe ningún lugar seguro dentro del territorio ruso e incluso Moscú quedaría dentro del alcance de los vuelos con aviones no tripulados ucranianos.

Pero, ¿cómo ha sido posible un ataque así? Engels y Dyagilevo, las dos bases atacadas y hogar de los bombarderos estratégicos de largo alcance de Rusia, se encuentran en las profundidades de Rusia y no muy lejos de la capital rusa.

Hasta ahora, la mayoría de los ataques ucranianos contra bases aéreas rusas se habían limitado a lugares mucho más cercanos a las fronteras de Ucrania, es decir, Crimea o regiones dentro de Rusia mucho más fáciles de alcanzar con drones ‘kamikaze’ modificados o misiles balísticos de corto alcance.

A finales de junio de este año, un dron ucraniano Tu-143, similar al Tu-141 aunque con un alcance mucho más corto, fue derribado en el oeste de Rusia. Ahora, menos de seis meses más tarde, Kyiv ha sido capaz de adaptar un Tu-141 para aumentar su autonomía hasta casi 1.000 kilómetros y, si se confirma, atacar las bases rusas después de haber recorrido cientos de kilómetros sin ser detectados.

Se trata de un dron de reconocimiento soviético que históricamente sirvió con el ejército de la URSS a finales de los años 70 y 80, así como con las Fuerzas Armadas de Ucrania desde 2014. Al igual que con los diseños anteriores de Tupolev, tiene un ala delta montada en la parte trasera similar a un dardo , canards montados en la parte delantera y un motor turborreactor KR-17A montado sobre la cola. Se lanza desde un remolque utilizando un propulsor de combustible sólido y aterriza con la ayuda de un paracaídas montado en la cola.

Ucrania venía contemplando esta posibilidad desde hace algún tiempo pues era su única opción, ya que enviar sus aviones de combate Su-24 o Su-25 al espacio aéreo ruso sería una sentencia de muerte.

En octubre, el fabricante de armas ucraniano Ukroboronprom reveló que el desarrollo de un dron kamikaze con un alcance de 1000 kilómetros y una ojiva de 75 kilogramos estaba casi completo. Un mes después, en noviembre, la compañía aseguraba que las pruebas seguían adelante con éxito.

Los drones pueden atravesar fácilmente el espacio aéreo más disputado, especialmente en misiones suicidas. Esto generalmente se logra explotando la cobertura del terreno, el vuelo Nap of Earth (NOP) y la ruta para evitar radares, puestos de observación y regiones pobladas, entre otras cosas. Solo los consejos de agentes de inteligencia profundamente integrados pueden ayudar a prevenir tales ataques.

Ucrania ha demostrado una vez más su capacidad para atacar en el interior de Rusia con el dron Strinzh, causando un daño considerable. Sin embargo, actualmente es imposible predecir la cantidad de vehículos aéreos no tripulados de este tipo que pueden tener en su arsenal y la frecuencia con que son capaces de llevar a cabo estos ataques de largo alcance.