Tecnología militar

Estados Unidos ya tiene la primera B61-13, su nueva bomba nuclear 24 veces más potente que la de Hiroshima

La NNSA ha tardado menos de dos meses en fabricar la primera B61-13, cuyo rendimiento puede llegar hasta 360 kilotones

Un F-35 lanza una B-16-12, predecesora de la B-16-13, en un test.
Un F-35 lanza una B-16-12, predecesora de la B-16-13, en un test. Los Alamos National Laboratory.

De octubre de 2023 a mayo de 2025. Ese es el tiempo que ha tardado Estados Unidos en desarrollar su nueva bomba nuclear de gravedad, la B61-13, y producir la primera unidad. Chris Wright, secretario de Energía, ha confirmado este lunes que la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA, por sus siglas en inglés) ha fabricado la primera de las B61-13 que equiparán los bombarderos B-2 casi un año antes de lo previsto inicialmente, cuando la administración de Joe Biden la anunció. La NNSA afirmó que comenzaba la producción en marzo y, menos de dos meses después, la última bomba nuclear de EE.UU. ya es una realidad.

Desarrollada en coordinación con la Fuerza Aérea de EE. UU., el arma fue ensamblada en la planta Pantex en Amarillo, Texas. ‘La rapidez de este logro refleja tanto el ingenio de nuestra infraestructura nuclear como la urgencia del momento. La modernización del arsenal nuclear estadounidense es un pilar de nuestra estrategia de paz mediante la fuerza’, ha afirmado Wright, para quien la B61-13 representa una señal clara de capacidad de respuesta tanto para aliados como para adversarios, en un comunicado.

La B61-13 es la última de las B61, serie de bombas nucleares iniciada en los años 60 y que han constituido la principal arma termonuclear no guiada del Ejército de Estados Unidos. Fue diseñada para ser flexible y sus versiones anteriores se han desplegado en diversas plataformas a lo largo de las décadas, desde cazas hasta bombarderos. Sin embargo, la B61-13 se destinará exclusivamente a bombarderos estratégicos como el B-2 Spirit y, previsiblemente, el futuro B-21 Raider, operando desde bases en el territorio continental de EE. UU.

La B61-13 es uno de los siete programas activos de modernización de ojivas que gestiona la NNSA. Su desarrollo se basa directamente en el de la B61-12, cuya producción finalizó hace solo cinco meses. La nueva versión conserva las mejoras en seguridad, protección y guiado de precisión introducidas con la B61-12, según informa The War Zone, pero con una diferencia clave: su potencia está pensada para penetrar y destruir objetivos militares fortificados o de gran extensión, como centros de mando o instalaciones profundamente enterradas.

Un ingeniero realiza ajustes en una B-16-13.
Un ingeniero realiza ajustes en una B-16-13.Laboratorios Nacionales Sandia.

Para adelantarse tanto a su propio calendario, la NNSA ha aprovechado décadas de datos de diseño, desarrollo y validación de la familia B61. Los ingenieros de la NNSA suprimieron ciertas etapas de verificación, conocidas como ‘puertas de diseño’, para poder iniciar las primeras pruebas tan solo tres meses después de la autorización del Congreso.

La familia B61 incluye variantes como las bombas nucleares tácticas B61-3 y B61-4 y las estratégicas B61-7 y B61-11. La B61-12, una versión guiada con rendimiento configurable de bajo a medio y máximo de 50 kilotones, sustituyó tanto a bombas tácticas como estratégicas más antiguas.

La B61-13 tiene un rendimiento variable de entre 10 y 360 kilotones. En su potencia máxima, es 24 veces más destructiva que Little Boy (15 kilotones, lanzada en Hiroshima por Estados Unidos el 6 de agosto de 1945) y 14 veces más que Fat Man (25 kilotones, lanzada en Nagasaki tres días después).