Tecnología Militar

Los soldados podrán controlar robots con la mente

El avance incluye el uso de los famosos HoloLens y sensores que no necesitan estar implantados

Control de robot mediante ondas cerebrales
Un sensor capta las ondas cerebrales y guía al robot.Australian ArmyAustralian Army

Uno de los objetos de estudios más frecuentes del ejército de EE. UU. son las interfaces cerebro-ordenador. En 2015 a una mujer con parálisis se le implantó un microchip cerebral desarrollado a través de la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA), y pudo pilotar un F-35 virtual usando solo señales cerebrales. Ahora, combinando la potencia de este tipo de tecnología con los HoloLens, se ha dado un paso más allá: lograr que sea posible controlar un robot mediante ondas cerebrales.

Un nuevo artículo, publicado en Applied Nano Materials, por investigadores australianos que trabajan con el Departamento de Defensa del país, documenta cómo un ser humano dirigió un robot terrestre a puntos de referencia simplemente visualizándolos a través de Microsoft HoloLens. Este avance podría ayudar a soldados a comunicarse con una amplia gama de sensores, vehículos y robots.

El gran cambio que genera esta tecnología es que ya no se dependería de implantar un microchip o usar sensores sobre la piel que pueden desprenderse. “Hasta ahora – explican los autores del estudio –, los sistemas de interfaz cerebro-ordenador solo han funcionado de manera efectiva en entornos de laboratorio, lo que requiere que el usuario use sensores y permanezca inmóvil para garantizar la comunicación. Nuestros sensores, en cambio, son fáciles de usar en combinación con el BCI. Trabajan en entornos del mundo real y los usuarios pueden moverse mientras usan el sistema”.

Los responsables del estudio combinaron este sensor con las HoloLens de Microsoft. Mientras el usuario miraba a su alrededor usándolas, su cerebro enviaba una señal a través del lóbulo occipital. Estas señales se recogían a través del sensor y se ejecutaron a través de un pequeño ordenador Raspberry Pi 4B, que traducía las señales en instrucciones que se enviaban a un robot Q-UGVs de Ghost Robotics, que seguía las instrucciones y se movía a través de un circuito.

 

“Esta es en gran medida una idea de lo que podría ser posible en el futuro – señala la teniente coronel del ejército australiano Kate Tollenaar en el video –. Estamos muy emocionados de ver a dónde podría ir la tecnología y de trabajar en casos de uso”.