Sucesos

Testigo española relata el accidente del funicular de Lisboa y el terror vivido con su hija

Portugueses, coreanos, canadienses, italianos, franceses y suizos, además de dos españoles entre los heridos, las víctimas han aumentado hasta las 17 personas

Testigo española relata en 'Espejo Público' el accidente del funicular de Lisboa y el terror vivido con su hija
Testigo española relata en 'Espejo Público' el accidente del funicular de Lisboa y el terror vivido con su hijaAntena 3

El trágico accidente del funicular de la Gloria, uno de los transportes históricos más emblemáticos de Lisboa, ha dejado una huella de dolor en la capital portuguesa. El suceso ocurrió la tarde del miércoles, poco después de las seis, cuando un fallo en el cable provocó que el convoy descarrilara y acabara impactando contra un edificio en plena zona turística. El balance de víctimas mortales se ha elevado a 17 tras el fallecimiento de dos de los heridos ingresados en el Hospital de San José, mientras que el número de lesionados asciende ya a 22, entre ellos ciudadanos de varias nacionalidades (portugueses, coreanos, italianos, franceses, canadienses, suizos y dos españoles, que ya han recibido el alta médica). Al lugar acudieron más de 60 efectivos de bomberos y equipos de rescate, que trabajaron durante horas para liberar a las personas atrapadas. La Fiscalía portuguesa ha abierto una investigación para determinar las causas del siniestro, aunque la empresa Carris, responsable del servicio, sostiene que todos los protocolos de mantenimiento e inspección del funicular se encontraban al día. En 'Espejo Público' han hablado con Mabel, española testigo del descarrilamiento, que ofreció al magacín matinal de actualidad de Antena 3 su testimonio de como ha vivido este trágico suceso en la capital de nuestros vecinos lusos.

Una tragedia díficil de olvidar

Mabel relató en 'Espejo Público' los angustiosos momentos que vivió junto a su hija de 16 años. Según explicó, aunque los servicios de emergencia llegaron en torno a diez minutos después, a ella se le hizo eterno: “Yo decía, la policía, los bomberos… se me hizo larguísimo”. Además, apuntó un detalle que no se ha comentado con frecuencia: la existencia de un segundo tranvía, que en ese momento estaba parado y retrocedió apenas dos metros. “Creo que fue un fallo de freno o algo. Si hubiera subido un poco más, habrían descarrilado los dos”, explicó, advirtiendo de lo cerca que estuvo la tragedia de ser mayor. Sobre las imágenes que le quedaron grabadas, Mabel aseguró que no podrá olvidar el amasijo de hierro, el humo y el polvo que le recordaron a catástrofes como el 11-M o el 11-S. Su hija, profundamente afectada, confesó que no consigue quitarse de la cabeza los gritos de los niños durante el accidente. “Pobrecitos, qué horror”, relató Mabel, quien agradeció haber salvado la vida, aunque admitió que su hija podría necesitar ayuda psicológica tras el trauma vivido.