Sanlúcar: atracón de historia y cocina a las puertas de Doñana

La bella costa gaditana, de infinitas playas y espectaculares paisajes, se ancla en la memoria de quien tiene el privilegio de visitarla durante la época estival. Sin embargo, hay mucho más por vivir en estos lares cuando el termómetro comienza a reflejar menos de 30 grados centígrados.

Buena prueba de ello es Sanlúcar de Barrameda, famosa por sus emocionantes carreras de caballos a orillas del mar en el mes de agosto, pero que deja huella también por su manzanilla, por sus bodegas, por su gastronomía, por su legado histórico, por sus impresionantes puestas de sol y por su entorno natural, puerta de entrada al mítico Parque Nacional de Doñana. Y eso está presente todo el año, con una especial belleza cuando las hojas de los árboles empiezan a vestir el suelo.

Puestos a cargar de argumentos al viajero amante de las experiencias únicas, Sanlúcar es visita obligada para los amantes del buen comer. De hecho, la agenda gastronómica del municipio está a pleno rendimiento este otoño, ya que hasta final de año ostenta el codiciado título de Capital Española de la Gastronomía 2022.

La deliciosa oferta gastronómica sanluqueña se basa en tres pilares: los productos de su huerta, los de sus bodegas y las capturas de su mar. Y es que el pescado y el marisco de la localidad, y de entre ellos el langostino, posee una fama que ha trascendido fronteras. Sin embargo, cuando llega el otoño, el marisco preferido por los sanluqueños son las galeras, cocidas, a la plancha o en la tradicional sopa de galeras. Pero ahora también es el momento de chuparse los dedos con las recetas típicas de la época, como los guisos tradicionales, mosto, «papas cocías», berza, carne con tomate...

Resulta obligado probar estas recetas y para ello el viajero puede recorrer y disfrutar de los barrios de gran tradición histórica que están marcados por su propia cultura gastronómica. Los más identificativos son el Barrio Alto y la Zona Centro, donde se suman la mayoría de las más tradicionales tabernas típicas. Asimismo, Bajo de Guía se alza como una de las más interesantes propuestas unificadoras del paisaje marítimo y natural de Sanlúcar, y la más auténtica gastronomía marinera.

Después del atracón de buena cocina, toca mover el cuerpo, y para eso nada mejor que recorrer a pie la ciudad, pues se trata de destino muy acogedor y agradable de pasear, repleto de atractivos históricos que reflejan el legado de las diferentes culturas que lo habitaron: palacios, casonas nobles, construcciones defensivas como el castillo de Santiago que defendía la desembocadura del Guadalquivir, y jardines históricos se mezclan en las calles de Sanlúcar con añejas bodegas desde donde se desprende el suave aroma de la Manzanilla.

La escapada redonda a Sanlúcar en esta época del año es la visita a Doñana, cuya variedad de ecosistemas hace de esta zona la de mayor interés faunístico de Europa. Recorrer sus paisajes teñidos de tonos dorados resulta una delicia para la vista, pero también para la mente, desconectando del mundanal ruido, de las prisas del día a día y de la atadura del reloj. De hecho, el broche de oro para acabar el día es embobarse con las impresionantes puestas de sol, desde el Puerto Pesquero de Bonanza, después de visitar la subasta diaria de pescado al atardecer, o desde las salinas. Resulta inolvidable.