Los embalses del Guadalquivir bajan al 26,33% de su capacidad

El agua almacenada en los embalses de la cuenca del Guadalquivir ha descendido en la última semana y se encuentra actualmente al 26,33% de su capacidad, con un total de 2.136 hectómetros cúbicos, 17 menos en siete días, mientras que los de la Cuenca Mediterránea Andaluza han disminuido hasta el 34,75% con un total de 408, nueve menos.

Según los datos de este miércoles del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, consultados por Europa Press, los embalses del Tinto, Odiel y Piedras, ubicados en Huelva, bajan en un hectómetro cúbico y se sitúan en un total de 149, el 65,07% de su capacidad, mientras que los de Guadalete-Barbate, en Cádiz, pierden tres y se encuentran al 29,86% de su capacidad con 493 hectómetros cúbicos.

El conjunto de los embalses en la comunidad autónoma tienen una capacidad máxima de 11.167 hectómetros cúbicos, de los cuales disponen 3.186 en estos momentos, el 28,55%.

En la comparativa interanual, los embalses contienen sobre el total un 4,79% menos de agua almacenada que en las mismas fechas del año pasado, cuando contabilizaban 3.723 hectómetros cúbicos, el 33,34% de su capacidad.

Debido a esta preocupante situación, hace una semana la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) declaró la situación excepcional por sequía extraordinaria en el 80% de la cuenca ante la grave ausencia de lluvias y ante el descenso en el nivel de agua embalsada en sus pantanos, que se encuentra al 26% de su capacidad.

Según informó ayer el presidente de esta confederación hidrográfica, Joaquín Páez, esta decisión se ha adoptado ante la crítica situación que está sufriendo la cuenca del Guadalquivir, que registra, con respecto a la media de los últimos 25 años, un 17% menos de precipitación acumulada, el 57% menos de aportaciones a los embalses y hasta el 20% menos de volumen medio, situándose hoy en día al 26,3% de su capacidad total.

La declaración del estado de sequía se decidió el 2 de noviembre en la reunión de la junta de gobierno de esta confederación hidrográfica, un órgano colegiado en el que participan representantes de la Administración central, autonómica, local y los distintos usuarios de agua en la cuenca.

Joaquín Páez explicó que «esta situación no es reciente y desde hace casi diez años estamos sufriendo un periodo seco». En este sentido, añadió que «de los últimos ocho años, solo uno de ellos, el 2017-2018, se ha aproximado a la media de precipitaciones, ya que el resto se ha caracterizado como años secos o con tendencia a un periodo seco».

Además, precisó que, «con respecto a las aportaciones, tan solo el 2012-2013 y 2017-2018 obtuvieron valores de aportaciones en torno a la media histórica».Las previsiones que se han arrojado durante la convocatoria mantienen esta tendencia negativa y, de hecho, se apuntó a que la posibilidad de tener un año normal es solo del 33%.

La declaración de sequía afecta al Sistema de Regulación General, que engloba a 17 embalses, que pueden albergar hasta 5.721 hectómetros cúbicos de agua, el 70% de la capacidad de embalsado del Guadalquivir.

Del resto de 23 unidades que componen la cuenca se verán afectadas una decena de ellas como son las del Guadiamar, Hoya de Guadix, Dañador, Sierra Boyera, Rumblar, Guadalentín, Guardal, Guadalmellato, Bembézar-Retortillo, junto al subsistema de las Vegas Altas de Granada, Cubillas-Colomera.

El presidente de la Confederación dijo que su obligación es la de gestionar la realidad de la cuenca, en la que existen 4,3 millones de personas, de 554 municipios y 890.000 hectáreas de regadío