Carreteras

Retenciones diarias sin alternativa en la A-7 de Almería

Tras el enésimo cierre del Cañarete por la caída de una roca, aumenta la siniestralidad en la autovía

La Guardia Civil en Almería
La Guardia Civil en AlmeríaGUARDIA CIVILGUARDIA CIVIL

El tramo de la autovía A-7 entre Almería y Aguadulce es la única vía de comunicación de la capital con el Poniente y, pese a los 28 millones de euros invertidos por la Red de Carreteras del Estado desde junio de 2018 en la provincia, se confirma como uno de los puntos negros de la movilidad almeriense. Una roca gigante se despeñaba a principios de abril en la carretera del Cañarete, provocando el enésimo cierre de la carretera nacional N-340 y acabando otra vez con la alternativa litoral para conectar con Aguadulce o atravesar por travesías el Poniente almeriense. Aunque en el último lustro el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana habría invertido hasta 3,5 millones de euros en tres obras de emergencia para mejoras de los sistemas de protección, pese a que se anuncian nuevas mejoras por valor de 689 mil euros más, la A-7 sigue absorbiendo todo el tráfico del Cañarete de forma permanente.

El subdelegado de Gobierno, Manuel de La Fuente, recordó que «Carreteras ha realizado un estudio geotécnico del estado de la zona afectada por caída de rocas» en la N-340, que ha determinado «zonas de riesgo alto, medio y bajo en las que deberá actuarse». Las actuaciones consistirán en la instalación de pantallas dinámicas, red de cables y malla de triple torsión. Otra actuación supuestamente eficaz, pero que mantiene cerrada al tráfico la vía de apenas 7 kilómetros, lo que supone el aumento en hasta 12.000 conductores del tráfico en el tramo Almería-Aguadulce de la A-7. Este incremento, junto al tráfico habitual de camiones agrícolas por la autovía y el desplazamiento laboral de almerienses, deja una cifra cercana a 60.000 vehículos diarios, en los dos carriles de la A-7 a su paso por el municipio de Roquetas de Mar.

Una reciente colisión con dos vehículos que acabaron incendiados en el kilómetro 437, poco antes del túnel que precede a esta barriada roquetera, dejaba colas kilométricas que acabaron afectando a ambos sentidos e hizo inviable el transporte por carretera durante más de dos horas. La indignación crece entre una población que ni siquiera cuenta con otras alternativas de movilidad a la Autovía del Mediterráneo, sin tren y ante la inexistencia de vías ferroviarias con este nudo demográfico almeriense. Tráfico lento, embotellamientos diarios y sin avances inmediatos para las grandes obras, como el demandado tercer carril para la autovía, que ni siquiera aparece en las previsiones del Gobierno, pese a que ya en 2018 el Ministerio de Fomento adjudicó por 473.359 euros la redacción del proyecto que tendría salida desde Bayyana en la capital y acabaría en El Parador. Y no sólo esos puntos provocan demandas políticas y ciudadanas, también el municipio de El Ejido habría solicitado actuaciones para mejorar accesos, como el del Hospital Universitario Poniente, para incrementar la seguridad y agilizar el tráfico en horas punta.

Indignación ciudadana que se mantendrá a largo plazo, ya que la actual planificación del Ministerio de Transportes solo estima en sus cuentas plurianuales otra obra largo tiempo demandada, la gran remodelación del enlace 429 en El Parador. Según está recogido en los Presupuestos del Estado, costará hasta 25,3 millones de euros, pero en 2022 apenas se han incluido 100.000 euros para invertir. Según esa misma planificación, la inversión se elevará a un millón de euros en 2023, cuatro millones de euros en 2024 y en 2025 concluiría la ejecución con otros cinco millones de euros más.

Nuevos enlaces trompeta, con una sola salida y entrada en la autovía, que se completarían con otra actuación que, al menos, multiplicaría opciones para descongestionar el tráfico en caso de incidencias y accidentes: la conexión con la Variante de Roquetas. Esta contemplaría una inversión de 8,4 millones de euros para la construcción de un tramo que bordea el centro comercial de El Parador, evitando las actuales incidencias en la rotonda de otro centro comercial, el Vía Park de Vícar. Con eso se podría descongestionar también el único punto de acceso a todas esas zonas, un estrecho puente con un carril, que filtra con dificultades la hemorragia de vehículos de una autovía A-7 colapsada por el tráfico, los alcances y los retrasos de todo tipo.