Sanidad

Trasplante de corazón parado: una técnica para reducir listas de espera

El Hospital Virgen del Rocío consigue trasplantar con éxito el órgano de una persona fallecida después de reanimarlo y oxigenarlo

Equipo del Servicio de Cirugía Cardíaca del Virgen del Rocío
Equipo del Servicio de Cirugía Cardíaca del Virgen del Rocío Europa Press

Un nuevo perfil de donante abre la puerta a reducir las listas de espera para los trasplantes de corazón. Hasta hace un par de años, solo podían convertirse en donantes personas en muerte cerebral, pero ahora también se incluye a pacientes en muerte circulatoria, la que se produce cuando el corazón ha dejado de latir, gracias a la donación en asistolia controlada.

El Hospital Virgen del Rocío ha trasplantado con éxito el primer corazón de una persona en muerte circulatoria, una técnica que se probó por primera vez en España en 2020 en el Hospital Puerta del Hierro de Madrid y que ahora ha llegado a Andalucía.

Se realiza una vez se retira el soporte vital al donante –normalmente personas ingresadas en UCI con grave daño neurológico y con nefastas perspectivas– y se produce su fallecimiento. Pasados cinco minutos de la reanimación, tal y como dicta la ley, se certifica la muerte del paciente y es entonces cuando los equipos de trasplantes que están previamente organizados inician la cirugía de la donación. Así, se conecta al donante ya fallecido a una máquina llamada ECMO, que permite oxigenar los órganos a través de una membrana extracorpórea, reanimarlos y mantenerlos en perfectas condiciones. Una vez comprobado que funciona de forma óptima, posteriormente se trasplanta el órgano al receptor.

El equipo de trasplante cardíaco del Hospital Virgen del Rocío liderado por el doctor José Miguel Borrego ha conseguido llevar a cabo un primer trasplante de corazón con esta técnica. Borrego prevé que con la donación en asistolia se puedan llevar a cabo un tercio de los trasplantes del corazón que se realizan en el Virgen del Rocío. «Normalmente realizamos unas 25-30 cirugías de este tipo al año y creemos que 6 o 7 se llevarán a cabo mediante donación en asistolia». El porcentaje, explica, no es mayor porque el perfil de este tipo de donantes es muy estricta: tienen que ser personas jóvenes, de no más de 45 años, que tengan daño neurológico grave incompatible con la vida pero con una buena función ventricular y sin lesiones coronarias. «La cantidad de donantes se reduce porque el corazón tiene que estar en unas condiciones óptimas, estar perfecto. En el caso del hígado o el riñón a veces es suficiente con que funcione al 60 o 70%, pero eso no es suficiente en el caso del corazón».

El trasplante procedente de donación en asistolia lleva años realizándose con éxito con el riñón y posteriormente se han ido incluyendo el hígado, el pulmón, el páncreas y el corazón. Según los datos de la Organización Mundial de Trasplantes la donación en asistolia creció un 38% en 2022 con respecto a 2021. Con un total de 913 donantes, el 42% de los donantes en España lo son en asistolia. De este modo, en 2022 se realizaron 1.300 trasplantes renales, 375 hepáticos, 152 pulmonares, 37 cardiacos y 20 pancreáticos con órganos de donantes en asistolia.

Retos de futuro

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se realizan 150.000 trasplantes a escala mundial, pero apenas representan el 10% de los que se necesitan. Una de las vías de investigación para hacer frente a la escasez de órganos son los xenotrasplantes o trasplantes de órganos entre especies diferentes. La primera vez que se probó fue el año pasado en la Universidad de Maryland (EE UU). El equipo médico consiguió trasplantar con éxito el corazón de un cerdo modificado genéticamente a un hombre de 57 años, que murió dos meses después de la cirugía debido a que el órgano del animal contenía un virus porcino que desencadenó el rechazo inmunológico.

«Es una línea de investigación muy compleja por diversos factores, primero por la posibilidad de traspasar virus animales a humanos, también por la manipulación de animales y por todas las derivadas genéticas del asunto», apunta el jefe del servicio de Cirugía Cardiaca del Virgen del Rocío, José Miguel Borrego. En su opinión, el futuro de la cirugía de trasplantes va a pasar por la asistencia ventricular artificial, un dispositivo que ayuda al corazón a bombear la sangre al resto del cuerpo o al otro lado del corazón. Son máquinas de bombeo implantadas en el cuerpo o fuera de él. «Esto ya se realiza en muchas ocasiones en lugar del trasplante y creo que el futuro ira por ahí», comenta Borrego.

Actualmente, en el Virgen del Rocío hay una veintena de personas a la espera de un trasplante de corazón, ya sea por cardiopatías isquémicas (como los infartos) o por las miocardiopatías dilatadas, enfermedades que provocan insuficiencia cardíaca.