Sucesos

Condenado 21 años y medio por continuas agresiones sexuales a sus dos hijas de 8 y 10 años en Burgos

Una de las niñas tardó en contar lo ocurrido dos años y se decidió cuando vio que está ocurriendo lo mismo con su hermana

Audiencia Provincial de Burgos, donde se han juzgado los hechos
Audiencia Provincial de Burgos, donde se han juzgado los hechoslarazonLa Razón

La Audiencia Provincial de Burgos ha condenado a 21 años y medio de cárcel a un hombre por dos delitos continuados de agresión sexual cometidos contra sus hijas desde que tenían 10 y 8 años de edad, respectivamente. Además, la resolución judicial prohíbe que el procesado se comunique o aproxime a ellas durante 15 años, le priva de la patria potestad durante seis años y le prohíbe realizar actividades con menores de edad durante veinte años.

En la sentencia se establece que dado que el hombre es de nacionalidad peruana y se encontraba irregularmente en España, se fije un mínimo de cárcel de tres años por cada delito y conmutar el resto de la pena por su expulsión del territorio estatal durante al menos veinte años.

El tribunal considera probado que el acusado cometió el delito contra su hija mayor desde que ella tenía 10 años, desde 2020 hasta finales de 2021.

La niña tardó estos dos años en contar lo ocurrido y solo se decidió cuando vio que le estaba ocurriendo lo mismo a su hermana, dos años menor que ella. En ese momento, ambas se lo contaron a la madre y fue la progenitora quien denunció lo que venía ocurriendo.

Por otra parte, también se ha condenado a un año de cárcel a un joven de 24 años, en una sentencia de conformidad, después de que el acusado reconociera los hechos, calificados por la Fiscalía como una agresión sexual con violencia.

En la sentencia se indica que se iniciarán los trámites para que pueda suspender la pena de prisión a cambio de pagar los 2.000 euros de indemnización a la víctima y realizar trabajos en beneficio de la comunidad. La condena también incluye la prohibición de que pueda trabajar o realizar actividades con menores de edad durante cinco años y una orden de alejamiento de la víctima durante diez años.

La sentencia detalla que, hacia las 3:30 de la madrugada y en el centro de la capital burgalesa, el condenado se acercó junto con un amigo a dos jóvenes e intentó besar a una de ellas a lo ésta se negó.

Sin embargo, después la siguió, la acorraló, la besó en la boca sin su consentimiento y la tocó los pechos, al tiempo que la amenazaba. La víctima logró zafarse y contar a su amiga lo ocurrido, antes de presentar la correspondiente denuncia.