Escapadas
Los mejores pueblos de la España de interior para desconectar durante este "Puente" de diciembre
El viajero que se adentre por estos singulares municipios tiene la oportunidad de descubrir nuevas experiencias y disfrutar de una gran variedad de posibilidades
España cuenta con un sinfín de pueblos en su interior, muchos de los cuales son un museo al aire libre y que bien merecen una visita alguna vez en la vida, sobre todo en días como los que se avecinan del "Puente" de diciembre de la Constitución y la Inmaculada Concepción.
Pueblos castigados por la despoblación, pero que se animan los fines de semana y festivos con las visitas del turista ávido de conocer cosas y sensaciones nuevas que contar a su regreso a la ciudad.
El viajero que se adentra por estos singulares municipios tiene la oportunidad de descubrir el encanto que derrochan sus bienes patrimoniales y artísticos, y el don de sus gentes además de unos manjares exquisitos que llevarse a la boca, ya sean sólidos y líquidos.
En estas líneas queremos dar a conocer ocho pueblos del interior de España que son una muy buena opción para descansar unos días del mundanal ruido, y que ofrecen al viajero una gran variedad de experiencias y posibilidades.
1- La Alberca (Salamanca)
En el corazón de la Sierra de Francia, en la provincia de Salamanca, se encuentra esta bella localidad, la primera que fue declarada en España como Conjunto Histórico Artístico. Hay que remontarse hasta el año 1940 cuando recibía tal distinción.
Un pueblo que cuenta con un interesante entramado urbano y que, a día de hoy, continúa conservando la arquitectura típica de la zona, así como sus tradiciones que aún perviven y atraen a miles de viajeros cada año, como son "Las Majadas", "El marrano de San Antón" -precisamente en estas fechas con la matanza del cerdo-, "El trago" o "La Moza de las Ánimas".
La iglesia parroquial del siglo XVIII, una gran torre de 212 metros, que fue costeada por los Duques de Alba, y sus innumerables ermitas, entre las cuales se encuentran las de Nuestra Señora de Majadas Viejas, la de San Marcos, la del Cristo del Humilladero o la de San Antonio; y pasear por sus calles, son los principales reclamos turísticos, además de pasear por sus calles y degustar sus platos típicos, con el cabrito cuchifrito, los asados y embutidos curados al aire serrano, así como los hornazos y empanadas, como protagonistas.
La visita puede incluir también el Valle de las Batuecas, declarado Parque Natural o visitar el Monasterio del Santo Desierto Carmelitano de San José, así como las vecinas localidades de Miranda del Castañar, San Martín del Castañar o Mogarraz.
2- Frías (Burgos)
Para los viajeros que buscan nuevas sensaciones y un lugar pequeño pero que lo tiene todo para disfrutar de un fin de semana inolvidable, Castilla y León, en general, y la provincia de Burgos, en particular, ofrece algunos destinos para todos los públicos y edades que no te dejaran indiferente. Es el caso de Frías, al norte de la provincia burgalesa y bañada por el río Ebro, que es muchas cosas que la hacen especial, como por ejemplo, el ser considerada como la ciudad más pequeña de España, porque Frías es una ciudad catalogada como tal, además de estar incluidas en la lista de los pueblos más bonitos del país.
Un lugar habitado durante todo el año por menos 300 vecinos pero que atrae cada año a decenas de miles de turistas, entusiasmados por su belleza y espectacularidad, a disfrutar de su patrimonio, de su gastronomía o de las numerosas rutas de senderismo existentes alrededor de esta ciudad que se se abre paso por la tierra de las merindades burgalesas sobre un peñasco y abrazada por el pico Humión, el más alto del Parque Natural Montes Obarenes.
Entre lo mucho que ofrece esta ciudad, el visitante quedará prendado de sus calzadas romanas, del puente rrománico o del Castillo de los Velasco y de la Iglesia de San Vicente Mártir de Frías, declarado también Conjunto Histórico Artístico, pero a buen seguro que las casas que cuelgan de la roca desafiando las leyes de la gravedad no le dejarán indiferente. La mayoría de ellas, además, conservan la bodega, fruto también de la actividad vinícola de la zona. Quien se acerque a Frías podrá conocer también la leyenda que se cuenta acerca del cristo de los Remedios que da nombre a una pequeña ermita de la ciudad.
3- El Burgo de Osma (Soria)
La Villa Episcopal de El Burgo de Osma es un pueblo amurallado situado en la provincia de Soria que esconde grandes tesoros que enamoran a todo el que lo visite. Un lugar histórico impresionante, que cuenta con muchos monumentos tanto civiles como religiosos para visitar, además de un entorno con numerosas grutas y acantilados rocosos que reúne todos los elementos necesarios para tener una calidad de vida inmejorable en el mundo rural, destacan desde la organización.
Además, es una de las localidades más pequeñas de España que cuenta con catedral, que deslumbra por su arquitectura y escultura, pero también por sus retablos y vidrieras. De origen románico para después pasar al gótico. De la catedral románica que se comenzó a erigir tras la restauración en 1101 quedan pocos restos ya que fue demolida para construir la gótica actual. El promotor fue el obispo Juan Díaz.
Merece la pena pasear por sus calles para llegar hasta la Plaza Mayor donde confluyen el Ayuntamiento y el antiguo Hospital de San Agustín. Destaca también la Universidad de Santa Catalina, o la muralla levantada por el obispo Montoya en 1458, que aún conserva una puerta en las de San Miguel.
Y además de ciudad monumental ostenta El Burgo de Osma el de gastronómica , con las alubias de El Burgo y el cardo y en esta temporada otoñal mención aparte tienen los hongos y níscalos de los pinares, sin olvidar todo lo relacionado con el cerdo, pues tierra también de matanzas en esta época.
4- Peñafiel (Valladolid)
La localidad vallisoletana de Peñafiel es la cuna de la Ribera del Duero. Una Villa milenaria abrazada por su medieval castillo desde lo alto de un cerro que protege a los peñafielenses y desde el que se dominan hasta siete valles distintos. Una fortaleza que acoge al Museo Provincial del Vino y que está mejorando una de sus zonas para ofrecer al turista una visita integral al castillo, Monumento Nacional desde hace más de cien años y, sin duda, una de las mejores fortalezas conservadas de España.
Pero Peñafiel es vino y patrimonio y cuenta con decenas de bodegas entre las que sobresalen la Protos, que en 2025 cumplirá cien años, o Pago de Carraovejas, y que ofrecen una experiencia enoturística sin igual y, de hecho, son dos de las bodegas más visitadas en la Ribera de Duero y en España, que dan lustre a una Villa en la que el cordero lechal es su plato estrella, además el pan de coscoja.
Un municipio que cuenta con la Bajada del Ángel, durante el Domingo de Resurrección, como una fiesta de interés turístico nacional, mientras que su Semana Santa es de Interés Turístico Regional.
Esta anunciación del ángel a la Virgen de que su hijo ha resucitado se celebra en la medieval Plaza del Coso, conocida también porque alberga las capeas y festejos taurinos de las fiestas patronales en Honor a la Virgen y San Roque de agosto.
El turista puede ver la Casa Museo de la Ribera, uno de los mejores ejemplos de arquitectura tradicional conservados, donde un grupo de actores sitúa al visitante en una casa de principios del siglo XX. La Bodega La Olmilla, una bodega subterránea que ofrece catas de vino y viandas y un espectáculo e incluso visitas teatralizadas.
El Museo de Arte Sacro en la Iglesia de Santa María es otra de las paradas obligadas, al igual que el Convento de Las Claras, la Iglesia de San Miguel de Reoyo o el convento de San Pablo, Bien de Interés Cultural desde 1931, y donde se encuentra enterrado el infante Don Juan Manuel.
5- Cuevas de Cañart (Teruel)
La comarca turolense del Maestrazgo alberga numerosos pueblos en los que pasar el Puente de la Constitución si lo que quieres es desconectar del mundo y disfrutar del turismo rural. Asimismo, puedes planificar una ruta en coche para ir conociendo cada una de sus bonitas poblaciones y recorrerla en varios días.
Entre todas ellas, destaca Cuevas de Cañart, un pueblo precioso con casas palacio y callejuelas que sorprenden y no dejan indiferente a nadie, donde querrás ir sacando una fotografía tras otra. Además, su entorno es perfecto para rutas de senderismo o en bicicleta, que te llevarán hasta puntos como la cascada denominada el Chorro de San Juan y las Tumbas en Roca.
6- El Berrueco (Madrid)
El Berrueco, situado en la Sierra Norte, es un pequeño pueblecito de apenas 650 habitantes que sirve como lugar de aislamiento de muchos madrileños, pero también de quienes quieren conocer la comunidad sin tener que “sufrir” el ritmo acelerado de la capital. Algunos de los lugares de interés de esta pequeña localidad son el Puente Romano construido sobre el Arroyo Jóbalo; la iglesia, levantada sobre una antigua ermita o la atalaya musulmana situada a 1000 metros sobre el nivel del mar y que perteneció a Muhamed I de Córdoba.
7- Sepúlveda (Segovia)
Este municipio segoviano de apenas 1.200 habitantes, es de los más visitados del interior de España. Cuenta con mucha historia a sus espaldas, de hecho, a lo largo de su milenaria historia llegaron a establecerse hasta tres religiones distintas: la cristiana, la musulmana y la judía. Un municipio en el que han habitado desde visigodos, celtíberos y arévacos, hasta musulmanes y romanos.
Una villa medieval encajonada entre los cerros de Somosierra y la Picota, que está considerada como uno de los pueblos más bonitos de España , que el viajero debe conocer en algún momento de su vida además de recorrer sus empinadas calles y plazas, contemplar la muralla o conocer por dentro sus iglesias románicas.
Sepúlveda aúna historia, arte, gastronomía, naturaleza, cultura inmaterial y cultura viva como ninguna otra localidad en este país llamado España. De hecho, hay quienes van más allá y consideran que este municipio segoviano es el museo vivo más grande del mundo. Una localidad que es conocida también como la villa de las siete puertas, por los accesos de su muralla (Puerta del Ecce Homo o del Azogue; Puerta del Río; Puerta de la Fuerza; Puerta del Postiguillo; Puerta de la Judería; Puerta de Duruelo; Puerta del Vado), o como la Villa de las mil miradores, por su privilegiado entorno natural para la contemplación y práctica de senderismo.
8- Trujillo (Cáceres)
Trujillo es uno de los pueblos más bonitos del interior del país. Un municipio medieval con mucho encanto en el que uno disfruta caminando entre sus callejuelas para admirar sus palacios, sus templos, sus conventos y su castillos así como de su rica y variada gastronomía y de un turismo de naturaleza en el entorno espectacular.
Conocida por ser la ciudad natal de muchos de los hidalgos que fueron al nuevo mundo en busca de riquezas, como Francisco Pizarro, Alonso de Hinojosa, Francisco de Orellana Francisco y Gonzalo de las Casas, Gaspar de Carvajal y Diego García de Paredes la Plaza Mayor, el castillo, la Iglesia de San Martín o la de Santa María La Mayor, son lugares que hay que conocer en Trujillo, así como el Palacio de Orellanas-Pizarro
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