Opinión
El lenguaje del fútbol
Siempre me han llamado la atención las resonancias bélicas del vocabulario futbolístico y la afición de los comentaristas deportivos por los términos de raigambre militar.
Una buena defensa, con dos centrales (las ‘torres’) y dos laterales ‘incisivos’ y ‘punzantes’ en sus incursiones por las bandas, es un ‘valladar’, un ‘bastión’, un ‘baluarte’ o una ‘muralla’ inexpugnable.
Los medios o centrocampistas, expertos en labores de ‘zapa’, son asimismo los encargados de iniciar las ‘maniobras’ de ataque.
La misión de los extremos es penetrar por los flancos a fin de ‘desarmar’ la defensa rival y ‘bombear’ balones al área para que el delantero centro, el ‘ariete’ (máquina militar antigua para acometer murallas), logre ‘batir’ al guardameta o ‘perforar’ la portería contraria. Si los delanteros, los ‘artilleros’, son tres y tienen buena ‘puntería’, se les otorga el sobrenombre de ‘tridente’.
Los ‘tiros’ o ‘disparos’, para que resulten ‘letales’, han de ser auténticos ‘cañonazos’, o ‘trallazos’, o ‘zambombazos’, lanzados con la fuerza y precisión de un ‘obús’ o de un ‘misil’. Cuando el disparo es imparable o se efectúa ‘a boca de cañón’, es decir, ‘a quemarropa’, el autor del gol suele ‘fusilar’ al portero.
El equipo (la ‘escuadra’), que tiene un ‘capitán’, es dirigido desde el ‘foso’ por el entrenador, encargado de diseñar tanto la ‘estrategia’ como la ‘táctica’ del choque. Cuando el marcador es favorable, lo normal es que ordene un ‘repliegue de las líneas’, o que el equipo se ‘atrinchere’ en la propia ‘zona de contención’; si es necesario atacar, se verá obligado a ‘adelantar líneas’ con el fin de desplegar todo el ‘arsenal’ ofensivo y mantener un ‘asedio’ o ‘asalto’ constante a base de ‘bombardeo’ de balones sobre el área enemiga (cuidando siempre de que las ‘líneas de retaguardia’ no queden desguarnecidas).
No resulta así extraño que se hable de ‘héroes’, ‘gestas’ y ‘hazañas’, y tampoco que a menudo se produzcan ‘refriegas’ y ‘batallas campales’.
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