Municipal

La hoja de ruta de Collboni para Barcelona: entre Colau y la promoción económica

El alcalde, por ahora, se inclina por mantener el legado urbanístico de los comunes mientras dedica su tiempo a tender puentes con organizaciones empresariales

23J.- Collboni: "Los ayuntamientos socialistas seremos el mejor antídoto contra la ultraderecha"
23J.- Collboni: "Los ayuntamientos socialistas seremos el mejor antídoto contra la ultraderecha"Europa Press

El nuevo alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha aprovechado el primer mes de la legislatura para ir deslizando poco a poco sus prioridades de gobierno para la ciudad. A grandes rasgos, sobre urbanismo, no parece tener la intención de tocar demasiadas cosas, salvo acelerar algún que otro proyecto y revisar determinados carriles bici. Pero cuatro años dan para mucho. La mayor diferencia respecto a su predecesora, Ada Colau, en cambio, radica en su relación con el mundo económico.

Así las cosas, en estas cuatro semanas, Collboni se ha estrenado reuniéndose con el Gremio de Restauración de Barcelona, que mantuvo una relación tortuosa con Colau. Durante el último mandato, la gestión, horarios y precios de las terrazas fueron motivo de conflicto entre el consistorio y el Gremio. El gobierno de Colau (y Collboni) redujo los horarios de las terrazas en las zonas más tensionadas por el ruido nocturno, como varias plazas del barrio de Gràcia o algunas calles de Ciutat Vella. La última limitación horaria, en la Barceloneta, aprobada pocos días antes de las elecciones, de hecho, enfadó al gremio, que lo tachó de “caciada antidemocrática”. La consolidación de las terrazas ampliadas durante la pandemia -que finalmente contó con la bendición del gremio- y la tasa que los restauradores pagan por tener estas terrazas fueron también motivo de discusión. En cualquier caso, la tasa de terrazas está bonificada desde 2020 -también a raíz de la pandemia- y aunque ya había empezado a hablarse de eliminar esta bonificación, por ahora, no se ha tocado.

Esta misma semana, Collboni recibió una representación de la comisión ejecutiva de Barcelona Global, entidad que le ha presentado sus prioridades para potenciar la ciudad del conocimiento y del “talento de impacto”; para lo que ha pedido más colaboración público-privada y liderazgo de la sociedad civil. Según explicó la propia entidad, una de las prioridades del nuevo alcalde es la necesidad de contar con un aeropuerto intercontinental, “imprescindible para atraer inversiones y talento internacional”.

Barcelona Global ha pedido al nuevo alcalde de Barcelona "agilidad" en los proyectos estratégicos de ciudad, como son los centros de investigación, eliminar barreras para el talento, la atracción de inversiones y proyectar internacionalmente la ciudad. Entre estos proyectos ha citado la construcción de la primera planta en España dedicada al diseño de prototipos de chips con una inversión de 350 millones de euros, la atracción de empresas y hubs digitales a la ciudad, el impulso de grandes eventos como la Copa del América de Vela y el Gran Premio de F1; la mejora de la fiscalidad; la internacionalización de la educación.

En cuanto a urbanismo, las supermanzanas, los ejes verdes, la extensión de los carriles bici, la conexión del tranvía, la pacificación de entornos escolares o la reforma de arterias como la vía Laietana son algunos ejemplos del legado urbanístico que deja Colau, algunos con el aval del PSC. El alcalde ha dado pistas de cuál será su hoja de ruta, qué actuaciones mantendrá y cuáles revisará. Collboni descarta ampliar la red de ejes verdes en el Eixample, tal y como preveía el plan Superilla Barcelona de Colau. El alcalde ha dicho que mantendrá los existentes (Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte Borrell), ya que "la gente los disfruta", y apuesta por recuperar 15 interiores de manzana en el distrito para ajardinarlos y ganar verde en “plazas duras”.

El alcalde, sin embargo, continuará dos de las grandes obras de ciudad que Colau no pudo terminar antes de las elecciones municipales. En el caso de la reforma de la Rambla, ha dado instrucciones para acortar el calendario de obras de seis a tres años. Collboni quiere terminar la reforma de la vía Laietana tal y como se proyectó (se está a punto de terminar la primera fase), y también ha defendido culminar las obras del tranvía hasta Verdaguer y completar la conexión (sin poner fecha).

Uno de los carriles bici que más controversia ha generado de la era Colau es el de la vía Augusta por las retenciones que, dicen, provoca. Collboni se ha comprometido a reevaluar ese proyecto así como el de otros carriles bici "con el objetivo de que la ciudad sea pedaleable. No iremos hacia atrás". El alcalde ha puesto de ejemplo el carril bici del paseo de la Zona Franca, que transcurre junto a la acera, y que prefiere en el centro de la vía, tal y como se ha estudiado en un proceso participativo.

Otro de los emblemas urbanísticos de Colau, la pacificación de entornos escolares (el programa Protegim les escoles), continuará con Collboni, que lo ve como una muy buena iniciativa. En campaña, Colau prometió pacificar todas las escuelas. El alcalde defendió la existencia de radares que limitan la velocidad a 30 km/h en las escuelas por seguridad, pero se abrió a flexibilizarlos en función de la hora.

Sobre otra de las medidas estrella de Colau, la moratoria hotelera, que impide la construcción de nuevos establecimientos en determinados barrios de la ciudad, Collboni se ha mostrado partidario de mantenerla: "La ciudad está al límite de su carga turística". Tampoco es partidario de dar más licencias de pisos turísticos. En el caso de los cruceros, el alcalde rechaza la limitación de barcos que defendía Colau y apuesta por dar facilidades a aquellos que tienen a Barcelona como puerto base a cambio de reducir los que sólo hacen escala.