¿Cuáles son los tres principales micropueblos de Cataluña?

Desde hace unos años existe un programa que, bajo el nombre "Repoblem", trata de reactivar los pequeños pueblos de Cataluña. Esta mañana tiene lugar la Asamblea de la Associació de Micropobles de Catalunya, con la participación de la vicepresidenta Laura Vilagrà. Será un buen momento para conocer la realidad de estas localidades, muchas de ellas con una población con menos de 500 habitantes.

Gisclareny, en la provincia de Barcelona, sigue siendo el pueblo con menor población en el territorio catalán, con solamente 26 personas. Incluido dentro del parque natural del Cadí-Moixeró, la altitud del espacio habitado varía entre los 800 metros en el vecindario de La Baga y los 1430 metros en el vecindario del Coll de la Bena. Limita al norte con la Cerdanya, llegando hasta las cimas de la sierra del Cadí, y con Bagà. Al sur y oeste limita con Saldes y Vallcebre, y al este con Bagà y Guardiola. Los bosques y prados alpinos son el paisaje habitual del municipio, así como una multitud de masías dispersas por el territorio.

Le sigue, también en la provincia de Barcelona, Sant Jaume de Frontanyà, con 29 habitantes en su censo. La localidad se estructura a partir de dos calles: la de Baix, prolongación de la carretera local BV-4656, y la de Dalt, que enlaza con el sendero del GR 4-1. Estas dos calles confluyen en el punto donde está la iglesia y el cementerio, así como varios espacios libres de relieve, perímetro y uso variado: plaza del Ayuntamiento, plaza de la Iglesia o varios huertos.

En la provincia de Tarragona encontramos Febró, un pequeño pueblo con 38 personas viviendo en él. Su origen se remonta a 1153 cuando es citado por primera vez en una en la carta de población concedida a Ciurana de Tarragona. Un poco más tarde, en 1163, el pueblo es nombrado en el "Llibre Blanc de Santes Creus". Febró es conocido por la calidad de las avellanas que cultiva.

Desde la Associació de Micropobles de Catalunya, durante el pasado año, se puso en marcha la iniciativa "Oportunitat 500" con el que se ayudó a familias migradas y refugiadas para que encontraran alojamiento en localidades con una población menor de 500 habitantes, propuesta a la que se sumaron 28 micropueblos.