Coronavirus
Sanitarios y enfermos covid, posibles víctimas del “estrés postpandemia”
“Una experiencia cercana a la muerte, o no poder despedirse de un ser querido, son experiencias muy trumáticas”
En psicología se diferencia entre el estrés puntual, el estrés sostenido, y el estrés postraumático. Para el primer tipo, el ser humano está perfectamente preparado (reaccionar ante una amenaza momentánea), el segundo ya produce más problemas físicos y mentales, como alteraciones de sueño, tristeza, miedo... Ese tipo de estrés es el que está experimentando buena parte de la población durante el año que llevamos de pandemia, y es producido por una situación de tensión mantenida en el tiempo.
Pero el más preocupante es el estrés post-traumático, que en este caso sería estrés “postpandemia”. En este caso se produce una “reexperimentación” de la situación dramática. Tal y como explica Amparo Malea, psicóloga clínica responsable del área de Psicología Clínica y de la Salud del Colegio Oficial de la Psicología de la Comunitat Valenciana, el personal sanitario, los pacientes covid y aquellas personas que hayan sufrido la pérdida de uno o más seres queridos, podrían ser las víctimas de este tipo de trastorno cuando la situación vaya volviendo poco a poco a la normalidad.
“En general, el resto de la población se irá readaptando, excepto en algunos casos de personas más vulnerables, pero el estrés postraumático se puede dar entre los sanitarios, las personas que hayan estado ingresadas por covid, o aquellas que hayan perdido a algún familiar o ser cercano”.
Malea explica que el estrés postraumático se produce cuando “hay una experiencia directa con el suceso en concreto, se produce un malestar más intenso, rabia, furia, ira, enfado, reexperimentacion de la situación trumática...”. En el caso de que esta situación se cronifique, se trata de un trastorno mental.
“Los sanitarios lo están pasando muy mal y durante mucho tiempo. En el caso de una persona que haya estado ingresada por covid, cuando vuelven a casa tienen dificultades para dormir, y les cuesta no tener al lado el llamador para poder avisar a alguien”, explica Malea.
En aquellos casos de personas que hayan perdido a uno o incluso más familiares, además de la propia pérdida, se produce el fenómeno añadido de que no ha habido una despedida, por lo que “el proceso del luto no puede cerrarse bien”, asegura la psicóloga.
Reelaborar la experiencia
Amparo Malea explica que el tratamiento para estos casos pasa por “ayudar a que reelaboren la experiencia emocional del trauma mediante técnicas psicológicas específicas, para que la encajen, y vayan volviendo a relacionarse con normalidad”.
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