Triple crimen en Elche
El parricida tímido y activo en redes sociales, dijo a sus amigos que no iba a clase porque tenía covid
La pedanía de Algoda (Elche) conmocionada por la tragedia que ha acabado con “una familia normal”
“No nos esperábamos algo así”, ha manifestado este sábado uno de los amigos del joven detenido como presunto autor de la muerte a tiros de sus padres y de su hermano menor en la pedanía de Algoda, en Elche (Alicante), que le ha descrito como una persona “tímida” pero “muy habladora”, y activo en redes sociales y con los videojuegos.
El joven ha señalado en declaraciones a los periodistas que Santi llevaba unos días sin ir al instituto y que cuando los amigos le preguntaron el motivo respondió que estaba en casa confinado porque se había contagiado de covid.
Según la investigación,todo comenzó cuando la madre riñó al joven por haber sacado malas notas y le dijo que estaba castigado sin videoconsola. Sus amigos, explicaban hoy a Efe, que era un buen estudiante y cuando los amigos se enteraron de que había bajado su nivel académico le preguntaron qué ocurría y les contestó que le daba pereza estudiar.
Tampoco han dicho que hubiese algo extraño en su relación con su familia. Las riñas eran las típicas entre hermanos, pero que “nunca llegó a ponerle las manos encima”.
Los vecinos de la pedanía de Algoda, que no llega al millar de habitantes,han mostrado su consternación por la muerte del matrimonio y el menor de diez años, y aseguran sentirse “impactados” porque era una familia “muy normal” que hacía vida familiar.
La alcaldesa de la Algoda, Toñi Coves, ha informado a Efe de que la familia llevaba unos 18 años residiendo en la pedanía, una zona rural con viviendas muy diseminadas, y la noticia del triple crimen ha generado una gran conmoción entre los vecinos.
Coves asegura que aunque no tenía una relación estrecha con la familia les veía los fines de semana salir de excursión con sus bicicletas y era “una familia muy normal, que hacia vida muy familiar”.
Según han relatado algunos de los vecinos, el padre, Jaime, de 51 años, trabajaba en una empresa de mantenimiento de semáforos y también en la huerta de su casa, donde cultivaba naranjos y granados, y además era aficionado a la caza.
La vecina de la vivienda más cercana a la de la familia ha relatado, visiblemente destrozada por el suceso, que tenía mucha relación con el matrimonio, que incluso fue a su boda, y el hijo menor, de 10 años, era amigo de su hijo, y no podía creerse la noticia.
El presunto autor del parricidio, el joven de 15 años que se encuentra detenido en la Comisaría de Policía de Elche, estudiaba en el instituto público Periodista Vicente Verdú, el último construido en la ciudad ilicitana e inaugurado recientemente.
Según los testimonios recogidos era una joven tímido y retraído, pero un “buen chico” que sacaba buenas notas, y han señalado asimismo que la madre era reacia al uso de las nuevas tecnologías y de hecho había instalado el wifi en casa hacia unos dos años.
Los vecinos han coincidido en que no escucharon ruidos ni disparos el pasado martes, cuando al parecer se produjeron los crímenes, aunque a una vecina le extrañó que ese mismo día, por la tarde, pasó por delante de la puerta del chalé y le llamó la atención que el coche de la madre, estaba aparcado en el interior con la música a todo volumen, pero no le dio mayor importancia.
La corporación municipal de Elche ha convocado una concentración este sábado, a las 13:30 horas en la Plaza de Baix y guardará tres minutos de silencio por el grave suceso y en apoyo a la familia de los fallecidos.
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