Política
Los cinco errores más sonados de Mireia Mollà, la consellera de Compromís destituida
La política nunca ha tenido pelos en la lengua ni tapujos, lo cual ha podido contribuir a su salida del Consell
Desde que en 2019 fuera nombrada consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, no ha pasado en absoluto desapercibida. Protegida por la exlideresa de Compromís, Mónica Oltra, e hija de un histórico de Compromís, Pascual Mollà, la ya exconsellera siempre se ha sentido en la libertad de hablar y actuar sin tapujos, lo hizo en su época de parlamentaria y lo ha hecho también como responsable de Agricultura, algo que, seguramente, ha contribuido a que, en unos tiempos mucho menos gloriosos para Oltra, la actual vicepresidenta, Aitana Mas, decidiera ayer cesarla en su cargo.
Al margen de su trabajo como consellera, con sus luces y sus sombras, su trayectoria como alto cargo deja momentos memorables que marcarán esta etapa de su carrera:
1. La bachata en pijama de Mireia Mollà: en diciembre del año 2020, en pleno confinamiento, la entonces consellera fue duramente criticada por colgar en sus redes sociales un video, que tuvo que retirar, en el que aparecía en pijama bailando una bachata con su gato. El diputado José Juan Zaplana (PP) calificó de “frivolidad absoluta” que miembros del Consell se permitieran “bailar bachata en pijama” y opinó que tendría que “haber dimitido ya”, porque es “una vergüenza”.
2. Los burros muertos: sin lugar a dudas, la aparición de 50 burros muertos en el Parque Natural del Desierto de las Palmas (Castellón), fue uno de los momentos más críticos para Mollà, que finalmente tuvo que depurar responsabilidades dentro de su Conselleria, puesto que se determinó que la muerte de los animales por inanición se debió a la falta de control y supervisión de este proyecto. Para salir del paso, Mollà fulminó al director general de Medio Ambiente. La noticia tuvo repercusión nacional y de hecho el conocido presentador de televisión y criador de animales salvajes, Franck de la Jungla, le dedicó un duro y crítico vídeo. Finalmente, la Fiscalía de Castellón trasladó la causa al juzgado tras apreciar que podría existir un delito de maltrato animal imputable al que era director del parque natural, Antonio García.
3.“Si las naranjas no son valencianas, nadie se va a enterar”: otro momento un tanto bochornoso para la exconsellera fue su “pillada” en la feria de frutas y verduras de Berlín, Fruitlogistic, cuando el año pasado durante su visita a un expositor, al comentarle este que las naranjas que tenía en el “stand” no eran valencianas, ella contestó en tono de humor, “no importa, nadie se va a enterar”. El vídeo se hizo viral, la oposición volvió a pedir su dimisión, y ella se vio obligada a pedir disculpas por sus desafortunadas palabras.
4. De vacaciones durante los incendios: el pasado verano la Comunidad Valenciana vivió uno de los peores episodios de su historia con dos incendios forestales, en Vall d’Ebo y en Bejís, que arrasaron miles de hectáreas. Mollà, responsable de Medio Ambiente de la Generalitat valenciana, no hizo acto de presencia en el escenario de los hechos hasta que fue duramente critica en redes sociales y se vio obligada a presentarse en el centro de control.
5. Bronca a sus compañeros de Gobierno y de partido: la última actuación de Mollà y, seguramente, una de las que políticamente más ha contribuido a su cese, fue la semana pasada, cuando instó al conseller de Economía Sostenible, Rafael Climent, y a la consellera de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Rebeca Torró, que se esforzaran por implantar las energías fotovoltaicas en la región, puesto que su Conselleria estaba cumpliendo con la parte que le correspondía. Al día siguiente varios miembros de su partido reprocharon públicamente a Mollà la poca pertinencia de aquellas palabras.
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