Opinión

Diagnóstico: padece “ansiedad electoral”

En la izquierda se miran de reojo para ver cómo se arañan votos

Mucho antes de que la filosofía del «mindfulness» (consciencia plena) invadiera el mundo en el que hoy vivimos, Séneca (4 a. C. Córdoba) ya hablaba de la necesidad de vivir en el «aquí y el ahora». ¿Por qué? Simplemente porque vivir en la anticipación, en aquello que aún no ha pasado, nos puede llevar a actuar de una manera errónea.

Por ejemplo, pensar que tengo un trabajo entre manos que no va a salir bien, nos encamina a vivir en una situación de angustia permanente. Además, cabe la posibilidad de que sí alcancemos el éxito en nuestro objetivo y, por tanto, habremos sufrido todo este tipo innecesariamente.

Aunque oficialmente aún queda medio año para las elecciones no hay día que pase sin que alguien me plantee la misma pregunta: ¿Y tú cómo lo ves?

Se publican encuestas casi a diario y la única conclusión que puede sacarse de todas ellas es que está todo muy ajustado y que en un mes puede darse la vuelta a la situación.

No soy politóloga, ni tampoco me considero analista. Soy una periodista que ha observado el auge y la decadencia que vivió el PP en la Comunitat Valenciana, la llegada del PSPV de la mano de Compromís y Unides Podem y ahora veo a unos y a otros en una situación crónica de «ansiedad electoral».

Imagen de la bancada del PP en Les Corts
Imagen de la bancada del PP en Les CortsBiel AliñoAgencia EFE

En la izquierda valenciana todos se miran de reojo para ver hasta dónde pueden apretar a sus socios para arañarles votossin que eso suponga desgastarse tanto que su electorado se aburra de ellos y se quede en casa. O peor, que el que una vez les votó prefiera ahora irse a una opción más moderada.

En el bloque de la derecha, el PP cruza los dedos para que el «efecto Feijóo» no se diluya, para que Vox no saque tantos apoyos que pueda imponer sus criterios en una futura negociación y trabajan al electorado de Ciudadanos para que les confíe sus votos. Se olvidan de que las encuestas preguntan por algo que ocurrirá dentro de seis meses y que el futuro solo se puede planificar viviendo y trabajando el presente, que es lo único que tenemos.