Cambio climático
Aumento de temperaturas, menos lluvias y subida del nivel del mar: así se vivirá el cambio climático en Alicante
La ciudad es uno de los enclaves del Mediterráneo que más sufrirá este fenómeno
Los efectos del cambio climático han provocado que en la ciudad de Alicante las temperaturas hayan subido 1,7 grados, en el caso de las mínimas, y 1,3 grados, en el caso de las máximas, desde el año 1970. Y todo por las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el planeta.
Ésta es una de las conclusiones del II Informe de la Cátedra Aguas de Alicante de Cambio Climático de la Universidad de Alicante, (UA), titulado «Análisis estadístico de datos hidrometeorológicos locales y regionalización de los efectos del cambio climático aplicados a la ciudad de Alicante». Una cátedra que dirige Jorge Olcina, que es también catedrático de Análisis Geográfico Regional en la UA y director de su Laboratorio de Climatología.
«Alicante es una de las ciudades del Mediterráneo en que más se está manifestando el cambio climático y en tres aspectos, subidas de temperaturas, llueve menos días al año y cuando cae lo hace de forma más intensa, torrencial, esto lo que condiciona es que las ciudades se tienen que adaptar a estas nuevas condiciones de precipitación», explica Olcina. De hecho, el informe plantea tres escenarios para el año 2100, provocados, a su vez, por los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Uno de los escenarios es optimista, con un aumento de las temperaturas de 1,5 grados; otro, continuista, con una subida de 2 o 2,5 grados, y un tercero, pesimista, con hasta 3 grados de aumento de los termómetros en la ciudad de Alicante.
Según Olcina, la temperatura ambiental subirá hasta final de siglo entre 2,5 y 3 grados. Una variable que, a su vez, es importante por dos razones, porque afecta a la calidad de vida de las personas y porque condiciona, a su vez, el calentamiento del mar, motor de la formación de precipitaciones torrenciales.
Infraestructuras
Es importante destacar que el informe, tal y como comenta Olcina al diario «La Razón», tiene un fin práctico, es decir, que la ciudad se adapte a esas proyecciones climáticas a futuro. Algo que, en el caso de las precipitaciones -lloverá menos días al año pero de manera torrencial- se materializa en la construcción de infraestructuras como depósitos de acumulación de agua de lluvia. De hecho, en el barrio de San Gabriel ya existe uno. El estudio también alerta de que, desde el año 1980, las llamadas noches tropicales -se definen porque los termómetros superan los 20 grados- han pasado de 15 a 80 noches, cifra de la que no han bajado en los últimos veranos.
En cuanto a la subida del nivel del mar, «es tenue en el litoral español», explica Olcina; advierte, no obstantes, que para final de siglo «puede subir el Mediterráneo en la costa de Alicante hasta 60 centímetros y eso condiciona el diseño de toda la infraestructura de evacuación de agua, de alcantarillado, porque, si sube el nivel del mar, se reduce la capacidad de evacuación, de salida las aguas, tal cual está diseñado ahora».
Abastecimiento de agua
Teniendo en cuenta la sequía que asfixia actualmente a la provincia es importante destacar que «Alicante es una de las ciudades europeas con mejor sistema de gestión de agua potable y nunca nos ha faltado el agua, a pesar de haber pasado por sequía importantes y prolongadas», añade Olcina.
En cuanto a reutilización del agua, la ciudad hace muy bien los deberes que impone el cambio climático tanto en infraestructuras, como el Parque Inundable de La Marjal- como en reutilización de las aguas depuradas para diferentes usos, tal y como constata el estudio. Eso sí, la temperatura ambiental y la del mar seguirán subiendo hasta final del siglo.
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