Elecciones autonómicas
Héctor Illueca (UP): "En nuestras manos la Sanidad pública funcionaría mucho mejor"
Defiende la creación de una industria farmacéutica pública para garantizar el abastecimiento de medicamentos
Héctor Illueca (Valencia, 1975) Llegó a la Vicepresidencia de la Generalitat valenciana en septiembre de 2021. Dejaba así una dirección en el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz para iniciar el camino que le ha llevado a encabezar la lista de la coalición de Unides Podem al Consell.
-A punto de acabar esta legislatura en la que Podemos ya ha tenido presencia en el Consell, ¿cuál diría que es el mayor éxito de su formación? ¿Qué le ha quedado por conseguir?
-Si queremos hacer un balance honesto, lo primero es reconocer que el Botànic le ha dado estabilidad a la Comunitat Valenciana. Quiero resaltar específicamente el área de vivienda, que ha estado bajo mi responsabilidad. Hemos puesto en pie una Conselleria que no existía, quiero recordar que mi predecesor, Rubén Martínez Dalmau, despachaba en el bar, no tenía un despacho, y hoy las políticas públicas de vivienda son una referencia para el conjunto del Estado. Se ha ampliado el parque público con la adquisición de más de 1.300 viviendas, donde hemos reivindicado y hemos conseguido que se ampliara la transmisión de las viviendas de la Sareb a la Generalitat, en un volumen de casi 600 para nutrir ese parque publico en el que hemos puesto en marcha el programa de rehabilitación de barrios vulnerables más ambicioso en la historia de la Comunitat. Hemos regulado el acoso inmobiliario.
Es verdad que las necesidades son dramáticas y todo lo que se haga es poco, pero algunas cosas hemos hecho bien. Pero como digo el balance tiene que ser honesto, y han quedado cosas pendientes. Hemos constatado cada día las limitaciones que conlleva gobernar con el PSPV en muchos ámbitos de la acción de gobierno. Lo constatamos con la reforma fiscal, con el despliegue de las energías renovables que se está haciendo en nuestro territorio, sin criterios de sostenibilidad ecológica y a costa muchas veces del mundo rural, lo constatamos con la tasa turística y hace pocas semanas con la aprobación del decreto ley contra el acoso inmobiliario al que me refería, en la que el PSOE forzó a última hora la retirada de algunas obligaciones adicionales para los fondos de inversión que pretendían favorecer la movilización de viviendas vacías.
Nosotros hemos constatado cada día estas limitaciones y por eso aspiramos a una correlación de fuerzas distintas dentro del Consell favorable a todo el bloque alternativo al PSOE, que haga posible políticas valientes y que sirvan al interés general de la ciudadanía. Creo que vamos a un contexto que va a ser difícil y es muy importante que el Consell tenga un nuevo equilibrio de fuerzas favorable a las clases medias y trabajadoras.
-La fuerza mayoritaria del Botànic sigue siendo el PSPV y las encuestas le siguen dando mayoría, ¿cómo ve una posible variación de la correlación de fuerzas?
-Le remito al último CIS, que creo que cierra ese debate al que usted se refiere en un sentido positivo, porque deja muy claro que Unidas Podemos tiene una base mucho más sólida de lo que se ha querido hacer ver y sobre todo lo que deja claro es que tiene un enorme potencial de crecimiento. Esa es la base, pero queda toda la campaña electoral. Nosotros estamos detectando mucha ilusión y movilización en nuestra base social y electoral y aspiramos a una nueva correlación de fuerzas, y vamos a tratar de convencer a los ciudadanos de que es necesaria para poder salir adelante y tener un horizonte que haga posible un mayor bienestar y sobre todo hacer frente a las dificultades que vienen que no son pocas.
-Y esas discrepancias, ¿las ve solamente con el PSPV o Compromís también lastra las aspiraciones de políticas sociales de Podemos?
-Nosotros con los socios mantenemos una relación que se basa en la lealtad, nuestros socios se han enterado de nuestra posición siempre por nosotros, no por los medios, y es evidente que tenemos coincidencias en muchos temas pero también diferencias, que resolvemos con diálogo, con los dos, y que a veces no resolvemos, y cuando no las resolvemos seguimos dialogando. Esto es lo que yo creo que ha hecho posible que el Gobierno sea una síntesis política, que creo que ha conseguido avances importantes, pero ha habido cosas que se han quedado en el tintero.
-¿Considera que el sistema de mestizaje en las Consellerias ha funcionado bien?
-En lo que atañe a mi Conselleria estoy muy satisfecho,hemos tenido una Secretaria autonómica que ha correspondido al PSPV, y se ha trabajado en equipo, y con absoluta normalidad y eficiencia y puedo decirlo también de otras áreas de gestión donde altos cargos de Podemos han participado, como la Conselleria de Justicia o la de Políticas Sociales. En lo que a nosotros respecta, la eficacia en la acción de Gobierno para nada se ha visto afectada por esta circunstancia.
-¿Quiere Podemos estar presente en alguna área de gestión específica en la que creen que tendrían un papel importante?
-Ha habido cosas que han quedado pendientes y que son manifiestamente mejorables. Por ejemplo, yo creo que en manos de Unidas Podem la Conselleria de Sanidad funcionaría mucho mejor. Lo que dicen las encuestas es que el tema de la sanidad es central en las inquietudes de la ciudadanía, porque la gente no entiende que no le den cita o que las listas de espera se alarguen "sine die". Hay una gestión que es mejorable. Lo que hemos hecho en vivienda, que es colocar a la vanguardia del conjunto del Estado a la Generalitat valenciana, aspiramos a que pueda hacerse en otras áreas. Sabemos cómo puede mejorarse la atención primaria. Lo está diciendo la OMS: hay que destinar el 25 por ciento del presupuesto sanitario a la atención primaria, y actualmente se destina el 14 por ciento.
Es, digamos, la osamenta de nuestro sistema público de salud, la base sobre la que se asienta el conjunto del sistema, hasta el punto de que, según datos de Amnistía Internacional, el 70 por ciento de la asistencia sanitaria que recibimos las personas a lo largo de nuestra vida viene de la atención primaria, por lo tanto, creo que es un área a reforzar. Creemos que hay que mejorar las condiciones del personal sanitario y le diré una cosa más, es fundamental apostar por una industria farmacéutica valenciana.
Este lunes se ha publicado una noticia sobre el desabastecimiento de medicamentos en las farmacias y el "lobby" farmacéutico ya ha dicho que hay que subir los precios, por lo que es más necesaria que nunca una industria farmacéutica valenciana que haga posible la producción de medicinas básicas, una bajada de los precios y que evite que la salud se convierta en un negocio. Podría seguir con la desprivatización de los servicios sanitarios, que en la época del PP llegó al 20 por ciento de la atención sanitaria total. Aquí el gobierno ha dado pasos importantes pero hay que perseverar. Creemos que en nuestras manos el servicio público de salud funcionaría mejor.
-Esta industria farmacéutica valenciana, ¿tendría que ser pública?
-Sí, ¿por qué no tiene que tener un elemento importante del sector público? Pero no solo del sector público, de un sector publico potente que apoye con proyectos a empresas y a un sector autóctono que es muy importante. No tiene sentido a la vista de los datos, que la inmensa mayoría de los medicamentos que consumimos vengan de fuera, nosotros tenemos que procurar una seguridad sanitaria a la ciudadanía, igual que tenemos que procurarle una seguridad alimentaria con alimentos básicos que empiezan a tener problemas para adquirir en los supermercados.
-Pero crear esa industria farmacéutica a corto plazo es difícil, ¿no?
-Sí, pero los gobernantes tenemos que apostar por una mirada larga. Un gobierno serio tiene que tener la mirada puesta en el día siguiente, pero también en la década siguiente.
-Propone aumentar el presupuesto para la atención primaria, pero las listas de espera que preocupan de verdad son las quirúrgicas, ¿qué tienen previsto en este sentido?
-Hay que revisar la gestión. La solución no puede ser que cada vez que haya problemas con las listas de espera se derive a los conciertos privados. Hay que revisar la gestión, dotar presupuestariamente a Sanidad y dotar a los servicios públicos de salud con empleados públicos, instalaciones y recursos en todos los ámbitos para que ofrezcan el servicio de calidad que los ciudadanos merecen. Por eso le digo que en manos de UP la sanidad pública estaría mucho mejor gestionada.
-Habla mucho de desprivatizar, pero lo cierto es que las reversiones hospitalarias no han resuelto los problemas en las áreas que han cambiado de gestión.
-Lo que no se puede discutir es que sigue habiendo problemas de gestión que es muy importante resolver y que creo que pueden resolverse. Nosotros tenemos un equipo preparado para ello. Contamos con profesionales de la sanidad pública de primerísimo nivel que son los que nos ayudan con nuestras propuestas y son profesionales ligados a la defensa de un sistema público sanitario. Estamos convencidos de que eso es posible y tenemos un equipo preparado para ello.
-La vivienda se ha convertido en un tema central de la campaña, el PP les acusa de no construir vivienda pública y el problema de la vivienda no se ha producido en un año ni en dos... ¿No tienen ustedes responsabilidad?
-Lo primero que me gustaría decirle a la oposición es que bienvenidos a las políticas de vivienda, algunos han descubierto las políticas de vivienda en la campaña electoral, mientras que el Gobierno valenciano hace cuatro años que lleva trabajando con políticas que son una referencia en el conjunto del Estado. Yo voy a destacar tres temas clave: se han adquirido ya más de 1.300 viviendas a las que habrá que sumar las 600 de la Sareb. 1.300 viviendas que han ampliado el parque público después de décadas sin vivienda pública en la Comunitat. Nosotros. Lo que viene de la época del PP es malvender el patrimonio publico y todavía hoy hacemos frente a compromisos de venta de aquella época.
-Sobre la promoción publica de viviendas, la hemos reiniciado con promociones ya entregadas en esta misma legislatura después de décadas sin una sola promoción de vivienda pública. Ninguna. Tirando de datos, están ya finalizadas un centenar de viviendas públicas y están en ejecución 230. Además de eso, hemos resuelto la semana pasada y adjudicado la licitación del primer concurso de solares, el Plan 2400, el programa más importante de colaboración publico privada de la historia de la Comunitat Valenciana. Está ya resuelto y adjudicado.
-Pero se anunció hace dos años. Se ha tardado un poco en adjudicar...
-Es posible que se haya tardado, pero está adjudicado. 1.090 viviendas estarán el 30 de junio de 2026 en Valencia, Gandia, Silla... en muchas localidades. El resto hasta 2400.. hay que construirlas. Además, entre estas promociones de vivienda pública hay una que creo que es simbólica, Sociópolis, uno de los símbolos de lo que fue un modelo depredador, basado en la especulación y en la corrupción, algo que nunca hay que olvidar y que ha sido muy importante en la Comunitat Valenciana, porque era estructural. Nosotros hemos reactivado la obra de La Torre, está ya en marcha y muy pronto va a suponer la construcción de 200 viviendas públicas, que van a ir predominantemente para jóvenes. Y en tercer lugar, el programa de rehabilitación de viviendas más importante de la Generalitat, el Plan de barrios que permitirá la ejecución de hasta 31 proyectos en 23 localidades, para canalizar los fondos europeos hacia el corazón de la gente más humilde los barrios que más lo necesitan.
-Sin duda hay problemas de comunicación con el mestizaje porque hace apenas una semana Joan Ribó (alcalde de Valencia, de Compromís) ese proyecto se lo arrogaba como una idea suya.
-Bueno es que esto ha sido posible gracias a la colaboración con los ayuntamientos, pero no con el de Valencia, con todos.
-Ya pero el alcalde no mencionó a Héctor Illueca por ningún lado...
-No todos somos iguales.
-Otra medida estrella en vivienda fue el bono alquiler joven, pero muchos de los solicitantes quedaron fuera, y además falta mucha gente por cobrar.
-El bono lo financiaba íntegramente el Ministerio con 22 millones de euros. Cuando se promulgó el bono joven, Pedro Sánchez vino a publicitarlo prácticamente ya haciendo campaña electoral, advertimos de que la dotación presupuestaria era insuficiente, lo dijimos públicamente. Son un esfuerzo importante pero que el PSOE tenía que haber sido más generoso porque esto podía pasar. Al final fue así, yo negocié con el presidente (Puig) la ampliación del crédito presupuestario al bono joven precisamente para evitar que en la nueva convocatoria de 2023 esto pudiera volver a pasar y conseguir que se incorporaran 30 millones adicionales para que ningún joven que tenga derecho a la ayuda se quede sin ella, eso es hoy una realidad que demuestra el esfuerzo que está haciendo esta Vicepresidencia por tender la mano a los jóvenes, sabiendo que todo lo que hagamos siempre será poco.
-En este problema de la vivienda, ¿qué parte de responsabilidad tiene la atracción que tienen ciudades como Valencia, que recibe grandes empresas o mucho turismo. ¿Esto también se puede regular desde su Conselleria?
-Aquí hay una cuestión de fondo que tiene que ver con las bases para construir un sistema público de vivienda, que es lo que nosotros hemos hecho en esta legislatura. Y qué hacemos mientras tanto. Lo que nosotros estamos planteando son dos cosas para el "mientras tanto". La primera, creo que estas elecciones van a ser un referéndum sobre qué vamos a hacer con la política de vivienda. Esto es lo que la ciudadanía va a votar y todos deberíamos tomar posición. A fecha de hoy de hoy el único candidato que ha tomado posición con respecto a la ley de vivienda soy yo.
No he escuchado ni a la derecha ni a otras fuerzas, qué van a hacer con la ley de vivienda. Si nosotros estamos con más fuerza en la Generalitat, vamos a limitar el precio de los alquileres, vamos a declarar zonas tensionadas, tenemos los deberes hechos, con un diagnóstico claro a través del Observatorio del Hábitat, y vamos a tenderle la mano a los jóvenes porque en el "mientras tanto", los poderes públicos tienen que actuar y la única manera posible de intervenir es regulando los precios del alquiler. En segundo lugar, si tenemos más fuerza en el nuevo Consell, vamos a limitar los alojamientos turísticos. Este es el debate real sobre el derecho a la vivienda, si se regula el mercado o no, si se limita o no el alquiler y los alojamientos turísticos. Nosotros proponemos limitar el número de plazas de alojamientos turístico en las zonas tensionadas al dos por ciento con respecto al total de población.
-¿Y es partidario de limitar la compra de viviendas a extranjeros?
-Cada territorio tiene su realidad. Los informes que manejamos en la Conselleria apuntan a que el principal problema que está provocando el encarecimiento de los precios, tanto de compra como de alquiler, es la compra masiva por parte de fondos de inversión y de entidades que se dedican al alojamiento turístico. Hay que actuar con carácter prioritario sin perjuicio de que pueda haber otras medidas a estudiar en función de las circunstancias y de cómo evolucionen las cosas. El problema es que plantear que hay que limitar las plazas de alojamientos turísticos o que hay que limitar el precio de los alquileres, tiene un precio, no es gratis, porque detrás de eso hay intereses muy poderosos. Algunos prefieren aparecer con medidas demagógicas que no siempre tienen una base científica de la realidad de aquí y eludir hablar de problemas que yo creo que sí que merecen una atención directa.
-¿Podemos limitaría el precio del alquiler de todas las viviendas o solo de los grandes tenedores?
-Una de las cosas que vamos a hacer de inmediato es poner en marcha el procedimiento para modificar nuestra propia legislación y adaptar el concepto de gran tenedor a lo que plantea la Ley estatal, que lo amplía, al reducir de diez a cinco el numero de viviendas a partir del cual las personas jurídicas son consideradas como grandes propietarias y adquieren una serie de obligaciones. Cualquier intervención tiene que ser quirúrgica y proporcionada, y hay que ir a la raíz del problema. Los políticos no pueden ir planteando alegremente medidas que luego cuando llegan a la realidad social se convierten en experimentos que a veces dan muy malos resultados.
-La reforma fiscal aprobada por el Botànic quedó corta para ustedes, ¿cuál sería la senda fiscal defendida por Podemos?
-Nosotros de lo que hablamos es de una mayor progresividad fiscal, pero no es que lo digamos nosotros, lo dice la Constitución española, hay algunos mal llamados constitucionalistas que deberían leer mejor el artículo 31 de nuestra Constitución. Cuando se planteó la reforma fiscal, lo que proponía el PSPV era bajar impuestos a las clases medias y trabajadoras. Al final conseguimos una reforma equilibrada, que tenía que ir acompañada de un aumento de los impuestos a los tramos superiores de renta para que no comprometiera el futuro de los servicios públicos. Después de una larga negociación conseguimos un acuerdo en el que algunos temas eran importantes. Esta reforma fiscal ha sido la más importante de los ocho años de gestión de Gobierno progresista en la Comunitat Valenciana. Conseguimos incluir un incremento en el tramo superior del IRPF, aunque entre en vigor el año que viene.
El acuerdo además incluía dos cosas más que nosotros exigimos y que costó mucho arrancar al PSPV y que era un incremento del Impuesto de Patrimonio a los patrimonios superiores al millón de euros y un incremento del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados cuando la transmisión afectaba a viviendas de importe superior a un millón de euros. Eso tiene un impacto recaudatorio notable y equilibra bastante bien la reforma. Pero es verdad que quedaron cosas pendientes.
Nosotros planteamos una reforma a fondo de la figura tributaria más regresiva que existe en nuestro sistema fiscal y que hace décadas que no se actualiza, que es la del Impuesto de Sucesiones, pero no hubo manera, el PSPV se negó en redondo. Y, sobre todo, lo que yo creo que marcó esa reforma fue el acuerdo del PSPV con el PP y Vox para, a última hora, y después de tener un acuerdo con nosotros, bajarles los impuestos a las empresas. Yo creo que eso de alguna forma revela esa ambigüedad en la que siempre se mueven algunos cuando nosotros presionamos para plantear medidas que suponen avances, pero a otros les llaman por teléfono y les obligan a ir en otro sentido distinto.
- Aparte de subir los impuestos a los que más tienen, ¿no creen que también se podría mejorar la gestión del gasto público?
- Le remito a usted a lo que fue la gestión de la última crisis económica, que fue la del 2008, basada en recortes sociales, en reducciones drásticas del gasto público y que acabó con una deslegitimación radical de todo el sistema político. Si eso es lo que queremos, el que se atreva que lo plantee, a ver quién es el primero. Eso es lo que pasó no hace tanto tiempo, la gente se acuerda del dolor social, de los recortes en sanidad, en educación, de cómo le quitaban las casas a la gente pobre, de una reforma laboral que colocó en una situación muy complicada a millones de trabajadores que de un día para otro se vieron de patitas en la calle.
- Pero el gasto público también es el de la propia Generalitat...
- Sí claro, pero lo que quiero decir es que esa experiencia está todavía muy reciente. Mi formación política viene de ese dolor social, nosotros un buen día nos fuimos a las plazas y nos dijeron: "Dejad de protestar y convertiros en partido" y hoy en día estamos en la Vicepresidencia del Gobierno de España y en la Generalitat. Yo creo que en contextos difíciles, como el actual, lo que dice el sentido común es que el gasto público es la única garantía de que la economía no se hunda. Por lo tanto, yo para nada creo que el gasto público tenga que recortarse, aunque tenga que ser más eficiente en muchos ámbitos, y que tiene que amoldarse a políticas que han de estar bien diseñadas y han de evaluarse. Pero no podemos aceptar recetas del pasado.
- ¿Cómo se concreta su propuesta de supermercados públicos?
- Aquí hay que partir de una base que es el diagnóstico, y este es que hay gente que no puede llenar la nevera. Se están produciendo abusos en los precios de los alimentos por parte de las grandes superficies, que están haciendo que se asfixie a los consumidores y que se aplaste a la producción local, a nuestro mundo rural, que sufre prácticas monopolistas de grandes superficies que aprovechan su posición de dominio en el mercado para imponerles precios que son absolutamente abusivos. Este diagnostico lo reconocen hasta ellos.
Hay quien dice que los precios claro que han subido una “burrada”. No solo eso, La Unió de Pagesos hace solo unos días presentó una denuncia contra Mercadona, Lidl, y Bonpreu en la que demuestra que han actuado como un cártel para aumentar el precio de la leche, estamos hablando de cosas muy serias. Nosotros planteamos dos cosas para el "mientras tanto". Es fundamental limitar el precio de los alimentos, como prevé la Ley de Comercio, y tiene que hacerlo el Gobierno central y la Generalitat tiene que reivindicarlo, aunque eso suponga que algunos tienen que arrimar un poquito el hombro, que el margen empresarial de las grandes distribuidoras, que cada día conocemos cifras de beneficios récords, a lo mejor tiene que limitarse.
Y punto número dos, hay que buscar soluciones estructurales para garantizar la seguridad alimentaria de la población, y la manera de hacerlo es a través de una cadena de supermercados públicos que haga dos cosas: articularse con la producción local y específicamente con el tejido cooperativo valenciano para garantizar un trato justo a nuestro mundo rural; y bajar el precio a las familias.
Si esto ha despertado la oposición y las reacciones furibundas que estamos sufriendo por haber planteado esto es porque se sabe que existen ejemplos exitosos y que la cadena de supermercados públicos lo que generaría en la Comunitat Valenciana es un circuito económico alternativo alrededor de la producción local y eso es lo que se quiere evitar.
Aquí hay intereses muy poderosos que efectivamente han salido a la palestra, que tienen que ver con los de las grandes distribuidoras, como grandes empresarios, que no quieren que haya un sector público potente porque podría ser más eficaz en la gestión que el sector privado y garantizar un abastecimiento de alimentos básicos a la población valenciana, esto es lo que nosotros estamos planteando. Y en el "mientras tanto", hay que limitar el precio de los alimentos, claro que sí.
El director general de Consum, Juan Luis Durich, defiende que "topar" el precio de los alimentos no tenía sentido,y decía, al igual que Mercadona, que han reducido su margen de beneficios para paliar el efecto de la inflación.
También parecía un disparate "topar" el precio del gas y ahora es la solución ibérica. Desde hace tiempo, cuando planteamos cosas todo el mundo dice que es un disparate pero al final se acaba pudiendo. ¿Por qué? Porque muchas de las cosas que planteamos son de sentido común y cuando ve uno la realidad y va a un supermercado y se encuentra escenas de un pensionista llorando porque no puede pagar la cuenta, cobran sentido nuestras propuestas para atender las necesidades básicas de la población.
¿Por qué focalizan las críticas en Mercadona?
No es que focalicemos en Mercadona, es que Mercadona controla el 25 por ciento de la cuota, es el “capo”. Cuando hacemos la propuesta, es desde un diagnóstico veraz, la propuesta se puede compartir o no, pero no se puede discutir el diagnóstico.
¿Están mintiendo los supermercados cuándo dicen que ellos suben los precios porque ellos mismos están sufriendo esos aumentos de costes?
Hay que ir a las fuentes. Aquí hay informes solventes que demuestran que el origen del incremento de los precios se encuentra en los beneficios empresariales. Estoy hablando de un informe reciente de Intermon Oxfam, incluso de Facua y de la UE, donde se apunta a que los beneficios empresariales gigantescos la causa del aumento de precios. Pero incluso en el caso de que fuera como ellos dicen, habría que actuar limitando el precio de los alimentos a costa de márgenes empresariales. Ya no es solo un problema de que no puedan llenar la nevera, es un problema de que la gente trabajadora está empezando a cambiar sus hábitos alimenticios y está empezando a comprar comida basura. Eso puede traducirse en un incremento de enfermedades a muy corto plazo y tiene como base un incremento abusivo en el precio de los alimentos. Por eso pensamos que nuestras propuestas son de sentido común y mi impresión es que los ciudadanos lo entienden, pero el veredicto se sabrá el día 28 de mayo.
-¿Qué va a pasar con Sumar y Podemos de cara a las elecciones generales?
Sumar no se presenta a las elecciones autonómicas, para mí no hay nada más allá del día 28. Nosotros hemos sumado, hemos construido una alianza muy amplia. Podem, Esquerra Unida que incluye elementos muy importantes del ecologismo político, como Alianza Verde, Els Verds. Si no ha sido posible ampliarla más es porque otros no han querido. Yo creo que Sumar es un proyecto ilusionante que puede servir de base para sellar alianzas no solo políticas, sino también sociales y confío en que pueda haber un acuerdo y espero que sea lo antes posible.
- ¿Los otros son Compromís?
- Si, claro, pero esto no es una crítica. Ellos rechazaron públicamente cualquier posibilidad de coalición con nosotros y yo lo respeto.
- Esa dispersión de la izquierda, ¿cree que puede perjudicar en el voto autonómico?
- Yo creo que ahora es la hora de movilizar a nuestro electorado con propuestas, con ideas, a estas alturas ya no tiene sentido hablar del pasado. Estamos viendo a nuestras bases muy movilizadas, está viniendo más gente a los actos, el "crowfounding" para nuestra campaña ha funcionado mucho mejor que en 2019, y tengo la impresión de que nos queda mucha mecha.
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