La metamorfosis de Miley Cyrus: de niña buena a macarra e icono mundial
La cantante, que saltó a la fama protagonizando “Hannah Montana”, cumple hoy 28 años
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Desde que el rostro de Hannah Montana forraba las carpetas de todos los colegios hasta ahora, ha llovido. La serie de Disney Channel se estrenó en 2006 y se convirtió uno de los grandes éxitos para los adolescentes de la época. Miley Cyrus, que interpretaba a una joven con doble vida -con la peluca rubia era una estrella del pop internacional-, se labró una imagen de “chica Disney”, término rápidamente relacionado al de niña buena con fama asegurada. No obstante, la artista se ha encargado estos últimos años de demostrar que existe una Cyrus con talento más allá del universo Disney y de una manera, además, revolucionaria.
Hoy Miley Cyrus cumple 28 años y es considerada como una de las artistas más versátiles de la actualidad. La artista ha crecido entre focos, por lo que lidiar con la fama ha sido una de las grandes luchas durante su vida. De hecho, con tan solo 13 años consiguió alzar un álbum como número uno y, antes de cumplir 18 años, Cyrus ya había vendido más de 30 millones de discos. Pero, ahora, la Cyrus que conocemos no es la misma que la que protagonizaba las tardes de Disney Channel, sino que su evolución ha sido tan rompedora como repleta de éxito.
Su primera decisión determinante fue la de olvidarse de la peluca rubia y comenzar su propia carrera musical, más allá del universo Disney, y bajo su nombre original, Miley Cyrus. Tras lanzar “Breakout” en 2008, primer disco que firmaría bajo su propio nombre y que ingresó rápidamente en el puesto número uno de la lista Billboard 200, comenzó a cultivar una imagen más adulta, deshaciéndose de toda fama infantil y explicando a gritos que su talento merecía de una larga carrera musical.
Pero el gran salto de Miley Cyrus fue con “The time of our lives” (2009), álbum que nació de la película “La última canción” y cuyo “single”, “Party in the USA”, la alzó como la artista menos de 23 años con más copias vendidas en EE UU: 7 millones. Lo mismo ocurrió con “Can’t be tamed” (2010), álbum en el que sus seguidores descubrieron a una Miley más madura y cercana a la idea de estrella del rock y que marcó oficialmente la transformación de la cantante. El cambio no había hecho más que empezar.
De repente, Cyrus rompió moldes con “Bangerz” (2013), disco que contiene éxitos como “We can’t stop” o “Wrecking ball” y que le alzó como “artista del año”. De hecho, el videoclip de “Wrecking ball” se hizo viral tanto por su mensaje como por lanzar una imagen totalmente cambiada de la artista. La canción se calificó como “agresiva y transgresora”, así como “majestuosa” y sin “trucos de producción”.
Miley se rapó el pelo, flirteó con el alcohol y protagonizó varios escándalos, tanto encima como fuera del escenario. Todos sus movimientos se convertían en noticia, pues aún había quienes se sorprendían del hecho de que la “chica Disney” había crecido. Durante esta metamorfosis, la artista despertó un sentimiento de amor-odio entre muchos de sus seguidores, pues igual que su estilo macarra contrastaba mucho con el concepto existente de su figura, esto se veía compensado por las grandes canciones que lanzaba.
Ahora, Miley se ha “tranquilizado” y, con el pelo ya largo y sin abandonar radicalmente sus guiños macarra, participa en numerosos eventos activistas: en defensa de los derechos de las mujeres o del colectivo LGTBI. Se podría afirmar que la cantante ha consolidado su figura de icono mundial: su más reciente lanzamiento musical, “Midnight Sky”, marca su nueva etapa musical, solidificando su figura como estrella del pop contemporáneo.
Por tanto, la cantante que quiso separarse de la imagen inocente y juvenil de Hannah Montana, pasó a ser embajadora de la música country, para posteriormente arrasar en el rock y disfrutar hoy de una carrera de un gran éxito y relevancia internacional.