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Alonso Ruizpalacios: "Hay que proteger las cinematografías nacionales de los recortes"

El director mexicano es el flamante premio Luna de Valencia del festival Cinema Jove de Valencia, sucediendo como homenajeado a Sean Baker o Mia Hansen-Løve
El director mexicano Alonso Ruizpalacios, premio Luna de Valencia en el festival Cinema Jove
El director mexicano Alonso Ruizpalacios, premio Luna de Valencia en el festival Cinema JoveFESTIVAL CINEMA JOVE
La Razón
  • Matías G. Rebolledo

    Matías G. Rebolledo

Valencia Creada:

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Solo ha estrenado tres películas, pero es difícil encontrar a alguien que haya retratado mejor el México contemporáneo que el director Alonso Ruizpalacios (Ciudad de México, 1978). En "Güeros", su ópera prima, la política de lo estudiantil se daba de bruces con los bajos fondos de una población vivaracha por obligación; en "Museo", Gael García Bernal le ponía voz y rostro al trauma colonial, ese que lleva al país a pelearse todavía hoy con su propia idiosincrasia, mitad criolla y mitad indígena, pero siempre disputada; y en "Una película policías", acaso uno de los mejores trabajos de emborronado de las líneas entre hechos y ficción de este siglo, el director desnudaba la corrupción de un país envenenado de las urnas hasta las comisarías.
Ahora que tiene pendiente estrenar en otoño "La cocina", con Rooney Mara y que fue aplaudida en el último Festival de Berlín, Ruizpalacios visita Valencia para ser homenajeado. Como premio Luna de Valencia, el galardón honorífico que concede el festival Cinema Jove (ya en su 39ª. Edición), el mexicano sucederá en el histórico a Sean Baker, Mia Hansen-Løve o Lynne Ramsay. Nada mal como augurio, si es que el wéstern que está preparando como cuenta a LA RAZÓN tiene intención de competir en el Festival de Cannes. Sobre su cine, la mexicanidad en el centro de sus narrativas y la nueva etapa política en su país y en el resto del continente que habla español y se desangraría sin ayudas estatales, el director se sienta a reflexionar con este diario.
El director mexicano Alonso Ruizpalacios en Valencia
El director mexicano Alonso Ruizpalacios en ValenciaCINEMA JOVE
-Lo primero, me parece importante preguntarle por por el premio en sí, por ese homenaje como Luna de Valencia. Decía en la inauguración que quizá era demasiado pronto. ¿Cómo se siente al respecto de un premio con con retrospectiva?
-Muy contento. O sea, te digo, sí, hay una parte en donde digo, bueno, apenas estoy empezando, déjenme. Pero claro que es un honor y además, viendo la lista de de gente que han homenajeado antes, me me impresiona y me siento genuinamente sorprendido de estar en la lista.
-Viene de presentar "La cocina" en en Berlín. Y quería preguntarle sobre el eclecticismo, es decir, sobre no hacer lo mismo de una película a otra, intentar moverse, intentar no estar a gusto. ¿Es una cosa consciente o es algo que ha surgido?
-Depende de los guiones y del momento vital en el que uno esté. Es inevitable que uno se se repita de alguna manera, pero por lo menos trato de no hacerlo conscientemente. Trato de romper con lo que hice anteriormente, pero también de honrar los impulsos, las pulsiones que tengo en el presente.
-¿Cree que habría algún hilo conductor para entender su cinematografía? Se me ocurre pensar en en lo idiosincrático. Si uno compara "Güeros" con con "Museo", o con "Una película de policías", hay algo ahí sobre lo idiosincrático, sobre cómo se interpreta la mexicanidad, si es que eso existe.
-Tiene mucho que ver, eso es sin duda. O sea, yo soy mexicano y me y me interesa contar historias de México. Me interesa tratar de de conocer mi país mejor a través del acto de filmar, eso sí que me interesa. Creo que es una herramienta privilegiada para el autoconocimiento de ti y de tu entorno. Decía hoy en el coloquio con la gente que quizás una constante había sido filmar en coches. Pero eso es porque soy de la Ciudad de México y eso nos condena a vivir adentro de un coche la mitad de nuestras vidas.
Rooney Mara en "La cocina", de Alonso Ruizpalacios
Rooney Mara en "La cocina", de Alonso RuizpalaciosAVALON
-Quería preguntarle por "La cocina". Es un texto, obviamente teatral, que usted ya había dirigido. ¿Cómo ha sido volver?
-Desde un principio hablamos no hacer lo mismo. Había que volver, pero desde otros puntos, como algo mucho más ambicioso, extremadamente cinematográfico. Fue un proyecto para el cine desde que la monté como obra de teatro, pero la obra original ocurre en Londres con migrantes europeos. Yo la adapté ya en Nueva York, con migrantes mexicanos, como un primer ejercicio para hacerla mía. Así empecé a fantasear, pero se llevó mucho tiempo y lo guardé como proyecto. Me llevé muchos años escribiéndolo la adaptación, como que no acababa de descifrar cómo hacerla. Ha sido todo un reto mental.
-Entre la adaptación teatral y la cinematográfica, usted y su cine han sido abrazados por la cinefilia internacional, con una proyección mucho mayor. ¿Qué ha cambiado en usted?
-Sinceramente, no lo sé. Creo que es muy complicado responder a eso. Sí, digo, es mi cuarta peli. Si la hubiera dirigido primero, como era mi intención, quizás no hubiera sabido resolver muchas de las cosas que después sí pude resolver. No sé, creo que tiene que ver también con una cosa de maduración y de punto de vista. Ahora tengo 45 años. Cuando empecé a escribir tenía 31. Espero haber cambiado algo, claro.
-¿La mexicanidad se exacerba cuando uno hace vida en el extranjero?
-Sí. Creo que hay un fenómeno de performatividad de la nacionalidad, eso es algo muy curioso. Uno se se comporta de cierta manera y reduce lo nacional a ciertos clichés. Es un un asunto emocional también. Estar lejos de casa es muy duro también y de repente te tocan ciertas fibras. A mí me pasó, lo vi con toda la gente que entrevisté cuando estaba haciendo y escribiendo el guion. Hice un viaje a Nueva York de investigación y entrevisté a muchos cocineros indocumentados. Les hacía ciertas preguntas y el acto de ponerlos a recordar su casa los ponía muy emotivos. Era instantáneo. No están acostumbrados a hablar de su experiencia. Entonces ponerlos hablar de ello los llevaba a un lugar muy frágil emocionalmente.
-Incluso con el reconocimiento internacional de festivales como la Berlinale, ¿cómo de difícil le es a Alonso Ruizpalacios financiar una película?
-Es siempre es difícil. Cada vez es más difícil. Yo esperaba que con "La cocina" fuera a ser más fácil, era mi cuarta peli. Pensé que iba a ser más fácil y fue la más difícil de todas de financiar. También es porque es una película un poquito más grande, con un elenco internacional y al mismo tiempo una película no tan comercial, con retos, en blanco y negro y con un final que no es un final feliz. Fue una cuestión de muchísima insistencia.
-Se lo preguntaba porque, visto el caso en Argentina, parece que la financiación estatal en Hispanoamérica al cine está en el punto de mira. ¿Hay futuro para los cineastas jóvenes en México?
-Me gustaría pensar que sí. Pero, de hecho, el fondo que tuvimos para hacer "Güeros" ya no existe. Eso sí, existen otros fondos todavía del Estado, por lo que me gustaría pensar que sí, que todavía es posible para un director primerizo. Y es posible porque existe el IMCINE (Instituto Mexicano de Cinematografía), porque lo hemos defendido, pero cada vez está en riesgo. Es algo que hay que pelear y que los Gobiernos siempre intentan echar abajo, es de las primeras cosas que recortan y que dicen "esto no sirve". Son tiempos muy oscuros y hay que proteger las cinematografías nacionales, tratar de hacerle ver a los políticos todo esto que digo, lo fundamentales que son.
-Hace poco entrevistábamos a Michel Franco, y se ponía a la defensiva al preguntarle por la nueva situación política de México, dando cuenta del calado. ¿Cómo reciben como creadores, como personas relevantes de la cultura, esta nueva etapa política?
-Tengo sentimientos encontrados. Pero con más esperanza que otra cosa. No creo que en los milagros y a cualquier político lo veo con escepticismo. Eso es lo que nos dice la historia que hay que hacer, no mirarlos con devoción. Y hay exigirles, sobre todo, que cumplan. Creo que Claudia Sheinbaum es una mujer muy inteligente y espero que logre escindirse de de su antecesor para trazar un camino propio.
-¿Está México preparado una presidenta?
-Sí, lo estamos y desde hace mucho, yo creo que ya era hora.