Este es el origen de la palabra "aquelarre": cuando se convoca el mal
Se trata de una voz castellana de origen vasco cuyo origen alude al macho cabrío, símbolo del demonio
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Es una de las palabras más sonoras del castellano. Se trata de una voz que alude directamente a los abismos. Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), aquelarre es una "junta o reunión nocturna de brujos y brujas, con la supuesta intervención del demonio ordinariamente en figura de macho cabrío, para la práctica de las artes de esta superstición". Se trata, pues, de una llamada a los malos espíritus, pero ¿cuál es su origen?
En concreto, este término se trata de una adaptación de otra palabra del euskera, como recoge la RAE: "Del vasco akelarre; propiamente 'prado del macho cabrío'". Así, en vasco, aker significa "macho cabrío" y larre es "pradera". Según algunos historiadores, el hecho de esta palabra se haya tomado del euskera puede tener una explicación histórica. La época de máximo apogeo de este tipo de rituales en la Península Ibérica tuvo lugar entre finales de la Edad Media y el Siglo XVII. La profusión de este tipo de rituales por la zona norte (especialmente famosos fueron los episodios relacionados con las llamadas brujas de Zugarramurdi) podría haber favorecido el préstamo del término del euskera.
Se dice, de hecho, que el primero en utilizarla en castellano fue el propio inquisidor Juan del Valle Alvarado, quien en 1609, pronunció ante el Tribunal de Logroño el término que quedó así recogido en las actas. Por cierto, que el sinónimo de aquelarre en castellano, sabat, tiene también un componente histórico. Sabat es como se llama la fiesta tradicional del judaísmo, su descanso semanal. Y, según parece en la Edad Media, algunos gobernantes cristianos quisieron darle a esa festividad el contenido demoníaco con clara intención antisemita.