Buscar Iniciar sesión
Sección patrocinada por
Patrocinio Repsol

El Juan Sebastián de Elcano, un pedacito de España alrededor de los puertos del mundo

Durante su segundo viaje a América, Cristóbal Colón se detuvo en una isla caribeña a la que los indígenas taínos llamaban Boriquén y que el marino bautizó como San Juan Bautista.
La Razón

Creada:

Última actualización:

Elcano es un buque-escuela, pero al mismo tiempo se convierte en una embajada flotante cada vez que atraca en un puerto extranjero. Desde hace ya 94 años, el bergantín-goleta tiene el propósito de acercar un pedacito de España a los compatriotas y locales del país visitado a través de la comida, la cultura y otras actividades.
Todo comienza a pocas yardas de la costa: El Juan Sebastián de Elcano se adentra en la bahía de la Habana mientras dispara 21 salvas, a las que responde de forma encadenada la batería que tienen las Fuerzas Armadas Revolucionarias en la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña; un intercambio cordial de cañonazos que se hizo también en San Juan con el ejército americano y en Atenas – al principio de esta singladura – entre el buque y la Armada griega.
La ruidosa tradición es un gesto que han utilizado los buques de guerra desde hace siglos para indicar que sus intenciones son pacíficas al entrar en un puerto extranjero. Pero su origen empezó lejos del mar: En Habsburgo (Baviera), donde se dispararon 100 cañonazos para conmemorar la visita del emperador Carlos V. Pero durante la celebración la guarnición encargada de la artillería realizó un disparo de más, y las ciudades próximas imitaron los 101 cañonazos días después. La tradición se extendió a los navíos, pero reducida por coste y tiempo a las 21 salvas. El mismo Fernando Albo nos cuenta como Elcano «Hizo vela saliendo de Tidor el día 21 de diciembre de 1521, entre el estruendo de las salvas de artillería de ambas naos, en demostración de despedida una de otra…», un gesto de despedida y amistad en plena expedición que culminaría con la primera vuelta al mundo, que se siguen utilizando cinco siglos después.
Una vez atracados en el muelle, en todos los puertos, se recibe con otras 21 salvas del cañón al embajador de España en el país visitado y se realiza el Saludo a la voz: toda la dotación forma en las cubiertas del buque mientras los marineros de maniobra saludan con el cuerpo desde los palos y las vergas. En el momento en que terminan los cañonazos la banda interpreta el himno nacional y toda la dotación al unísono grita cinco ¡viva España!, con los que termina el saludo a la voz y arrancan el resto de actos.
La primera noche Elcano se viste de gala con una gran recepción a bordo. Unos toldos blancos cubren la cubierta y banderas de varios países decoran la popa (Toldilla). Hay jamón, vino español, arroz y gazpacho, entre otros productos de origen nacional. Y la orquesta, en el Alcázar, empieza a tocar diferentes canciones bajo la campana y la placa con el título Tu Primus circumdedisti me. El buque se empieza a llenar de autoridades locales, militares y todo tipo de invitados que disfrutan hablando con los miembros de la dotación durante la noche.
Ya en tierra firme se organizan más actividades como son los seminarios sobre la primera vuelta al Mundo, la visita de lugares emblemáticos de la ciudad, o excursiones a zonas de campo y eventos cercanos a la localidad. Uno de los actos más destacados es la cena en la casa del embajador o en el mismo edificio de la embajada, al que acude la colonia española y, por parte del Juan Sebastián de Elcano, la dotación, con gran número de oficiales, suboficiales y guardiamarinas, entre otras escalas.
Atrás dejamos ya muchos puertos: Atenas, Civitavechia, Barcelona, Cartagena, Praia (Cabo Verde), San Juan (Puerto Rico) y la Habana, con sus actos conmemorativos, excursiones y cenas protocolarias. Ahora que el buque-escuela ha llegado a Miami, además de la recepción, a la que acudirá probablemente la reina emérita Doña Sofia, y la cena en la casa consular, se firmará el convenio de la Cátedra Internacional CEU Elcano con dos universidades de Florida y la dotación participará en un acto memorial a la Armada durante la estancia en la Pascua Florida, como la llamó su descubridor Ponce de León, hace más de 500 años.