Jorge Vilches: "A nuestros dirigentes les falta sentido de Estado"
El profesor y colaborador de LA RAZÓN publica 'Historia del liberalismo español' y pone la Restauración como ejemplo de entendimiento entre los partidos
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Explica Jorge Vilches en el inicio de su nuevo libro que la "gran preocupación" de los liberales en el siglo XIX español fue la de encontrar una forma política estable para la libertad. Debían encontrar "la dosis justa entre el orden y la necesidad o el deseo de reformas".
El profesor y politólogo se sumerge en 'Historia del liberalismo español' (editado por Sekotia) en una historia de equilibrios entre liberales y conservadores para establecer un orden constitucional de libertades y democrático en la España del siglo XIX. Ahí, Vilches señala dos sensibilidades: por un lado, "la necesidad era el orden porque la sociedad no estaba acostumbrada a las libertades y su simple ejercicio podía derivar en desórdenes o que otras personas no pudieran ejercer sus derechos", donde se encontraba el bando conservador; y, enfrente, estaba el empeño liberal en reclamar el poder de la libertad en manos del pueblo. De no ser así, para los liberales, era "imposible que un régimen liberal se estableciera", explica el autor.
"[Hoy] no se busca el acuerdo, sino el poder"Jorge Vilches
Suena utópico, hoy, que la clase política se ponga de acuerdo en algo. "Con estos dirigentes es muy complicado", suspira el autor. "No pasó en el 11M, ni en pandemia, ni ahora con la DANA de Valencia... Falta sentido de Estado y de una democracia al servicio del pueblo". Sin embargo, como se comprueba en su libro, y como se reafirma en esta conversación, "en otros momentos de la historia sí ha sucedido" ese consenso. La última vez, durante "el establecimiento del régimen constitucional, en la Transición". Aquello, señala, fue el ejemplo de una élite de mandatarios que fueron "responsables", subraya al tiempo que señala que, hoy, "no se busca el acuerdo, sino el poder".
Aunque antes ya se había logrado dar con una generación de dirigentes capaces de llegar a acuerdos. Por ello, Jorge Vilches llama la atención sobre su nueva publicación: "Si enlazamos la actualidad con el siglo XIX, la gran lección que podemos tomar es la Restauración". Este periodo, para el profesor, destaca, entre otras, por "la responsabilidad" de sus políticos. "Consideraron que había un objetivo primordial por encima de otros intereses partidistas o personales".
El ejemplo lo vemos mucho antes de abrir esta 'Historia del liberalismo español'. Con un rápido vistazo a su portada, el lector se topará con la caricatura decimonónica de dos hombres estrechando la mano. Uno, Cánovas del Castillo, conservador; el otro, Sagasta, del Partido Liberal. Es una de las imágenes que da fe de ese paso del Antiguo Régimen a un Estado moderno cimentado en una constitución que definiera la soberanía, los derechos individuales y la separación de poderes, creando un marco armónico y aceptable para todas las familias políticas.
El proceso, sin embargo, no estuvo exento de complicaciones. "La discrepancia en los medios para establecer este nuevo orden, ya fuera mediante la revolución o la reforma, y la dificultad de equilibrar la libertad como motor de progreso con la necesidad de un Estado fuerte, añadieron capas de complejidad", se lee en estas páginas. De esta forma, Vilches ofrece una visión detallada de la situación, revelando cómo emergieron dos campos bien definidos: los conservadores, que priorizaban el orden como condición indispensable para las libertades, abogando por reformas viables; y los liberales, que veneraban la revolución como herramienta para cambiar el país en nombre del pueblo, en detrimento de los elementos "reaccionarios", y que demandaban un gobierno revolucionario exclusivo. "Cuando se abandonó la idea de la revolución para tomar el poder y se acogieron al concurso reglado con las instituciones el régimen fue estable. Y eso pasó con la Restauración. Hasta entonces –continúa–, como los partidos se tomaron el régimen en propiedad, hubo mucha inestabilidad".
"Cuando se abandonó la idea de la revolución para tomar el poder (...) el régimen fue estable"Jorge Vilches
Atrás quedaban esas ideas heredadas de Francia en las que se ensalzó la revolución como instrumento para llegar al poder y cambiar las cosas: "Al final, la revuelta es un desorden que enfrenta a una parte de la sociedad contra otro. Y además, en Europa no tenemos un ejemplo de estabilidad con un caso así". Ahí es donde el profesor pone en valor la figura de Sagasta, cuya "gran labor", señala, "es construir un partido que recoge los principios liberales para llevarlo al gobierno de una manera leal y sin disturbios. No pone en cuestión el sistema para llevar a cabo los puntos de su programa. No hace falta asaltar los cuarteles". El expresidente del Consejo de Ministros de España es uno de los grandes nombres del libro junto al citado Cánovas, Jovellanos y Alfonso XII, señala.
El experto en la historia liberal presenta en este ensayo a los principales actores de este periodo histórico: doceañistas, doctrinarios, progresistas y demócratas. A través de sus proyectos y trayectorias políticas, descubrimos su lucha por encontrar un equilibrio entre libertad y orden en la España del siglo XIX. "Sus éxitos y fracasos han dejado una huella indeleble que define en gran parte la configuración de la España actual", expone.
LA MATRACA DEL UNIVERSO "WOKE"
Con Trump reelegido en las urnas, Vilches dice no temer que la polarización vaya en aumento. "¿Más? Es imposible. Va a seguir como hasta ahora", zanja. Pero sí quiere dejar claro que ese enfrentamiento no surge de la figura del presidente entrante en la Casa Blanca, "sino del 'wokismo' que adoptó el Partido Demócrata. El recorte de libertades viene de ahí y Trump es una reacción a ese movimiento que existe desde hace décadas. Sectores izquierdistas de EE UU han estado viviendo de ello durante años del 'wokismo' y ahora tienen de nuevo el escenario deseado para seguir con la misma matraca".
- 'Historia del liberalismo español' (Sekotia), de Jorge Vilches, 448 páginas, 25 euros.