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Libros

Un viaje literario al infinito junto a Irene Vallejo

La autora, que celebra el quinto aniversario del exitoso «El infinito en un junco», lanza una obra infantil dedicada a su hijo

La escritora zaragozana Irene Vallejo
La escritora zaragozana Irene VallejoJames Rajotte

Entre la fantasía y la parodia, las «Historias verdaderas» de Luciano de Samósata, escrita en griego en el siglo II d. C., es considerada la primera obra de ciencia ficción de la historia. Reúne una serie de peripecias galácticas y aventuras utópicas que a Irene Vallejo le cautivaron hasta inspirarle. La escritora zaragozana, en su afán de abrazar el mundo clásico y de rescatar sus fortalezas, se ha basado en las ficciones de Samósata para lanzar un bello libro ilustrado. Una obra repleta de invenciones y fantasías que, de la mano pictórica del pintor José Luis Cano –sus obras se han exhibido en más de 40 exposiciones individuales y es autor de varios murales, destacando «La Eneida» del Museo Pablo Gargallo de Zaragoza–, funciona como un cuento reflexivo destinado a los más pequeños.

Apunta Vallejo que «El inventor de viajes» (Siruela) lo confeccionó «para dar la bienvenida a mi hijo al mundo» –se incluye, de hecho, un retrato suyo realizado por Cano en las últimas páginas–. Pedro nació en 2015 con una extraña enfermedad, lo que hizo que la vida de la autora quedase «reducida a ir del hospital a casa y de casa al hospital» durante meses, recuerda la autora. Todo lo contrario, añade, «a viajar por todo el mundo». Este libro, de traslados y aventuras, de saltar de una dimensión a otra a través de los nulos límites de la imaginación, «es la compensación de aquella vida de hospital». Unas dulces páginas donde la autora atrapa la citada antigua parodia de relatos de navegantes recuperando una ingeniosa historia repleta de criaturas tan inconcebibles como los «calabazapiratas» y los «pulgarqueros».

Arranca la obra dejando patente su grado de diversión y disparate: «Te voy a contar un increíble viaje que jamás hice. Me he inventado mis aventuras de principio a fin porque soy una embustera redomada (...). Pero hay algo que ya sabes, estoy segura de que lo sabes: con la fantasía se llega a lugares muy muy lejanos, como si voláramos con las alas del pájaro más grande del mundo». Junto a la protagonista, una viajera intrépida y valiente, el lector aprenderá a lidiar con una ballena, a sorprenderse por nuevos lugares y a librar las batallas más insospechadas y originales a favor de la justicia.

Una de las ilustraciones del libro, creada por José Luis Cano
Una de las ilustraciones del libro, creada por José Luis CanoSiruela

Publica esta ingeniosa versión, por tanto, celebrando una vida muy diferente a la de entonces: su hijo Pedro «está bien, y dice que quiere ser editor literario», celebra Vallejo. Añade que le acompaña a varias firmas que llevan a la autora por todas partes del país e incluso del mundo. No para Vallejo, ahora sí, de viajar. Recuerda que fue durante aquellos meses de hospital cuando escribió su exitosa «El infinito en un junco» (Siruela), obra que le ha permitido hacerse hueco entre las narradoras más reconocidas de nuestro país. Ha sido, además, gracias a esta obra, conocida en más de 40 lenguas, así como lleva más de 100 ediciones publicadas –incluyendo versiones de bolsillo, eBooks o ediciones publicadas en Latinoamérica– y se contabilizan más de un millón de ejemplares vendidos «siendo conservadora», matiza. Publicado hace cinco años, creó las 500 páginas de «El infinito en un junco» «convencida de que con ello acababa todo. Lo hice de forma terapéutica mientras cuidaba a mi hijo, e iba a ser una despedida del mundo literario. Lo escribí además con esa libertad que te dan las bajas expectativas. Pero no sabía que, en realidad, todo estaba a punto de empezar».

«Escribí ‘‘El infinito en un junco’’ hace 5 años con la libertad que te dan las bajas expectativas»

Irene Vallejo

[[H2:Un libro «insensato»]]

En octubre de 2019 salía a la luz la citada obra, poco antes de que la pandemia irrumpiera en todas las vidas del planeta. Aún con el complejísimo camino que tenía el desarrollo de la cultura en general y de los libros en especial en aquella época, el ensayo de Vallejo consiguió salir adelante. Y con creces. Fue el más vendido durante los meses pandémicos, y ello reconcilió a la autora con su pasión y le abrió un camino literario que cultivó publicando títulos como «Manifiesto por la lectura», «Alguien habló de nosotros» o «La leyenda de las mareas». Un recorrido que sorprendió a una Vallejo a punto de tirar la toalla, quien sigue definiendo aún hoy a su máximo éxito editorial como «un libro extraño, insensato, un cúmulo de causas perdidas».

Asegura Vallejo que «los libros son medios para mejorar la sociedad y para dar oportunidades a quienes no las tienen». Gracias a estos cinco años de éxito y de peripecias literarias, la zaragozana ha aprendido el poder de este arte, y cómo «sigue habiendo una comunidad lectora en todas partes del mundo muy grande. He encontrado a una gran tribu del junco con mucha fuerza». Ahora, la escritora que recogió a una literatura desahuciada en tiempos de nuevas tecnologías y auge de pantallas, y que con ello realizó el elogio más celebrado que se ha hecho a este arte, se vuelve a convencer, con este nuevo cuento, del poder de la escritura para sanar, calmar y viajar lejos aún en las épocas más crudas de nuestras vidas.