El alma soul de Springsteen
“Only the strong survive” es el primer volumen de varios discos de versiones y su entrega inicial está consagrada a la música negra
Creada:
Última actualización:
El tópico muestra a Bruce Springsteen como el clásico chico blanco de suburbio obrero crecido musicalmente al amparo de Elvis, Bob Dylan, el viejo rock and roll y los cantautores californianos de los primeros años 70. Nada más lejos de la realidad. Porque si se profundiza en su biografía y sobre todo en su música, es fácil reconocer una fuente primaria que con el paso de los años terminaría de matizar su propio sonido: la música negra y, en especial, el soul. De pagar deudas va «Only the strong survive», el primer volumen de una serie de discos de versiones.
En su autobiografía de 2016, Springsteen describe repetidamente «rock ‘n’ soul» como el estilo por el que le gusta ser reconocido y elogia a héroes del R&B como James Brown y Curtis Mayfield. Ahora sorprende con un álbum de 15 temas de soul y un guiño a la música afroamericana y a iconos como Aretha Franklin, The Temptations, Diana Ross oThe Four Tops que llega el 11 de noviembre. «El soul, junto con el gospel, es parte de la música vocal más hermosa jamás grabada», dice Springsteen con entusiasmo en un vídeo promocional de «Only The Strong Survive».
Más allá de conocer que Springsteen fue desde joven un devorador de música negra, es interesante profundizar en su música para investigar las huellas del soul que aparecen en su carrera. Y solo hace falta hurgar en los inicios de su formación para hallarlo. Porque lo cierto es que la E-Street Band, su grupo de toda la vida, nació ya con una profunda vocación soul, pues ya en sus comienzos incluía piano, órgano y saxo, instrumentos de clara vocación negra. Davis Sancious, su pianista original, era un devoto del jazz y el funk, como el batería Ernest «Boom» Carter. Y qué decir en lo musical… «The E-Street Suffle», la canción que sugirió el título de su segundo álbum, poseía un riff «robado» de «Monkey Time», un éxito de Major Lance compuesto por su venerado Curtis Mayfield en 1963.
Los grandes “frontmen”
Durante todos estos años, Springsteen se ha ganado una merecida fama de «animal de directo» por su facilidad para conectar con su audiencia, ya fuera en sitios pequeños o en grandes estadios. Y esa virtud la adquirió no solo viendo cómo se comportaban en escena carismáticos «frontmen» como Elvis o Mick Jagger, sino sobre todo a grandes figuras del soul como Otis Redding y especialmente James Brown. Este último fue siempre la inspiración de los más seductores líderes en escena, y Springsteen no fue una excepción. Durante sus primeros años de carrera fue consiguiendo llenar de música soul su propio repertorio gracias a canciones como «Blinded by the light», «Lost in the flood», Spirit in the night» o «Kitty’s back». Esta última, por ejemplo, se extendía ya desde su inicio durante muchos minutos en directo para que la E-Street Band desarrollara todo su potencial soul.
Springsteen logró completar definitivamente su propio sonido con la publicación de «Born to run» en 1975. «Quería que sonara como los discos de Phil Spector con las letras de Dylan», reconocería. Aquí alude al lunático productor que armaría su impresionante «muro de sonido» y serviría grandes éxitos del soul. Mientras tanto, Springsteen se desplegaba poderoso en escena abrazado a un sonido grandilocuente y épico mezclado con la teatralidad de sus gestos en escena. Todo muy soul, en realidad. El músico de New Jersey había encontrado su propio sonido metiendo en la coctelera todas sus influencias. De alguna forma, y como es lógico, ya siempre sería preso de ese peculiar (y exitoso) sonido. Pero en poco tiempo encontró una forma de desarrollar su particular devoción por el soul y sería ofreciendo una especie de mecenazgo hacia su amigo y vecino Southside Johnny, el alias de John Lyon.
Tanto éste como Springsteen eran habituales en los clubes de Asbury Park. Cuando Lyon encontró sello para la banda Sounthside Johnny & Asbury Jukes, Springsteen triunfaba en todo el mundo con «Bort to run». Pero le sobraban canciones. Y no solo eso, estaba dispuesto a componer otras nuevas que le sirvieran a John para impulsar su proyecto y, de paso, satisfacer sus necesidades de escribir soul ortodoxo. El primer disco de Southside Johnny, el sensacional «I don’t wanna go home», fue producido por Little Steven, guitarrista de la E-Street Band, y contó con dos composiciones del propio Springsteen: la ardiente «The fever» y la volcánica «You mean so much to me baby», que además fue grabada junto a Ronnie Spector para dar todavía mayor lustre a semejante maravilla. Tanto John como Springsteen compartirían escenario en muchas ocasiones durante aquellos tiempos.
Conocimiento enciclopédico
Las secciones de viento, tan soul, siempre sedujeron a Springsteen, y ese sonido «brass» lo incorporó de forma muy sorprendente en 2006 a «We shall overcome: The Seeger Sessions». Aquello nació como un proyecto destinado a homenajear y reivindicar la figura de Pete Seeger, pionero del folk y profundo activista en favor de los derechos humanos. Lo lógico hubiera sido pensar en un álbum austero, acústico y básico, pero Springsteen apostó por todo lo contrario y, para escarnio de puristas, llenó las canciones interpretadas por Seeger de arreglos de viento y de una presentación mucho más cercana al soul que al folk. Tampoco tuvo empacho para sacar de gira toda aquella parafernalia y llenar de vientos varios continentes del mundo.
Las canciones elegidas por Springsteen para su nuevo «Only The Strong Survive» dan una idea del conocimiento enciclopédico del género que tiene. Por supuesto, hay algunos éxitos como «Night Shift», de The Commodores, o «What Becomes Of The Brokenhearted», de Jimmy Ruffin, pero sobre todo aparecen gemas menos conocidas de Dobie Gray, Tyrone Davis o William Bell. El primer sencillo, «Do I Love You (Indeed I Do)», fue escrito y cantado en 1965 por el ahora casi olvidado Frank Wilson. «Se trataba del blues, de la iglesia, de la tierra y del cielo empapado de sexo. Era música para adultos cantada por verdaderos hombres y mujeres de soul, no por ídolos adolescentes», reclamaría Springsteen al hablar de este género que le apasiona. Es su primer disco de versiones, algo a lo que casi nadie puede resistirse. Algo a lo que se suele acudir por dos motivos: o se está seco creativamente o se siente la necesidad de rendir tributo a influencias básicas. Eso solo el tiempo lo podrá aclarar. Por ahora, lo evidente es que Springsteen elige el soul como exponente fundacional de su propio estilo y que paseará algunas de estas canciones y de sus propios clásicos en una próxima gira que promete ser monumental. Porque rara vez es «pequeño» lo que hace Springsteen.