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Festival de San Sebastián

San Sebastián arranca tomando el relevo de la protesta proPalestina

La ciudad donostiarra se prepara para dar el pistoletazo de salida hoy a la 73 ª edición del festival que contará con varias presencias internacionales y una predecible sensación de agitación social

«La voz de Hind», sobre el horror de Gaza, se proyectará tras su paso por Venecia
«La voz de Hind», sobre el horror de Gaza, se proyectará tras su paso por VeneciaImdb

Una fotografía de Marisa Paredes tomada por el fotógrafo Manuel Outumuro en Madrid en el año 2000, con su escultórica y mediterránea espalda imponiéndose de perfil mientras sostiene pensativa su rostro con el pulgar de la mano derecha como imagen promocional del cartel oficial sólo podía vaticinar la celebración de un acontecimiento comprometido con la dignidad y con la historia. Arranca un año más la esperada 73 ª edición del consagrado Festival de San Sebastián y lo hace acompañando el mencionado homenaje visual a la actriz –y estrella particularmente querida por el certamen– con un posicionamiento claro ante lo que está sucediendo en Gaza y representativo de la conciencia cultural manifestada y canalizada por la industria del cine frente a ello. Algo que sin duda marcará la línea discursiva de algunas de las proyecciones que veremos a lo largo de las jornadas que están por llegar.

A principios de septiembre, el Comité de Dirección del festival ya se encargó de dejar clara su postura al respecto emitiendo un comunicado en el que se subrayaba la idea de defensa de "la Declaración Universal de los Derechos Humano" y en el que creían necesario "hacer un llamamiento genérico a favor de la democracia y alertar sobre sus fragilidades ante la abundancia de derivas autoritarias y discursos que actualmente generan espurias equiparaciones con regímenes dictatoriales. Es insoportable tanta atrocidad, tanto terror. Nos invaden la rabia y el dolor ante tal injusticia. Desde el mundo del cine, de la cultura en general, siempre hemos querido aprender las lecciones de los horrores del siglo XX que el conocimiento histórico nos ha legado para que nunca más rimen terroríficamente. Es obligado pues condenar hoy la sistemática y programada conculcación de derechos humanos, el genocidio que está perpetrando el Gobierno de Netanyahu", remarcaban desde la organización.

Una de las proyecciones vinculadas de forma directa con este nivel de compromiso en términos de despertar colectivo que pasará por el Zinemaldia es "La voz de Hind", una película dirigida por la cineasta tunecina Kaouther Ben Hania que aterriza en el enclave donostiarra después de recibir 23 minutos de ovación en el reciente Festival de Venecia y consolidándose como la que para muchos integrantes de la crítica internacional y española merecía haberse alzado con el León de Oro. El relato sin destilar de una realidad grabada en directo se convierte en material de sustrato cinematográfico para este episodio ocurrido en enero de 2024, cuando los conocidos como voluntarios de la Media Luna Roja (organismos voluntarios de auxilio que cooperan con las autoridades estatales) recibieron la llamada de emergencia de una niña de seis años que estaba atrapada en un coche que fue sometido a más de trescientos balazos bajo el fuego en Gaza, suplicando ser rescatada. Su nombre era Hind Rajab.

Diálogo intergeneracional

Por otro lado y de manera accesoria al porcentaje considerable de vinculación política que inundará este año el Kursaal, conviene destacar la pretensión de acercamiento intergeneracional propuesta. El Premio Donostia a Jennifer Lawrence, la actriz más joven que ha recibido este galardón en toda la historia del certamen se lee como un gesto que reconoce con significativa evidencia al nuevo talento, mientras que otro Premio Donostia se concede a Esther García, mítica productora de El Deseo con una prestigiosa carrera a sus espaldas avalada por centenares de títulos. Prueba de ese diálogo entre generaciones en la programación de este año se refleja en presencias como las de una ilustre directora como Agnieszka Holland con "Franz (Franz Kafka)", su ambicioso y sorprendente retrato de Kafka, y su hija, la cineasta Kasia Adamik, que clausura esta edición con el thriller político "La conspiración del cuervo". El equilibrio entre la experiencia y el talento innovador parece percibirse por el momento en el resto de la Sección Oficial.

Dos prestigiosos nombres del cine francés presentan sus nuevas obras: Arnaud Desplechin a través de su melodrama "Deux pianos" por un lado y Claire Denis por otro, continuando reflexiones en "Le Cri des Gardes" sobre la herencia del colonialismo con un Matt Dillon entregado en su papel jefe de obra como ingeniero de un gran proyecto de obras públicas en África Occidental. Además una institución como Juliette Binoche se revela ahora como nueva directora con su debut detrás de las cámaras, "In-I In Motion", al tiempo que Alice Winocour asienta su reputación con "Couture", un sagaz retrato del mundo de la moda protagonizado por Louis Garrel y Angelina Jolie, cuya deslumbrante presencia en el festival se confirmó ayer mismo.

Asimismo el cine argentino sigue demostrando su vitalidad en tiempos difíciles y se postula como un lugar con mensajes a los que mirar de cara al palmarés teniendo en cuenta la identidad de alguno de los miembros del jurado de este año como Lali Espósito. En esta línea, Milagros Mumenthaler indaga con "Las corrientes" en la psicología de una mujer en crisis con un imaginativo estilo visual, la actriz Dolores Fonzi afronta con su segundo largometraje, "Belén", una contundente reivindicación del derecho al aborto y Daniel Hendler emplea en "27 noches", película con la que se inaugura esta edición, las armas de la comedia para hablar de otras lacras sociales.

En lo que respecta a nombres de producciones nacionales que competirán por la codiciada Concha, Alauda Ruiz de Azúa vuelve tras la exitosa serie "Querer" con un largo, "Los domingos", que plantea el sentido de la fe y muestra los pormenores conflictivos familiares a los que se somete una joven que está en proceso de encontrarla, mientras que los cineastas que han forjado el nuevo cine vasco en los últimos años, Jose Mari Goenaga y Aitor Arregi ("La trinchera infinita", "Handia" o "Marco" sobresalen entre sus obras más valiosas), también estarán presentes para describir en "Maspalomas" el desconcierto vital de un hombre que debe volver a esconder su homosexualidad, así como el nuevo trabajo del talentoso Alberto Rodríguez, que esta vez se sumerge en escenarios subacuáticos con Antonio de la Torre y Bárbara Lennie como fieles escuderos para relatar, con el contrabando de fondo, la relación entre dos hermanos buzos que han tenido que aprender a comunicar el lenguaje del amor fuera del agua con la misma facilidad con la que logran hacerlo cuando están dentro de ella.

También en el marco de la Sección Oficial, pero fuera de concurso, el íntimo y generoso homenaje que Alba Flores le dedica a su padre, Antonio, en el documental dirigido por Isaki Lacuesta y Elena Molina ocupa un lugar destacado en el compartimento estanco de títulos deseados. La joven del clan de la Faraona inicia de manera casi pareciera que terapéutica en "Flores para Antonio" un doloroso viaje de exploración por los recuerdos que conserva de su padre, al que perdió cuando ella apenas tenía ocho años y por todos aquellos que no tenía completados pero que gracias al relato de amigos y familiares pretende tejer para cerrar emocionalmente las esquinas de esa memoria compartida. Muchas flores, como vemos, y muchas banderas y sensibilidades y llamamientos y visiones del cine y de sus atributos como agitador de conciencias y estados y mucha espalda de Marisa protegiendo las orillas del Urumea en esta 73ª edición que arranca hoy, que empieza ya, que sucede ahora.

Los ecos activos del cine europeo

Figuras del cine europeo que se han ganado el respeto del público en pocos años continuarán dando muestras de su destreza en esta edición, como Olmo Omerzu, quien traza en «Ungrateful Beings» un ácido retrato familiar, Edward Berger («Cónclave»), que propone en «Ballad of a Small Player», de la mano de Colin Farrell, un espectacular descenso a los infiernos de la ludopatía, o Joaquim Trier y su «Sentimental Value», presentada en Perlas. En esta ocasión el cineasta noruego (director de «La peor persona del mundo») recurre al empaque interpretativo de una estrella como Stellan Skarsgård y la naturalidad de Renate Reinsve para contar por qué se quieren como se quieren las familias.