Estreno en Madrid

"Altsasu", la obra de teatro que Vox no quiere que veas

La crítica y los premios avalan el montaje de Goiricelaya, pero la agrupación política defiende que "fomenta el odio a España"

"Altsasu" llega al Teatro de la Abadía de Madrid después de más de setenta representaciones
"Altsasu" llega al Teatro de la Abadía de Madrid después de más de setenta representacionesLa Dramática Errante

El Teatro de la Abadía suma dos obras a la cartelera madrileña; dos obras que, en boca de su director, Juan Mayorga, «examinan situaciones complejas de forma compleja». «Dos espectáculos desafiantes que no buscan la provocación, sino un interlocutor inteligente y crítico que puede disentir de lo que aquí se programe», continúa. Primero: Moríos, que desde la semana pasada nos advierte del (mal)trato que damos a nuestros mayores, quienes, por cierto, seremos nosotros mismos en no mucho (si tenemos un poco de suerte en la vida). Y dos: Altsasu, la pieza donde María Goiricelaya aborda el «caso Alsasua» a partir de las actas judiciales y otro poco «de imaginación», confiesa. Mezcla de teatro verbatim con una parte de ficción o de «vuelo poético centrado en esos sucesos que no están en el papel». Suficiente para levantar ampollas a la derecha de la derecha.

El griterío viene esta vez desde Vox, que ha anunciado concentraciones antes del estreno (el jueves) de una función que, para la agrupación, «fomenta el odio a España y justifica las agresiones que sufrieron los guardias civiles y sus novias a manos de filoetarras» en 2016.

Enfrente, ni se inmutan. Responden desde La Dramática Errante con la pausa de quien sabe que tiene un buen producto entre manos: sirva como ejemplo la nominación a mejor espectáculo de teatro en los Premio Max del pasado año. La directora y autora del montaje reconoce lo «mediático» del asunto y su posible «controversia». Pero se muestra contundente: «Todas las críticas me parecen buenas siempre que tengan una mirada de construcción de la paz. El teatro tiene que servir para eso. Todo el mundo debe tener la libertad de expresar su opinión y estoy encantada de la no conformidad y pluralidad de miradas sobre la pieza. Me parece algo muy rico. Tiene que ser así. El teatro transformador en el que yo creo genera debate y opiniones diferentes», defiende.

A su lado, Mayorga arropa la función sin titubeos y despeja cualquier atisbo de cancelación. «No he recibido presión alguna de ninguna de las administraciones. La Abadía es un teatro independiente y yo respeto cualquier crítica. Debemos estar vigilantes ante la censura, que no solo lesiona al censurado, sino que empobrece a la sociedad».

Son ya más de setenta representaciones desde que Goiricelaya estrenara en 2021 en el Arriaga bilbaíno y Altsasu no solo ha viajado por España, sino también por «Bogotá, Medellín, Montevideo...», enumera una directora que asegura que su único propósito es «dar voz a todas las personas implicadas en el relato». «Ahondar en el dolor sin hacer un juicio», apoya Egoitz Sánchez –intérprete de la obra junto a Aitor Borobia, Nagore González y Ane Pikaza–.