Los videojuegos pasan de pantalla
El éxito de «The Last of Us» o «Super Mario Bros.: la película» solo confirma la nueva tendencia del audiovisual, más respetuosa (y temerosa) con el material original
Madrid Creada:
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Más de ocho millones de espectadores en televisión lineal siguieron el final de «The Last of Us», solo en Estados Unidos, el pasado 12 de marzo. Según cálculos de la matriz Nielsen, la cifra ascendería hasta los 35 millones en total, si sumamos a quienes vieron el último capítulo de la serie después de su emisión original, a través de las distintas opciones que permite HBO en aquel país. Y resulta casi imposible calcular el impacto global, pero una búsqueda rápida entre los datos que ofrece Google, nos devuelve que el término «The Last of Us» experimentó un aumento del 380% en búsquedas solo en España desde que se comenzó a emitir la serie, el pasado 16 de enero.
Pero todavía hay más datos, porque el videojuego original en el que se basa, así como su segunda parte, no se han bajado de la lista de los cinco más vendidos, por ejemplo, en las mediciones británicas. El rotundo éxito de la adaptación del juego de Neil Druckmann para el estudio Naugthy Dog, que va más allá de los datos expuestos y nos devuelve a Pedro Pascal y Bella Ramsay como dos auténticas estrellas de calado internacional, es sintomático de una industria, la audiovisual, que puede haber encontrado un nuevo filón, un nuevo patrón oro para replicar hasta la saciedad.
¿Más datos? Más datos. Frente a apuestas eminentemente adultas como «John Wick 4» o «Air», la nueva adaptación de «Super Mario Bros.» va camino de romper varios récords en la taquilla española. Para empezar, y aprovechándose de los festivos, consiguió ser la película más vista en el día con más espectadores del año (más de 500.000). Ello se tradujo en más de 2 millones de euros de recaudación, una cantidad que subirá con el agregado del fin de semana, dado que se trata, con 1,7 millones de asistentes, del primer gran festivo que no solo recupera el músculo, sino que supera los números pandémicos.
Los síntomas de agotamiento de los superhéroes, con un Universo Cinematográfico de Marvel de capa caída y en pleno huracán de problemas legales por la detención de su próximo gran villano, (Jonathan Majors, por un presunto caso de violencia de género), bien podrían dar con el videojuego, y sus propios universos expandidos, como el camino a seguir por las productoras más grandes del mundo. Y así, tras décadas de maltrato cinematográfico, con el director Paul W.S. Anderson a la cabeza («Resident Evil», «Mortal Kombat»), el videojuego por fin, como medio superior en términos de inmersión, parece haber encontrado un camino apto para con el material original, pero sobre todo con la legión de aficionados que suele arrastrar.
¿Significa eso que «Sonic» (2020) o «Tomb Raider» (2018) no cumplían con estándares de calidad básicos o eran poco fieles a su videojuego? En absoluto, pero la demostración empírica del fenómeno de «The Last of Us» pasa por su capacidad de respeto para con los sentimientos que mueve la franquicia, con eso tan etéreo que quien sabe conviene en llamar la «esencia» de la obra original. Superado el soberbio «quita, que ya lo hago yo» que movió durante años a Hollywood hacia los videojuegos, cada uno de los estudios más relevantes del panorama actual tiene preparada su siguiente gran explotación del medio.
Lo más inmediato pasa por la nueva película de Mario Bros., producida por Universal, y recién estrenada con espectacular éxito de taquilla. Y es que ese «respeto», quizá miedo en algunos casos a una respuesta negativa por parte de la audiencia, se hace aquí del todo explícito, mediante personajes de animación calcados a los originales de Nintendo y que llegan para hacer olvidar la dantesca adaptación en acción real de 1993 («Super Mario Bros.»). Unos meses más tarde, ya en verano, le tocará el turno a «Gran Turismo», que de la mano de Sony y la inesperada elección del director de ciencia ficción Neil Blomkamp («District 9») como maestro de ceremonias, intentará replicar la emoción de las carreras de coches de alta gama con Orlando Bloom y David Harbour entre el reparto.
Es precisamente Sony, empresa japonesa dueña de las licencias exclusivas de PlayStation, la más dispuesta a volcarse en este nuevo desafío de adaptaciones. Por supuesto, estuvieron involucrados en «The Last of Us», pero en el horizonte ya tienen en marcha proyectos alrededor del tremendamente popular «God of War», la saga distópica «Horizon» (que este mes incluso estrena una expansión en su versión para consolas), «Twisted Metal» o «Ghost of Tsushima», en el que el Japón imperial se pone al servicio de la acción. Bajo el sello PlayStation Productions, que debutó en la exitosa adaptación (al menos, en términos de recaudación) de «Uncharted», la matriz nipona intentará sacarle jugo a sus franquicias más míticas e incluso, como se viene rumoreando desde hace meses, lustrar propiedades intelectuales casi olvidadas desde el videojuego como medio, recuperando franquicias como «Jak and Daxter» en una más que probable serie animada. Sea como sea, parece que la Meca del cine y la televisión ha encontrado sus nuevas minas de oro verde.