
Vuelta a España 25
¿Por qué no puede expulsar la Vuelta al equipo Israel?
La participación del equipo israelí es obligada por la normativa del ciclismo internacional

"Israel, fuera de la competición", gritaban aficionados con banderas palestinas esta mañana en la salida de Laredo. La reclamación provocó ya la cancelación de la llegada en la etapa de ayer en Bilbao por los incidentes en la meta de la Gran Vía y nada le gustaría más a la organización de la carrera que la marcha voluntaria del Israel Pro Tech.
"A nosotros no nos queda otra que seguir un reglamento. La participación del equipo es obligatoria y quienes pueden decir que sea lo contrario no somos nosotros", explica Kiko García. El Israel pertenece al World Tour, la primera división del ciclismo mundial, lo que le garantiza la presencia en las principales carreras del calendario, incluidas las tres grandes. Si la Vuelta lo expulsara se expondría a una sanción por no cumplir con la normativa internacional del ciclismo.
"Nosotros no podemos tomar ninguna decisión en ese sentido, nos debemos a un reglamento", insistía Kiko en la llegada de Bilbao. "La solución solo es una para que esto se calme, para que todo vuelva a la tranquilidad, pero no podemos tomarla nosotros", añadía.
Sólo la UCI o un organismo superior podría tomar la decisión de expulsar al equipo israelí. Es lo que sucedió con los equipos rusos después de la invasión de Ucrania. Fue el COI quien los excluyó de los Juegos Olímpicos y quien recomendó a las Federaciones internacionales que hicieran lo mismo. Y la UCI tomó la decisión de excluir al equipo Gazpron, en el que corría el español José Manuel Díaz, de las carreras.
La organización de la Vuelta ha conversado en varias ocasiones con la UCI en los últimos días para hacerle ver la magnitud del problema. Pero la UCI, en su comunicado del miércoles, se limitó a condenar los sucesos ocurridos en Bilbao. "La UCI reitera la importancia de la neutralidad política de los organismos deportivos y del movimiento olímpico y su labor en función de la unidad y el diálogo que trascienden la diferencia de opiniones", añade.
Si la UCI no expulsa al Israel la única salida es la marcha voluntaria del equipo, algo que no va a suceder. "El equipo mantiene su compromiso de seguir compitiendo en la Vuelta a España. Cualquier otra acción sienta un precedente peligroso no sólo para el equipo Israel sino para el resto", decía el comunicado que el equipo publicó el pasado miércoles.
"Si en algún momento alguien se plantea que esto se termine de una manera u otra, tiene que ser el propio equipo", dice Óscar Pereiro, embajador de la Vuelta. "Yo entiendo que el equipo quiera competir. Es un equipo de capital privado y está en la Vuelta a España porque tiene que estar. No hay más", añade. "El equipo Israel tiene todo el derecho a estar aquí. Serán los órganos internacionales competentes los que tengan que decir por qué motivo el Israel no tiene que estar aquí. Porque la Vuelta a España tiene a un equipo que está cumpliendo con el reglamento", asegura.
"¿Con qué argumento o a qué decreto se acoge la Vuelta a España para echar a un equipo de su carrera cuando está cumpliendo el reglamento al cien por cien? La Vuelta puede decir, mira, por seguridad te vas a tu casa y mañana Israel le pone una demanda a la Vuelta a España. Hay que sacar a la Vuelta a España de esta ecuación. La Vuelta está atada de pies y manos. Tendrá que ser la UCI, la ONU, el COI o el organismo competente el que tiene que decidir cómo se puede solucionar, no el conflicto, este problema. Porque el conflicto está en otra parte", explica Pereiro.
Al ganador del Tour de 2006 le preocupa la seguridad, y no sólo la de los corredores. "Hubo chavales [de la organización] de 18, 19, 20 años que se han jugado allí el tipo para que no hubiera una tragedia. Ayer pudo pasar una tragedia, que estuvieron a un metro de caerse hacia aquí y pasaban los coches y los ciclistas a 70 por hora", afirma. "Un pelotón a 70 por hora es peor que ir delante de los toros en San Fermín", agrega.
Pereiro, como otra gente, echó en falta más seguridad en la línea de meta en Bilbao. "Los que tuvieran la competencia de defender o de cuidar o salvaguardar la seguridad en la misma meta tardaron mucho. Y esto no es una crítica a nadie, pero se veía venir lo que estaba pasando", dice. Las competencias en Bilbao eran de la Ertzaintza, que sólo acordonó la zona cuando ya los manifestantes habían estado a punto de invadir el paso de la carrera.
Miembros de la organización de la Vuelta han mantenido conversaciones en los últimos días con el mánager del equipo Israel para convencerlo de que la única salida es que abandonen la carrera para garantizar la seguridad del resto. "Estuve dos horas al teléfono con el mánager", decía un miembro de la organización. Pero la decisión sólo compete al equipo Israel.
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