Crisis bancaria

La fuga de liquidez que sentenció a Credit Suisse: el banco suizo perdió 68.000 millones en depósitos antes de su fusión con UBS

Pese a ello, la entidad ganó 12.600 millones de euros hasta marzo. UBS ha retrasado el relevo de su jefe de riesgos tras la compra de su rival

FILE - Swiss bank Credit Suisse CEO Ulrich Koerner, 3rd right, leaves the stage after the annual shareholders' meeting of the Swiss banking group on April 4, 2023 in Zurich, Switzerland. A group of Credit Suisse investors have sued Swiss financial regulators after a government-engineered takeover of the struggling bank by rival UBS left them with billions in losses. The investors are contesting an order by the Swiss Financial Market Supervisory Authority, or FINMA, that wiped out about 16 billion Swiss francs ($17.3 billion) in higher-risk Credit Suisse bonds as part of an emergency rescue last month, lawyers said Friday, April 21, 2023. (Michael Buholzer/Keystone via AP, File)
Credit SuisseASSOCIATED PRESSAgencia AP

Credit Suisse, el que era el segundo mayor banco de Suiza por valor de mercado antes de ser adquirido por su rival UBS, registró una salida de activos de 61.200 millones de francos en el primer trimestre de 2023, una sangría desencadenada por la crisis que llevó a la entidad a la quiebra. Como resultado de estas salidas de activos sufrió en el primer trimestre una masiva reducción de depósitos por valor de 67.000 millones de francos (68.300 millones de euros), según ha señalado la entidad suiza en los que posiblemente sean sus últimos resultados tras 167 años de historia.

La venta aceleró las retiradas

En concreto, el banco de Zúrich señaló que un 57% de esa salida neta de activos correspondió a la retirada de depósitos tanto en la banca convencional como en el negocio de gestión de fortunas. No obstante, la sangría de liquidez registrada en el primer trimestre queda lejos de la que se produjo a finales del año pasado. Credit Suisse ya había registrado en 2022, especialmente en los últimos meses de ese año, una salida de liquidez de 123.200 millones de francos (125.000 millones de euros), lo que contribuyó a una enorme crisis de confianza que le abocaría más tarde a la venta a UBS.

Entre los principales factores que explican estas pésimas cuentas destaca su exposición a firmas de riesgo que colapsaron en ejercicios anteriores, como el fondo de cobertura estadounidense Archegos o la firma angloaustraliana de servicios financieros Greensill.

En su informe trimestral, el banco admitió que esta fuga de liquidez "fue especialmente aguda en los días inmediatamente anteriores y posteriores al anuncio de la fusión" (con UBS), acordada a instancias del Gobierno suizo el pasado 19 de marzo. Las significativas retiradas de depósitos "se estabilizaron a niveles mucho más bajos, pero a día de hoy la situación no se ha revertido todavía", reconoció la entidad.

Credit Suisse recordó que debido a la salida enorme de activos del banco, que llegó a ser de unos 10.000 millones de francos en los peores momentos de la crisis, este tuvo que obtener crédito del Banco Nacional de Suiza (BNS, emisor). A fecha de 31 de marzo, según indicó el banco, este crédito suma 108.000 millones de francos (110.200 millones de euros).

También subrayó que se han devuelto ya 70.000 millones de francos (71.400 millones de euros), de los que 60.000 millones de francos se pagaron en el primer trimestre y otros 10.000 millones en el actual mes de abril.

Beneficios de 12.600 millones

Pese a todo, el banco suizo reportó este lunes unos beneficios netos de 12.432 millones de francos suizos (12.600 millones de euros) en el primer trimestre del año, frente a las pérdidas de 7.293 millones de francos (7.400 millones de euros) registradas en 2022 y de 1.572 millones de francos suizos (1.600 millones de euros) en 2021.

Estas ganancias se explican principalmente por la anulación de los bonos AT1 asociados al banco que las autoridades suizas ordenaron el día de la fusión precisamente para facilitar su compra por UBS, lo que redujo a cero unas obligaciones que sumaban 15.000 millones de francos (15.300 millones de euros).

Esta orden de liquidación de los bonos AT1 ha llevado a numerosos bonistas a interponer denuncias contra las autoridades suizas por las pérdidas sufridas, o a anunciar su intención de hacerlo, tanto dentro como fuera del país helvético.

Otro ingreso extraordinario ligado al fuerte beneficio reportado, según el informe, fue la venta de una parte significativa de los productos titulizados de Credit Suisse a la firma neoyorquina Apollo, como parte del proceso de reestructuración que intentó la entidad para salir de su crisis.

Credit Suisse detalló que en el trimestre obtuvo unos ingresos de 18.467 millones de francos suizos (18.800 millones de euros), cuatro veces más que en el mismo periodo de 2022, frente a unos gastos operativos de sólo 5.620 millones de francos suizos (5.300 millones de euros).

Excluyendo ciertas operaciones extraordinarias, el banco tuvo en el primer trimestre de 2023 unas pérdidas ajustadas de 1.316 millones de francos (1.340 millones de euros).

Los activos totales del banco, según el informe, se redujeron en el periodo enero-marzo a 540.291 millones de francos (551.000 millones de euros), un 27% menos que hace un año.

Hacia la fusión

Credit Suisse indicó en su informe que sigue trabajando junto a UBS para garantizar que la fusión "se complete a tiempo", aunque subrayó que ello está sujeto a determinadas operaciones de cierre de negocios que, según señalaron con anterioridad ambas entidades, podrían tardar meses. El 19 de marzo, UBS adquirió Credit Suisse a instancias del Gobierno suizo por 3.000 millones de francos (3.050 millones de euros) para salvarlo de la quiebra.

Las pérdidas que acumulaba la entidad, unidas a numerosos escándalos de imagen y a una caída de confianza de los inversores en Bolsa tras la caída en Estados Unidos del Silicon Valley Bank y el Signature Bank, abocaron al segundo mayor banco de Suiza a una grave crisis que el Gobierno del país intentó sofocar con ayuda de UBS.

Los resultados de Credit Suisse se publicaron tres días antes de lo inicialmente previsto con el fin de que salieran a la luz antes que los de su rival y comprador, UBS, previstos para mañana martes.

Cambios en la directiva

Por otro lado, el máximo responsable de riesgo del banco suizo UBS, Christian Bluhm, ha aceptado permanecer en su puesto "en un futuro previsible", retrasando así el traspaso de su cargo a Damian Vogel, previsto inicialmente para el 1 de mayo, debido a la reciente adquisición de Credit Suisse por parte de la entidad financiera, ha informado este lunes UBS.

En noviembre del año pasado, antes de la adquisición de Credit Suisse, Bluhm comunicó su decisión de abandonar su cargo en UBS para centrarse en su estudio de fotografía y avanzar en su carrera como académico universitario.

La firma decidió entonces nombrar a Damian Vogel como sustituto de Bluhm desde mayo de 2023, relevo que ahora se retrasará por la compra de Credit Suisse. Vogel es el máximo responsable de riesgo de la división de gestión de patrimonio de UBS. Desde que se unió al banco, en 2010, ha ocupado diferentes cargos de responsabilidad tanto en las divisiones de patrimonio como en la de banca personal y de empresas.

"Contar con la participación activa de ambos altos directivos de riesgos contribuirá a garantizar que estemos bien preparados y adecuadamente establecidos en un área que es crucial para nuestro éxito futuro. Quiero dar las gracias a Christian por su disposición a continuar en su función", ha destacado Sergio P. Ermotti, consejero delegado de UBS. Ermotti también ha agradecido a Damian Vogel sus "importantes esfuerzos" en el diseño de la futura gestión de riesgos de UBS.